Cuatro veces máximo goleador y mejor jugador del Europeo de fútbol playa, dos veces mejor jugador de la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA, pentacampeón de Europa y dos veces subcampeón mundial: Ramiro Amarelle posee un palmarés fuera de serie.

Sus hazañas han trascendido los terrenos de juego. El ex internacional español ha contribuido a la expansión del fútbol playa. Tras unos prometedores comienzos en fútbol con el Deportivo de La Coruña, Amarelle prefirió la arena a la hierba. Una decisión acertada que le dio excelentes resultados.

El actual entrenador ha hablado con FIFA.com de sus recuerdos, del desarrollo del fútbol playa, de la participación de España en la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Rusia 2021 y de sus ambiciones.

Usted es un referente del fútbol playa. ¿Qué le hace estar más orgulloso de su carrera?

Estoy orgulloso de mi trayectoria a lo largo de toda mi carrera, dentro y fuera de los terrenos de juego. He intentado ser fiel a mis valores. Siempre lo he hecho lo mejor posible para ayudar a mis compañeros, para respetar el fútbol playa y contribuir a su desarrollo. He hecho muchos sacrificios, incluyendo mi vida personal, para que este deporte pueda tener un futuro. Me siento muy honrado.

¿Cuáles son sus mejores recuerdos con la selección de España?

He representado a mi país por todo el mundo. Fue un honor jugar [con España] durante 16 años y lucir el brazalete de capitán. Recuerdo muy bien mi reunión con el presidente de la federación española cuando le pedí que integrara el fútbol playa en la federación y contratase un entrenador de la disciplina. La evolución y la mejora del fútbol playa en mi país y en el mundo constituyen los mejores momentos de mi carrera.

Con España, alcanzó la final del Mundial en 2003 y en 2004. ¿Con qué se queda de esos momentos?

Fue una etapa inolvidable del fútbol playa. Pasamos de un grupo de ex futbolistas profesionales a un grupo de jugadores especializados en fútbol playa. Lógicamente, no aspirábamos al máximo nivel profesional, pero tuvimos que superar numerosas dificultades. Teníamos que aprender a tener la mentalidad y las cualidades de un jugador de fútbol playa. Ser pionero en una especialidad siempre conlleva dificultades, pero merecía la pena. Siempre me he sentido muy afortunado.

España participará en la Copa Mundial de Beach Soccer en Rusia. ¿Cómo los ves?

El equipo va mejorando de año en año. Tenemos una buena plantilla compuesta por jugadores talentosos, y espero que esa progresión se reflejará sobre la cancha. El trabajo arduo, el espíritu de equipo y la humildad son las claves de nuestro éxito. Esta selección tiene recursos para ganar el Mundial en Rusia.

Empezó a jugar al fútbol en el Deportivo de La Coruña antes de encaminarse hacia el fútbol playa. ¿Qué le animó?

El fútbol playa me brindó la oportunidad de convertirme en un jugador profesional en un deporte que no existía todavía. No dudé en aceptar ese reto. Joaquín Alonso me permitió incorporarme a un equipo compuesto por ex futbolistas que eran estrellas, como Quique Setién, que se convirtió en mi referente deportivo y personal. Otros también confiaron en mí, como Santi Soler. Nunca les estaré lo bastante agradecido. La historia de este deporte está ligada a varios nombres, entre ellos el mío. Joan Cuscó permitió al fútbol playa ser lo que es hoy. Soy afortunado porque he tenido la oportunidad de defender y de llevar a cabo un proyecto de desarrollo de un deporte; no puedo estar sino agradecido.  

Según su experiencia, ¿cuáles son las cualidades necesarias para ser un gran jugador de fútbol playa?

Al principio, la gente pensaba que bastaba con tener técnica y talento, pero no es suficiente. Como con todo deportista de alto nivel, hay que tener una buena mentalidad. Es un factor determinante, y es lo que marca la diferencia. Hoy en día, un jugador debe tener un perfil físico muy específico, capaz de soportar esfuerzos de intensidad máxima, y con la capacidad técnica para ejecutar las acciones tácticas requeridas por el juego.

Usted ganó numerosos títulos individuales, pero en su palmarés falta un solo trofeo: la Copa Mundial. ¿Es su objetivo principal como entrenador?

Tenía muchos objetivos cuando era jugador, pero el Mundial no era uno de ellos. Cada vez que lo jugaba intentaba ganarlo, pero sin éxito. Para ganarlo son indispensables varias condiciones. Por eso, como entrenador, intento controlar todos los aspectos posibles en la preparación de los jugadores y los equipos que entreno, para ayudarlos a alcanzar un objetivo así. 

Me gustaría ganar muchos Mundiales, pero ante todo, me gustaría que el fútbol playa sea mejor y que contribuya a hacer mejores a las personas.

¿Sueña con entrenar a España?

También soy un soñador. Sí, me imagino perfectamente entrenando a la selección de mi país. He jugado y he entrenado por todo el mundo, así que sigue entrando dentro de lo posible.