En 2015, la FIFA, junto con la red Fare, una organización con una dilatada experiencia en la lucha contra la discriminación en el fútbol, presentó su primer sistema de vigilancia antidiscriminación, que aún se sigue implantando a día de hoy en los eventos de la FIFA.

Gerd Dembowski, responsable de Diversidad y Lucha contra la Discriminación de la FIFA, supervisa la actual colaboración con Fare. En estos momentos se encuentra en Marruecos con motivo de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2022™, inspeccionando la labor de los observadores presentes en cada partido. ¿Qué cualificaciones tiene para realizar este trabajo?

"Mi papel empezó hace 30 años de una manera totalmente distinta. Yo era activista, y fan", explicó. "Me di cuenta de las tendencias racistas de los aficionados a mi alrededor y tuve que tomar una decisión: buscarme otro hobby o intentar marcar la diferencia".

"Organizamos grupos de fans antirracismo y después luchamos contra la homofobia. Enseguida empecé a interactuar con grupos de otros países y me convertí en miembro fundador de FARE Network, que ahora colabora con la FIFA".

"Así que empecé a involucrarme en grupos de fans que trabajaban con la UEFA y la FIFA. Me convertí en sociólogo e inventé nuevas medidas de mediación en conflictos. Trabajé con el Borussia de Dortmund, el Colonia y el Hannover 96 y encontramos un diálogo en situaciones específicas con los ultras. Aficionados acérrimos en un lado, el club en el otro y la policía en medio".

Para ser seleccionada para el puesto de observador antidiscriminación en los partidos, la persona debe poseer un conocimientos especializados de la cultura del fan, del idioma y del comportamiento de los grupos de aficionados específicos implicados. Los candidatos provienen de todo el mundo y reciben una formación especial. En caso de comportamiento discriminatorio, deben presentar pruebas, incluyendo imágenes en vídeo, que deben presentarse junto con un informe especial del partido a la secretaría de la Comisión Disciplinaria de la FIFA.

¿Qué ocurre si hay incidentes durante un partido? "Una vez que el partido ha comenzado, nuestros observadores antidiscriminación pueden proporcionar una evaluación instantánea de un incidente a nuestro equipo de seguridad. Esto pasa por mí (en calidad de asesor en materia de derechos humanos y antidiscriminación) y posteriormente el cuerpo arbitral puede decidir qué hacer", apuntó Dembowski. "Las medidas de seguridad implantadas pueden ir desde la expulsión de personas del estadio a la interrupción del partido por parte del cuerpo arbitral".

Piara Powar es el director ejecutivo de FARE Network. En vísperas de la final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA en Rabat puso de relieve la manera en la que ambas organizaciones trabajan conjuntamente y la importancia de secundar los marcos reguladores que la FIFA tiene implantados para intentar lidiar con la discriminación dentro de los estadios.

"Si te metes con una minoría, racial o étnica, o con una persona por su orientación sexual, eso puede ser enormemente dañino".

"La cultura del aficionado en Alemania es diferente de la de Nueva Zelanda, Estados Unidos o Marruecos. A veces se producen cánticos o maneras de comportarse que pueden ser aceptables a nivel nacional porque a la gente no se la ha educado de otra manera".

"A veces se hace porque hay gente que quiere enviar un mensaje que para el resto de nosotros resulta como mínimo intolerante, cuando no discriminatorio. En el fútbol internacional no se puede permitir usar el fútbol como plataforma para eso", continuó Powar.

Antes de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, Dembowski consultó a las autoridades locales en Marruecos, incluyendo el COL y la policía, para familiarizarse con los sistemas de seguridad auxiliar y los diferentes roles y responsabilidades. El día del partido, los preparativos deben garantizar que la FIFA y la red Fare tienen una contraparte a la que acudir para plantear cualquier cuestión que pueda surgir cuando los fans llegan al recinto y después acceden a las tribunas del estadio.

Lo que quizá no se sepa tanto es que los mensajes y pancartas antidiscriminación se fomentan positivamente. "La presencia de declaraciones generales sobre derechos humanos y antidiscriminación se ajusta a los reglamentos de la FIFA", añadió Dembowski.

"Estamos intentando fomentar un mayor diálogo con los aficionados porque dialogar de antemano puede resolver muchas cuestiones. Antes, las organizaciones deportivas veían a los fans como un riesgo de seguridad, pero también pueden ser un colaborador de seguridad".

En los últimos meses, la FIFA ha contratado a un nuevo miembro del equipo de derechos humanos y antidiscriminación, con un cometido específico.

"Estamos liderando un proyecto piloto con la Federación Mexicana de Fútbol; también hemos empezado a trabajar con Brasil. Nuestro nuevo compañero supervisa el desarrollo de una estrategia para trabajar con las Federaciones Miembro de la FIFA mucho antes del comienzo de cualquier torneo, para intentar implantar medidas preventivas. Eso es algo en lo que ahora estamos trabajando de manera mucho más sistemática", declaró Dembowski.

"Nuestro objetivo es crear un ambiente más acogedor e inclusivo para los fans que vayan a ver partidos de la FIFA en todo el mundo. En la FIFA no queremos que se nos considere como la gente que simplemente controla a los aficionados. La idea es abrir ventanas, o incluso portales, y eso ya ha comenzado".

La última palabra fue para el director ejecutivo de FARE: "Queremos ayudar a crear una cultura del fútbol que sea muy inclusiva, en la que todo el mundo se sienta parte integrante. Por ejemplo, no queremos que haya gente joven en Nueva Zelanda y Australia que diga que no irá a la Copa Mundial Femenina porque verá cosas que no quiere ver. O que sean sus padres quienes digan eso".

"No se trata de limpiar el fútbol. Queremos respetar las diversas culturas que conforman la gran cultura del fútbol. De lo que se trata es de hacer hincapié en el poder del fútbol para unir a la gente".