Las esperanzas de la RP China de estar en los Juegos Olímpicos dependen de la repesca de la AFC en febrero, ante la República de Corea. Es mucho lo que hay en juego para las Rosas de Acero, y no pueden permitirse fallos si quieren viajar al Torneo Olímpico de Fútbol Femenino Tokio 2020, de modo que apostarán de nuevo en ataque por Tang Jiali, máxima realizadora de su equipo durante la fase de grupos de la competición preliminar.

Hace nueve meses, la dinámica número 9 del cuadro chino anunció su aparición en el panorama continental anotando cuatro dianas en solo tres partidos, entre ellas una espectacular en el 1-1 ante Australia.

“Voy bien de las dos piernas, pero en este caso le di con la zurda”, explica a FIFA.com la artillera del Shanghái FC, de 25 años. “El gol fue sobre todo mérito de las compañeras, por el apoyo que me dieron. [Wang] Shanshan hizo la jugada y Ma Jun arrastró a las defensas para yo tuviese espacio y pudiese disparar”.

Las Matildas respondieron poniendo cerco a la meta contraria en los últimos minutos, y acabaron obteniendo la recompensa en el tiempo añadido, cuando Emily Van Egmond igualó la contienda. Sin embargo, aunque ese tanto permitiese pasar a Australia in extremis por diferencia de goles en detrimento de China, Tang prefiere quedarse con los aspectos positivos.

“Afrontábamos la campaña clasificatoria mejor preparadas”, explica. “Jia [Xiuquan, el seleccionador] aplicó una estrategia correcta contra el rival. Rendimos a un buen nivel y fuimos superiores dentro de la cancha”.

Tang empezó a jugar al fútbol a los siete años, cuando un entrenador de una escuela primaria de Shanghái se fijó en ella. Su velocidad y su agilidad excepcionales la convirtieron en atacante, y llegó a obsesionarse con uno de los futbolistas más grandes de todos los tiempos.

“Me gusta mucho su estilo de juego. Y lo admiro por su espíritu de no darse nunca por vencido”, afirma refiriéndose a Lionel Messi. “En cuanto a mí, creo que tengo una buena visión de juego y que consigo encontrar espacios fácilmente. Siempre tengo hambre de gol, aunque también me gusta combinar con las compañeras”.

Tang causó por primera vez sensación en el fútbol de selecciones con motivo de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2014, celebrada en Canadá, donde vio puerta en un vibrante choque ante Alemania que acabó 5-5. Un año más tarde, regresó al país norteamericano para estrenarse en la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ de la categoría absoluta, y dejó destellos de su calidad en el encuentro que las suyas ganaron por 1-0 frente a los Países Bajos.

“Me entusiasmó jugar mi primer Mundial Femenino, aunque fue una pena no marcar, a pesar de lo mucho que me esforcé por lograrlo. Me afectó en el aspecto anímico, pero al mismo tiempo me permitió ver lo que debía mejorar”, analiza Tang.

La talentosa ariete pasaría así las siguientes temporadas puliendo sus habilidades y acumulando experiencia, y este año —ya curtida tanto física como psicológicamente— está plasmando todo el potencial que había mostrado al principio. Y ha dado continuidad a esas buenas actuaciones en los clasificatorios olímpicos materializando siete goles en la Superliga Femenina china de 2020, que su equipo terminó entre los tres primeros.

“Debí haber marcado por lo menos dos o tres goles más”, señala. “Tuve un resfriado en la fase final de la campaña y no pude practicar mi mejor fútbol”.

Tang tendrá ahora otra oportunidad de reivindicarse en febrero, cuando su selección se mida con la República de Corea en una eliminatoria de repesca a todo o nada, puesto que quien venza estará en Tokio 2020 y quien pierda se quedará en casa.

“Serían mis primeros partidos de las Olimpiadas, así que tengo muchas ganas de poder ayudar al equipo”, dice. “Somos conscientes de que el rival no es un conjunto débil, pero si desplegamos nuestro mejor juego y nos atenemos a la estrategia podemos ganar, estoy convencida”, concluye.