Nelson Mandela nació el 18 de julio de 1918. Su padre era el jefe de una tribu xhosa de Transkei. Mandela se licenció en Derecho en 1942 y, dos años después, se afilió al Congreso Nacional Africano. Por su actividad política en el seno del partido, fue acusado de traición, juzgado en 1956 y absuelto en 1961. Dos años más tarde, en 1963, el estado del apartheid volvió a juzgarlo por traición, bajo la acusación de que tanto él como los demás detenidos estaban conspirando para derrocar al gobierno.

Pasó 27 años en la cárcel por su oposición al apartheid y, durante su reclusión en Robben Island, solía jugar al fútbol con los demás prisioneros. Tras su liberación, tendió la mano a sus opresores en nombre de la reconciliación. Precisamente por su contribución a la unificación de dos campos políticos totalmente contrapuestos, Mandela y FW de Klerk recibieron el Premio Nobel de la Paz en 1993.

Mandela se ha convertido en un icono cultural, en el símbolo del triunfo del espíritu humano, en la encarnación de la firmeza, la entereza y la compasión inquebrantable.

Nadie olvidará jamás la imagen de Mandela levantando el trofeo de la Copa Mundial de la FIFA, justo después de que Sudáfrica se convirtiera en el país anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA 2010, mientras exclamaba exultante: "Me siento como un muchacho de 15 años".

Aunque Mandela se ha retirado ya de la vida pública, sigue siendo un referente moral para la política internacional.

En 1998, el Presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, entregó a Mandela el máximo galardón honorífico que concede la FIFA, la Orden al Mérito.