Doce años atrás, México resultó la enorme sorpresa de la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Río de Janeiro 2007, al alcanzar la final en su debut absoluto en la competición.

Sentado en el banquillo estaba Ramón Raya, el mismo que se apresta a conducir al Tri en su sexta edición mundialista en Paraguay 2019. Un caso único entre los países que, habiendo jugado aquel Mundial, estarán en Asunción.

¿Qué explicación tiene semejante continuidad? “Por un lado, este deporte me ha dado mucho, dentro y fuera de la cancha, y eso me compromete a trabajar para que siga y crezca en mi país”, dice Raya a FIFA.com, a horas de su estreno ante Uruguay.

“Por el otro, quizás tenga que ver conque no hemos conseguido un crecimiento real, y no hay más gente interesada en aprender y desear este puesto”, reflexiona.

Aun así, desde aquella primera participación, México ha faltado a dos Mundiales nada más, los de Dubái 2009 y Tahití 2013.

“Logramos ciclos en los cuales llegan jugadores con escaso o cero conocimientos de fútbol playa, pero en poco tiempo logramos hacerlos competitivos, y evolucionan en calidad y jerarquía. Pero todo se da con base al grupo con el que trabajamos en ese ciclo”.

Algo debe tener que ver su crecimiento como seleccionador en estos doce años. “Creo que he intentado evolucionar a la par del juego, que ha cambiado muchísimo. En 2007, el fútbol playa estaba buscando una manera de jugar basada en el sentir en cada país. Y nosotros encontramos eso”.

¿Qué pasó después, que dejó de competir del mismo modo con las potencias? “La evolución ha sido vertiginosa, y uno tiene que reinventarse hacia afuera, pero también hacia adentro. Y ahí nos ha faltado”.

Por eso ve muy complicado, casi imposible, que cualquiera repita aquel hito de Río de Janeiro. “No hay condiciones para que sucede”, dice a modo de título.

“El único sin Mundiales previos es Bielorrusia, que tiene un entrenador de mucha experiencia, y juega unos 40 partidos al año al máximo nivel. Nosotros no teníamos ni cancha para entrenar en 2007”.

Eso no quiere decir que Raya tire la toalla de antemano. “El objetivo es estar en la segunda ronda. No tenemos nada que perder y no sirve venir a buscar un resultado digno. Hay que salir a jugar pensando que le podemos ganar a cualquiera”, arenga Raya, pre candidato al Entrenador 2019 para Beach Soccer Worldwide.

Además de Uruguay, México comparte el Grupo B con Tahití e Italia, ambos candidatos al título: “Uruguay no juega con el arquero como Italia y Tahití, que además lleva el balón sin tocar el suelo. Estamos buscando formas de contrarrestarlos”.

Raya, que además jugó la primera Copa Mundial Sub-17 de la FIFA y dirigió a su país en la Copa Mundial de Fútsal de la FIFA 2012, se define como un “competidor nato”, una situación a veces lo lleva al límite con sus futbolistas.

“Yo apunto a que todos hagan lo mejor posible su trabajo, sino no tenemos chances”, fundamenta.

El resto, dice Raya, lo dictará el torneo. “Esto es partido a partido. Período a período se construye la parte mental del grupo. Esa es la clave para competir en un Mundial”.