Muchos nos hacemos ideas sobre cómo nos jubilaremos felizmente después de una larga vida laboral. Eso también es aplicable a los árbitros y futbolistas profesionales. Con el paso de los años, los pensamientos sobre dejar el deporte en activo se vuelven más acuciantes. Sin embargo, a veces el destino puede intervenir y originar una retirada involuntaria, como le ocurrió a Carol Anne Chenard.

"Mi diagnóstico de cáncer y perderme [Francia] 2019 puso fin a mi carrera en el campo… no de la forma que había imaginado. No era así como pensaba que concluiría mi carrera", reitera la canadiense.

"Mientras estuve recibiendo tratamiento, seguí intentando permanecer vinculada al deporte. Por aquel entonces quería volver al campo, pero no sabía qué pronóstico tenía mi caso en ese momento. La Concacaf, la FIFA y la Federación Canadiense de Fútbol me dejaron seguir entrenándome un poco. Eso hizo que no me alejase y siguiese implicada".

"Cuando supe que no podría volver al terreno de juego, tuve serias dificultades para saber cuáles serían mis siguientes pasos: '¿Voy a convertirme en instructora? ¿Qué es lo que quiero hacer…?'. Llevo al terreno de juego y a las árbitras muy dentro en mi corazón. No estaba preparada para tomar distancia, y me brindaron esta oportunidad".

La oportunidad a la que se refiere la canadiense de 46 años se materializó en enero de este año, cuando la FIFA anunció los nombres de las árbitras para la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia & Nueva Zelanda 2023™. La lista incluía a 19 miembros del equipo arbitral de vídeo y, por primera vez, 6 eran mujeres (una de ellas Chenard).

"Estoy muy orgullosa por volver. El VAR es actualmente una nueva opción que no teníamos hace cinco años. Me ha brindado una verdadera oportunidad para seguir aprovechando la experiencia en campeonatos que tenía. Me permite apoyar a las árbitras y seguir participando más cerca del campo que si fuese instructora. En cualquier caso, formar parte de un equipo arbitral de vídeo, y poder contribuir y apoyar a las árbitras jóvenes que están saliendo, es muy especial para mí", resalta.

El camino de Chenard para convertirse en miembro de un equipo de videoarbitraje empezó formándose con PRO (Professional Referee Organization), una organización estadounidense-canadiense de arbitraje profesional que respalda a la MLS (Major League Soccer) y a la NWSL (National Women’s Soccer League). Después vinieron los partidos de prácticas, trabajar en la MLS un año a prueba y luego regularmente, y también partidos en la NWSL. Posteriormente se produjo su designación como árbitra asistente de vídeo para la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA India 2022, que incluyó su participación en la final el 30 de octubre de 2022.

"En total he hecho ya unos 50 partidos en los tres últimos años. Lógicamente, pude progresar y obtener mi certificado de la FIFA tras adquirir algo de experiencia y hacer algunos partidos. Es diferente a estar en el campo. Recae presión sobre ti porque estás mirando cosas en un vídeo y puedes ver repeticiones, mientras que como árbitra no te dan esa oportunidad y la gente es un poquito más tolerante cuando cometes un error", explica.

"Como miembro de un equipo arbitral de vídeo, tienes que ser capaz de mirar el vídeo, analizar los aspectos rápidamente y luego decidir. En la sala de operaciones de vídeo es muy fácil quedarte atascada en un bucle; pero tienes que ser capaz de tener presentes los aspectos que todos aprendemos como árbitros en el campo, principales o asistentes; y luego verlos, entender qué ángulos necesitas… y después tienes también que saber tomar la decisión. Uno de mis puntos fuertes, al haber sido árbitra de primer nivel, es que soy capaz de desconectar y tomar la decisión. Obviamente, el resultado correcto es lo que quieres, pero no queremos que lleve cinco minutos cada revisión de vídeo. Esa no es la intención del fútbol", precisa.

El deporte rey ha jugado un papel importante en el regreso de Chenard a la máxima competición de fútbol femenino desempeñando una nueva función. Básicamente, le dio fuerzas en su lucha contra lo desconocido. Al principio de su carrera en el arbitraje, aprendió a controlar lo que se puede controlar; y ese fue el enfoque que adoptó cuando le diagnosticaron su cáncer.

"Intenté no preocuparme por las cosas que desconocía. Resulta muy difícil cuando estás esperando tu diagnóstico y esperando a conocer cuál es el plan. Una vez que tuve un plan en marcha para mí, la cosa cambió muchísimo. Estoy muy orientada a la acción", afirma esta mujer impresionante y altamente motivada.

"Mi primera sesión de quimio fue el día que empezaba el Mundial Femenino de 2019, el 7 de junio. Me sometí a la quimio y vi el partido inaugural, que en mi corazón era el partido que quería arbitrar. El día que me diagnosticaron supe que iba a perderme Francia [2019]. En mi cabeza decía: voy a Tokio; mi objetivo es [el Torneo Olímpico de Fútbol en] Tokio. Eso fue antes de saber lo que me esperaba; cómo reaccionaría mi cuerpo. Creo que a veces, cuando tienes una meta –que es lo que aprendí también en el fútbol–, puedes trabajar para conseguirla. Creo que controlar lo que podía controlar, rodearme de personas magníficas, tener esta meta y mantener mi atención fijada en algún tipo de objetivo fue realmente provechoso para mí", recuerda.

Esta 'aventurera profesional', como Chenard se describe a sí misma en su cuenta de Twitter, sigue teniendo un objetivo claro en el punto de mira incluso después de la máxima competición del fútbol femenino.

"El fútbol me ha permitido ver el mundo. Cuando era patinadora, pude viajar, pero el fútbol me ha permitido realmente ir a casi todos los rincones del mundo y conocer gente. Quiero continuar con eso… Nunca he estado en Australia; es uno de los pocos lugares en los que no he estado. Tengo muchas ganas de disfrutar de nuestra estancia allí; y luego voy a seguir viajando y conociendo gente: árbitras jóvenes, niñas pequeñas… y a seguir yendo a las escuelas y animando a la gente a ver el mundo", concluye.