martes 02 junio 2020, 13:23

Chenard: De patinadora de velocidad a arbitrar en Mundiales

  • Carol Anne Chenard ha arbitrado en dos Mundiales y unos JJOO

  • Anteriormente fue patinadora profesional de velocidad

  • Por culpa del cáncer, Chenard se perdió Francia 2019

Patinadores a 50km por hora tomando a la carrera curvas imposibles, estrellándose contra las vallas, en ocasiones sufriendo heridas con las afiladas cuchillas sobre las que se deslizan por el hielo...

“Lo veo en la tele y no me lo creo. Es una locura este deporte”, cuenta Carol Anne a FIFA.com. “Para hacer eso hay que estar totalmente chiflado”.

No deja de tener su gracia que lo diga, ya que la canadiense fue patinadora profesional de velocidad, ganó seis medallas del Campeonato Mundial y llegó a igualar un récord del mundo.

“Formé parte del equipo nacional casi cinco años”, explica Chenard. “Lo que me gustaba, pese a que se trata de un deporte individual, era todo el trabajo en equipo y los entrenamientos que hacíamos juntos. Aquella camaradería nos empujaba a todos a subir el listón. Algunos de mis mejores recuerdos son los Campeonatos Mundiales en los que participé. Éramos un equipo de diez atletas, cinco hombres y cinco mujeres, que competíamos juntos durante tres semanas”.

El patinaje de velocidad en pista corta es una prueba muy emocionante. Por la tele ya se ve que es muy emocionante, pero si consigues asistir en persona, en la pista, te das cuenta de lo rápido que van y de lo cerradas que son las curvas. La adrenalina se dispara”.

De las pistas de hielo a las canchas de fútbol

Después de años en ese mundo del patinaje de velocidad, tan cargado de adrenalina, Carol Anne dio un giro de 180 grados y eligió otra profesión no apta para cualquiera: ¡el arbitraje!

“Crecí jugando al fútbol, al baloncesto y al voleibol”, revela Chenard. “Y cuando era muy pequeña, empecé en el patinaje y en la natación competitiva. Reconocí mis limitaciones para el fútbol y cifré mis aspiraciones atléticas en el patinaje de velocidad”.

“Seguí jugando al fútbol por diversión y, un día, el entrenador de mi equipo nos obligó a todas a seguir un curso de arbitraje para que entendiéramos mejor las Reglas de Juego. Así empecé a arbitrar en la liga de fútbol base”.

“No me imaginé ni por un momento que esos primeros pasos me llevarían a una segunda carrera. Sin embargo, una persona de la liga escribió a la federación para pedir que alguien viniera a observar mi trabajo. Empecé a enamorarme del arbitraje. Cuando mi carrera en el patinaje se acercó a su fin, me puse a buscar una forma de seguir trabajando en el deporte de alto nivel, de seguir viajando, y el arbitraje futbolístico me pareció la opción más apropiada”.

“Si me hubieran preguntado hace 20 años si quería convertirme en árbitra de la FIFA… ¿Quién querría hacer eso? Es una locura, te machacan a gritos continuamente. Sin embargo, me convertí en árbitra de la FIFA en 2006”.

Chenard no tardó en ascender y pronto se vio arbitrando en el Mundial femenino de 2011 y en el Torneo Olímpico de Londres 2012. A continuación se le presentó la oportunidad de pitar partidos en su país, en Canadá 2015.

Arbitrar en un Mundial en cualquier parte es impresionante: el ambiente y la impresión de pisar un terreno de juego de un Mundial son algo totalmente diferente a todo. Pero a eso le añades que estás en tu país y que el primer partido del Mundial que arbitré se disputó en Ottawa, la ciudad en la que vivo, ante varios amigos y familiares, e incluso ante gente que yo ni siquiera sabía que había ido a ver los partidos”.

“Tuve la oportunidad de compartir mi pasión con amigos y colegas, pero también se trató de una ocasión magnífica para mostrar al mundo qué gran país es Canadá y qué aficionados al fútbol más magníficos tenemos. Para mí fue una experiencia realmente fantástica”.

Una piedra en el camino

Chenard, quien también trabaja en el Gobierno federal de Canadá, en el equipo que redacta y modifica la legislación sobre drogas, estaba a punto de arbitrar en su tercer Mundial femenino, Francia 2019, cuando llegó el desastre en forma de un cáncer.

“Me lo diagnosticaron cuatro días antes de la fecha de partida para Francia”, explica. “Un diagnóstico de cáncer asusta mucho en cualquier momento, pero lo que más me disgustó fue tener que perderme el viaje a Francia. Fue una de las primeras preguntas que le hice a mi médico: ‘¿Podemos retrasarlo todo unas cinco o seis semanas para que pueda ir a Francia?’. Me respondió categóricamente que ni soñarlo”.

“Estaba en quimioterapia el día de la inauguración de aquel Mundial, pero me encontraba en él en espíritu como aficionada y como árbitra. Se trataba de mis colegas, y habíamos invertido tanto trabajo en los cuatro años anteriores al Mundial que quería ser su mayor seguidora, aunque no pudiera estar físicamente con ellas”.

“Después pude ir a Francia a ver la gran final y animarlas en persona. Todavía sigo en tratamiento, pero me encuentro realmente bien”.

Una testigo privilegiada

“He tenido la suerte de arbitrar a futbolistas de la talla de Birgit Prinz, Marta, Alex Morgan o Abby Wambach. Mi primera competición juvenil fue el Mundial Femenino Sub-20 de 2008. Pité el Argentina-Francia, y puedo asegurar que Eugenie Le Sommer tenía un talento enorme”.

Arbitrar se parece mucho a ocupar la mejor localidad del estadio. En los últimos 15 años me he sentido privilegiada por haber recibido la oportunidad de compartir el terreno de juego con las mejores de entre las mejores”.

“Además, convertirme en una de las siete árbitras que participaron en el Mundial Sub-17 masculino de 2017 fue una distinción realmente inesperada. Tuve el placer de formar parte de la competición [como árbitra asistente] y de ver a Esther Staubli arbitrar un partido”.

He tenido la suerte de participar en competiciones que han cambiado para siempre el fútbol y de ver cómo ha evolucionado el deporte. Mi preparación para mi primer Mundial en 2011 y la que seguí para Francia 2019 fueron muy, muy diferentes. Ahora hay muchas más oportunidades, concentraciones de entrenamiento e inversiones”.

“Las árbitras siempre hemos dicho que no queremos que se nos considere en términos de hombres o mujeres, sino como oficiales del fútbol. Creo que hemos empezado a ver que esto está ocurriendo”.

Este artículo forma parte de nuestra nueva serie “Las mujeres en el fútbol”, en la que ofrecemos distintas miradas entre bastidores. La semana que viene nos centraremos en la instructora FIFA Ingrid Jonsson.