jueves 31 enero 2019, 08:21

Heinze: "Si el balonmano es un deporte atractivo, el futsal también"

  • A los 32 años, dirige a la selección alemana de fútsal

  • Fue compañero de Hummels y Mueller en el Bayern Múnich

  • Su objetivo: el crecimiento y la consolidación del deporte en el país

Se quedó a las puertas de convertirse en jugador profesional del FC Bayern Múnich, en cuyas categorías inferiores jugó junto a Mats Hummels y Thomas Mueller. Sin embargo, a los 24 años, decidió estudiar una carrera relacionada con el deporte e iniciar su propia carrera como jugador de futsal.

Después de marcar el primer gol oficial de la selección alemana de futsal en octubre de 2016, Timo Heinze capitaneó ayer al combinado germano, que cayó 1-5 ante la anfitriona Georgia en su primer clasificatorio rumbo a una Copa Mundial de Futsal de la FIFA.

FIFA.com dialogó con Heinze, de 32 años, sobre sus vivencias en las categorías inferiores del Bayern, así como del libro que escribió y que tuvo una gran acogida.

¿Qué valoración hace de la derrota ante Georgia? Sabemos jugar mejor de lo que lo hicimos ayer, pero también hay que reconocer que ellos están un peldaño por encima de nosotros. Desafortunadamente, esa diferencia quedó plasmada. Los próximos dos partidos serán decisivos.

Este jueves se enfrentan a Dinamarca... Será como una final para las dos selecciones. Sacar algo positivo contra Georgia habría sido un regalo, pero todo depende de lo que hagamos contra Dinamarca. Si desplegamos nuestro juego, creo que tenemos opciones de ganarles (ndr: Alemania se impuso por 5-2).

Volvamos a sus raíces. Tras su etapa en el Bayern, decidió hacer un paréntesis: se marchó a Bali y escribió un libro… Para mí fue una necesidad. Fue mi manera de digerir mi adiós a la vida como futbolista, de aceptar que no había llegado a ser profesional. Ni mucho menos tenía planeado publicar un libro sobre ello. Fue más bien una terapia para asimilarlo todo.

¿Mantiene el contacto con futbolistas como Thomas Mueller o Mats Hummels? La relación con Thomas es inexistente, lo cual también es normal. Siempre nos entendimos muy bien en el terreno de juego, pero nunca hubo una relación personal fuera de él, así que era previsible. Vivimos en dos mundos distintos. En cambio, a Mats sí que lo veo tres o cuatro veces al año. Soy amigo de su hermano y, de vez en cuando, nos juntamos los tres.

¿Cómo llegó al futsal? Mi único objetivo era pasarlo bien y no despegarme del balón. Aquello fue cobrando forma poco a poco, porque teníamos un buen entrenador que me enseñó muchas cosas en el aspecto táctico. Siempre se había hablado de la ilusión por crear una selección nacional, pero yo ya me temía que sería algo que nunca viviría como deportista. Cuando ya estuvo claro que sí la habría, mi sueño no era otro que formar parte de ella. El hecho de ser yo quien marcara el primer gol fue algo tan bonito que casi cuesta creerlo.

¿Qué le despierta su fascinación por el futsal? En mi etapa como juvenil jugué muchos torneos de fútbol en pabellones, pero creo que el futsal tiene mucho más rigor. No hay paneles rodeando la cancha, la intervención del azar se minimiza, hay que encontrarle una salida limpia al balón... En Alemania, en cambio, muchos dicen que apoyarse en esos paneles que rodean la pista fomenta la creatividad. En parte tienen razón, pero no tiene nada que ver con el fútbol que se practica al aire libre.

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Cuando era futbolista, jugaba de carrilero. En el futsal, en cambio, es un jugador con mucho gol… Juego de cierre en el rombo defensivo, soy el "último hombre", por así decirlo. Curiosamente, tengo un gran olfato goleador a cubierto, ¡pero no al aire libre! Las distancias son más cortas y, como cierre, es más habitual buscar los espacios arrancando desde atrás. Normalmente, mis goles han venido en jugadas en las que me he incorporado desde la retaguardia. Supongo que tengo un sexto sentido en ese aspecto, algo que me faltaba en el césped.

Alemania es una gran potencia futbolística, pero todavía es una nación “menor” en el futsal… Este es nuestro tercer año. Tenemos bastante terreno que conquistar. Somos, más bien, un país en vías de desarrollo. Nos queda un largo camino por delante hasta llegar a la élite mundial. Estamos muy lejos aún, por no decir que estamos a años luz. Eso sí, en los últimos meses hemos dado un gran paso adelante. Nuestro objetivo es superar la primera ronda [ndlr: del clasificatorio mundialista], aunque suene raro para un país como Alemania, que es una gran potencia futbolística. Conseguirlo sería un gran éxito para nosotros.

¿Qué deseos tiene para el futsal alemán? Que haya una actitud receptiva. Conozco a muy poca gente que se haya acercado al futsal y se haya llevado un chasco. Solemos tener una repercusión muy positiva. Me gustaría que hubiera una Bundesliga, con su estructura correspondiente, y más atención por parte de los medios. El futsal es un deporte atractivo para el espectador. Si el balonmano lo es, y con todo merecimiento, el futsal también.

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