Con un apellido como el suyo, Natasha Dowie, internacional con Inglaterra en 14 ocasiones, parecía predestinada a dedicarse al fútbol. Su padre, Bob, es técnico y trabajó en su día como director deportivo del Crystal Palace inglés, mientras que su tío, Iain Dowie, fue un famoso delantero que jugó en la Premier League en los 90 y llegó a ser ídolo de las hinchadas del Southampton y el West Ham United.

Considerada una de las goleadoras más prolíficas del fútbol femenino inglés, en 2013 Natasha Dowie pasó a formar parte de la segunda generación de su familia que marca en un partido internacional, siguiendo así los pasos de su tío, uno de los máximos goleadores históricos de la selección de Irlanda del Norte. Como no podía ser de otra forma, la familia de Dowie ha tenido una gran influencia en la carrera de esta jugadora, que ha ganado en dos ocasiones la liga inglesa.

“Mi padre ha sido mi entrenador desde que recuerdo darle una patada a un balón por primera vez, y lo sigue siendo hoy en día”, cuenta Dowie a FIFA.com. “Sin duda, él ha sido la mayor influencia que he tenido en mi trayectoria futbolística, y no estaría donde estoy sin su ayuda”.

Y lo mismo con el 'tío Iain'. “También mi tío ha tenido importancia para mí. Me ayudó a sacarme el título de entrenadora y siempre me ha apoyado. Es un hombre muy ocupado y no ha podido venir a verme jugar tantas veces como mi padre, pero somos una familia muy unida”, explica.

“Sé que siempre podré contar también con su apoyo, aunque él dice que, como he marcado más goles que él, ya no necesito sus consejos. Es especial que los dos hayamos conseguido jugar y marcar con una selección en categoría absoluta, porque eso es algo muy difícil de conseguir”, añade en alusión a su tío.

Aventura australiana y éxitos en Inglaterra Nacida en Abu Dabi, nuestra protagonista fichó por el recién ascendido Doncaster Rovers Belles justo antes de que arrancase esta temporada en la liga inglesa. Meses atrás, Dowie había jugado como cedida en el Melbourne Victory de la W-League australiana, una competición por la que han pasado también otras futbolistas británicas como Jess Fishlock y Kim Little.

“Siempre había querido jugar en el extranjero, así que, cuando me ofrecieron ir a Melbourne como jugadora invitada para siete partidos, no tuve más remedio que decir que sí”, cuenta Dowie. “La temporada inglesa acaba en noviembre y la liga australiana se disputa principalmente en noviembre, diciembre y enero, así que coincide muy bien con la WSL y con la NWSL. Estoy convencida de que veremos jugando en Australia a más futbolistas de estas dos ligas”, aventura.

Dowie atesora un importante curriculum en la liga inglesa, donde puede presumir de las dos ligas ganadas con el Liverpool Ladies en 2013 -donde además fue máxima goleadora- y 2014. A lo largo de su carrera, ha sido testigo del notable crecimiento del fútbol femenino en Inglaterra, donde la asistencia de público a los estadios y la popularidad de las estrellas de la liga no han dejado de aumentar.

“Asusta lo mucho que ha cambiado el fútbol femenino, sobre todo en los últimos tres años, desde que me hice profesional”, asegura. “Para mí, los mayores cambios han sido pasar a dedicarme a esto a tiempo completo, entrenar todos los días y ganar suficiente dinero como para no necesitar otro empleo”, añade.

“Ahora las futbolistas salen en televisión, sus caras están por todas partes e incluso las nombran miembros de la Orden del Imperio Británico. Creo que el Mundial Femenino y el gran papel que nuestra selección hizo, logrando el tercer puesto, ha propiciado un gran crecimiento”.

Ambiciones internacionales Dowie, que en la temporada 2015 fue la máxima goleadora de Inglaterra junto con Beth Mead, del Sunderland, con 14 goles en todas las competiciones nacionales, pasa por ser una las delanteras más letales del fútbol inglés, pero en los últimos años ha visto reducida su presencia en la selección.

Su no inclusión en el combinado que completó el podio mundialista en Canadá 2015 sorprendió a muchos, pero Dowie prefiere centrarse en trabajar para volver a la selección, algo que no sucede desde septiembre de 2014.

“Las cosas no han sido fáciles para mí”, revela la ariete, que en 2013 ganó el premio de la Asociación Inglesa de Fútbol a la mejor jugadora del año en Inglaterra. “Tengo la impresión de que he estado entrando y saliendo de la selección, y, si consideramos el rendimiento que he ofrecido con mi club, creo que debería haber tenido mucho más protagonismo”, continúa.

“Sin embargo, la cosa está difícil, porque actualmente hay muchas grandes arietes en la liga. Ahora mismo todos los equipos cuentan con alguna delantera que podría dar la talla, así que Mark Sampson tiene un bendito problema a la hora de decidirse. Con todo, si Mark está buscando una goleadora prolífica, a mí me gusta pensar que yo lo soy. No en vano, siempre he logrado proclamarme máxima goleadora en los sitios en los que he estado. De todas formas, cabe la posibilidad de que el seleccionador busque otra cosa, un estilo determinado de jugadora, y quizá yo no me ajusto a esas características”, explica.

“Como les sucede a todas las chicas, yo quiero jugar con los colores de mi país, sobre todo ahora que se acerca una Eurocopa. Me encantaría volver, y sigo pensando que tengo mucho que ofrecer a escala internacional y que puedo ayudar al equipo a conseguir logros más importantes si cabe que una medalla de bronce”, concluye.