Estados Unidos, actual campeona olímpica, ha demostrado con creces que es la selección favorita para alzarse con el título en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2011. En la prestigiosa Copa Algarve, que se disputa en Portugal, ningún equipo ha sido capaz de frenar a las norteamericanas. Con una victoria por 3-2 en la final contra Alemania, actual campeona europea y mundial, el combinado de Pia Sundhage dejó claro que es el combinado a batir en la élite mundial en una época en la que el balompié de las mujeres está ganando cada vez más adeptos.

La selección que lidera la Clasificación Mundial Femenina de la FIFA se adjudicó por séptima vez el campeonato que se celebra anualmente en esta región del suroeste de Europa y que, a tenor del gran nivel de los equipos participantes, recibe el cariñoso apelativo de "Mundialito". Las jugadoras estadounidenses, que han convencido con su juego y no han cedido ni un solo punto en todo el torneo, retoman así el testigo de las suecas, que en esta ocasión han tenido que conformarse con la tercera plaza.

Pareja letal "Antes de llegar a la final jugamos tres grandes partidos y acabamos imponiéndonos a las alemanas en la lucha por el título. ¿Qué más se puede pedir? Abby y yo nos hemos entendido muy bien en el campo. En general, ha sido un buen torneo", ha observado Lauren Cheney. La delantera estadounidense perforó hasta en cuatro ocasiones la portería rival a lo largo del campeonato y brilló junto a Wambach, qué anotó tres goles. La línea ofensiva del combinado de Sundhage ha demostrado en Portugal que sabe hilar muy fino.

Las victorias en la primera fase contra Islandia (2-0), Noruega (2-1) y Suecia (2-0) ya indicaban que Estados Unidos tenía calidad más que de sobra para plantarle cara a todos sus rivales en este torneo, en el que participaban cinco selecciones del top ten de la clasificación mundial. La superioridad en los duelos directos con Alemania, a la que ha vencido en 18 de los 27 enfrentamientos que han disputado, es el mejor indicador para las norteamericanas de que el año que viene estarán en disposición de ganar su primera Copa Mundial desde 1999.

Grings sigue imparable Pero pese a que las jugadoras alemanas volvieron a caer derrotadas frente a Estados Unidos, contra quien ya perdieron por 0-1 el pasado otoño en un amistoso entablado en Alemania, Silvia Neid se mostró satisfecha. "La Copa Algarve nos ha servido de mucho", declaró la seleccionadora alemana, consciente de que la escuadra anfitriona de la próxima Copa Mundial ha vivido una experiencia enriquecedora. Tres victorias y un balance goleador de 16-0 contra Dinamarca, Finlandia y la República Popular China en la fase de grupos no dejan lugar a dudas.

Alemania, que el año que viene intentará adjudicarse ante su afición su tercer título mundial consecutivo, regresa a casa con la certeza de haber completado finalmente el deseado relevo generacional, y de poder seguir trabajando con una combinación perfecta de jóvenes y veteranas ávidas de títulos. Inka Grings, quien gracias a sus siete tantos se proclamó máxima goleadora y mejor jugadora del torneo, ya se equipara con Birgit Prinz al frente de las filas alemanas, y ha demostrado que rebosa confianza en sí misma.

El trío escandinavo debe ponerse las pilas Si bien los dos gigantes del torneo han marcado las diferencias, las selecciones escandinavas han llegado a la amarga conclusión de que aún les queda un largo camino por recorrer hasta la cita mundialista del próximo año si quieren hacer frente a alemanas y estadounidenses, así como a la siempre ambiciosa selección brasileña, liderada por Marta Paroli, Jugadora Mundial de la FIFA.

Las suecas, con su 2-0 sobre China en el partido por el tercer y cuarto puesto, acabaron firmando un torneo bastante digno, pero Dinamarca y Noruega no pueden contentarse con la quinta y sexta posición. En el último choque entre estas dos selecciones, la campeona del mundo de 1995 se impuso por un ajustado 2-1. La clasificación final se completó con Rumania, Finlandia e Islandia por delante de Portugal, Austria e Islas Feroe.