martes 11 febrero 2014, 09:00

Foord, juventud y veteranía

El fútbol femenino suele prestarse a que las jugadoras destaquen a edades muy tempranas. Sin embargo, pocos ejemplos ilustran mejor esta afirmación que el de la australiana Caitlin Foord. La ganadora de la primera edición del premio a la Mejor Jugadora Joven Hyundai de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ hace tres años en Alemania, superará, por muy poco, la edad máxima para tener derecho, de nuevo, a ese galardón en Canadá 2015.

Foord, dotada de una velocidad de vértigo y de una habilidad poco común para regatear en carrera, era una colegiala de 16 años cuando recibió la primera convocatoria para la selección nacional a un mes escaso de Alemania 2011. Lejos de sentirse intimidada, vio puerta en su debut con el equipo, tras un regate en el área grande y una definición espectacular, a los diez minutos de haber saltado a la arena internacional. Afirmar que aquello fue tan sólo un aviso de lo que estaba por llegar es decir poco.

El mayor escenario del mundo Un mes después, la australiana debutaba en la Copa Mundial Femenina de la FIFA. Cuesta mucho recordar a un futbolista internacional de cualquier sexo que se haya destacado con tanta celeridad en los escenarios mundiales. En un acto de fe impresionante, el entonces seleccionador de Australia, Tom Sermanni (en la actualidad, técnico de la número 1 del mundo, Estados Unidos), demostró su astucia al colocar a la joven en el lateral derecho con un objetivo primordial: marcar a Marta, cinco veces Jugadora Mundial de la FIFA. Foord, tercera futbolista más joven de la competición, consiguió anular a la superestrella brasileña y, desde entonces, su carrera ha seguido creciendo como la espuma.

“No esperaba jugar aquel partido contra Brasil, dado que acababa de llegar”, comenta Foord a FIFA.com. “Tommy (Sermanni) me lo comunicó la noche antes y me dijo ‘tenemos un desafío para ti’. Me puse un poco nerviosa, pero quería jugar. Decidí que saldría a hacer un gran trabajo. Me divertí jugando contra una futbolista como ella, por el gran reto que suponía todo aquello”.

“Viví el Mundial desde dentro y comprobé lo inmenso que es. La experiencia me pareció increíble. Después de la competición, todas las chicas coincidíamos en que estábamos deseando repetirlo. Fue magnífico", asegura.

Joven veterana En la actualidad, a sus 19 años de edad, Foord sigue brillando con su club y con la selección nacional. El año pasado, disputó la temporada inaugural de la National Women’s Soccer League, la liga profesional de Estados Unidos, en las filas del Sky Blue FC, un conjunto de Nueva Jersey. Al mismo tiempo, ha regresado cada verano a su país para jugar con el Sydney FC, que curiosamente lleva el sobrenombre de Sky Blues. Dentro de quince días, intentará ganar su segundo título de la W-League australiana con el equipo de la ciudad de Sydney.

“He mejorado dentro y fuera de los terrenos de juego y, por supuesto, con ello he adquirido madurez”, ha declarado Foord. “He jugado con y contra muchas futbolistas estadounidenses y muchas otras internacionales, y he aprendido mucho”.

Y menciona a Christie Rampone cuando se le pregunta si ha seguido el ejemplo de alguna jugadora en el Sky Blue. “Tiene más experiencia que nadie. Me ha gustado mucho jugar junto a ella y que me diera consejos”, comenta Foord sobre la capitana de Estados Unidos.

Un largo camino Detrás de todo éxito hay siempre una historia de sacrificios. Simone, la madre, solía llevar a la joven Caitlin en su automóvil desde su casa en Wollongong hasta Sydney, a 200 km de distancia, de tres a cuatro veces por semana. “Si no fuera por mi madre, yo no estaría hoy aquí”, explica la muchacha. “Y nunca habría tenido la oportunidad de perseguir mis sueños”.

Foord se crió a una calle de distancia de su compañera en el combinado australiano Michelle Heyman. Mucho más notable resulta el hecho de que sean las dos únicas jugadoras de la selección nacional que han salido de Wollongong en la última década.

La lateral diestra sigue convencida de las posibilidades que tienen las Matildas en Canadá 2015. “Fuimos prácticamente el equipo más joven del último Mundial y ahora poseemos una gran experiencia, que nos servirá de mucho la próxima vez”, comenta. “Tenemos cualidades excelentes en ataque y profundidad”.

Mucho ha sucedido en la todavía corta carrera de Foord, una odisea que parece destinada a contener muchos más capítulos apasionantes.