Estados Unidos lleva varias décadas en la vanguardia del fútbol femenino. Posee el récord de títulos en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, con tres, y comparte con Alemania el récord de entorchados en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA, también con tres. Sin embargo, hay un torneo que el conjunto de las Barras y Estrellas todavía no ha podido conquistar: la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA.

Crystal Dunn, Sam Mewis, Morgan Brian y las suyas estuvieron a punto de adjudicarse la edición inaugural del certamen en Nueva Zelanda 2008, donde fueron subcampeonas tras perder 2-1 a manos de la RDP de Corea en la prórroga de la final.

Pero, desde entonces, Estados Unidos no ha logrado superar la fase de grupos del torneo y ni siquiera logró clasificarse para las ediciones de 2010 y 2014.

En la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Uruguay 2018, las norteamericanas tratarán de poner fin a esa racha y convertirse en el segundo país, después de Japón, en ganar la Copa Mundial Femenina en todas las categorías.

“Tenemos que conseguir desplegar nuestro juego”, apunta Mark Carr, seleccionador de Estados Unidos, en su charla con FIFA.com. “Vamos a competir para ganar la Copa Mundial. Soy consciente de que habrá otras grandes selecciones. Tenemos la presión de hacer un buen papel. Lo primero es jugar bien, y creo que vamos por el buen camino. Todavía estamos aprendiendo. En Estados Unidos siempre se espera que compitamos y ganemos torneos, pero eso solo llegará si el equipo juega bien y se deja la piel en la cancha”.

La selección sub-17 de Estados Unidos viajará a Uruguay con optimismo. No en vano, de los 31 partidos que ha jugado entre 2017 y 2018, solo ha perdido dos, ha empatado seis y ha ganado el resto.

“Creo que la gente verá que somos un equipo muy humilde”, continúa Carr. “Son futbolistas en formación, aún están aprendiendo. A pesar de lo bien que nos ha ido en los últimos tiempos y del éxito que tuvimos en la CONCACAF, las jugadoras siempre intentan mejorar. No vamos a mirar por el espejo retrovisor, siempre miramos hacia adelante. Estamos completamente concentrados en Uruguay, y lo único que nos preocupa ahora es Camerún”.

Como bien dice Carr, la aventura uruguaya de Estados Unidos comienza contra Camerún. Posteriormente, su combinado se medirá en el Grupo C a la RDP de Corea, que defiende título, y a Alemania, subcampeona de Europa.

Estados Unidos ha anotado 110 goles con el presente ciclo de jugadoras, y una de las más prolíficas ha sido Sunshine Fontes, quien hace poco se convirtió en la máxima artillera de la historia de la selección sub-17 de su país.

“Sunshine es de Hawái, por lo que es muy tranquila”, afirma Carr. “Es una joven muy especial, muy humilde, trabajadora, y siempre antepone el interés del equipo. Se vacía por el bien colectivo. En cuanto a su calidad individual, creo que ve cosas y jugadas en la cancha que, a veces, otras jugadoras no ven. Cuando recibe el balón, el juego adquiere otra dimensión. Estoy seguro de que todo el planeta verá momentos así durante el Mundial”.

¿Qué puede esperar, por tanto, la afición estadounidense en Uruguay 2018, donde sus internacionales intentarán conquistar el único trofeo que falta en sus vitrinas? “Queremos ser un equipo agresivo en ataque, que genere ocasiones y marque goles. Al mismo tiempo, queremos ser un equipo organizado, que defienda unido, que presione y que quiera recuperar la pelota muy arriba. Queremos juntar mucho las líneas al defender para que a nuestros rivales les cueste hacernos gol. Creo que eso es lo que se puede esperar de nuestra selección”.