Cada vez que la RDP de Corea gana la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA, un nuevo prodigio del fútbol anuncia su llegada a la palestra internacional.

Jon Myong Hwa fue la primera en causar sensación en la prueba reina, y sus cuatro goles contribuyeron a que la RDP de Corea conquistara el título en la edición inaugural de Nueva Zelanda 2008. Posteriormente fue el turno de Sung Hyang Sim, a la que vimos desarbolar las defensas rivales gracias a su velocidad en Jordania 2016, donde las suyas también se ciñeron la corona.

Ahora, Kim Kyong Yong confía en heredar ese rol histórico, dado que la RDP de Corea aspira a conseguir su tercer entorchado de la categoría en el torneo que se celebrará a finales de año en Uruguay.

Casi nadie se atreve a cuestionar ya la calidad de esta delantera que ha irrumpido como una de las grandes promesas del fútbol asiático. De hecho, con apenas 15 años, Kim se proclamó máxima artillera y mejor jugadora del Campeonato Femenino Sub-16 de la AFC del año pasado. Allí, su selección se llevó la victoria y selló, de paso, su billete para Uruguay 2018.

Con nueve dianas en seis partidos, Kim fue la jugadora más destacada de una selección que sumó su tercer título continental. Más notable si cabe fue la diversidad de sus goles: desde potentes cabezazos hasta voleas cargadas de técnica. Pero Kim también demostró ser capaz de dejar atrás a sus rivales a base de velocidad. La joven norcoreana posee prácticamente todas las cualidades que definen a una delantera moderna y completa.

"La verdad es que mi objetivo personal en aquel torneo era ganar el premio a la mejor jugadora", contó en declaraciones a afc.com. "Pero no esperaba ser la máxima goleadora. Esta distinción individual hay que atribuírsela a todo el equipo, porque todas jugaron bien y me dieron asistencias a lo largo de todo el torneo".

Kim empezó a jugar al fútbol con diez años, pero, pese a iniciarse en esta disciplina relativamente tarde, progresó a pasos agigantados y fue convocada para la selección sub-15. Eclosionó en su primer certamen internacional, el Torneo Femenino Sub-15 de la EAFF de 2017, en el que se proclamó máxima realizadora con cinco goles.

Aprovechando su buen estado de forma, Kim siguió creciendo a nivel continental cinco meses después. Marcó cinco goles en la victoria por 9-0 de la RDP de Corea sobre Bangladesh en el partido inicial, y sumó otras dos dianas en el 7-0 contra Australia, triunfo que permitió a su selección alcanzar los cuartos de final.

Su octavo tanto llegó contra Japón en el único encuentro que las norcoreanas perdieron en el torneo, pero Kim coronó su actuación con la victoria por 2-0 contra la República de Corea en la final.

Ri Su Gyong, capitana de las norcoreanas, no dudó en reconocer el mérito de su compañera nada más conseguir el título. "Es la mejor. Es una futbolista fantástica y le tengo mucho respeto".

Para Kim, sin embargo, ser campeona asiática es solamente el punto de partida. Con la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Uruguay 2018 asomando ya en el horizonte, la artillera solo piensa en revalidar el título mundial.

"Somos las campeonas de Asia, pero no me conformo con eso. Si entrenamos y nos preparamos más, creo que podemos ganar el Mundial".