jueves 03 junio 2021, 08:46

Mahdi Khalil, la imponente montaña del Líbano

  • El arquero Mahdi Khalil brilla en los clasificatorios de Catar 2022

  • Tan solo ha recibido un gol en cuatro partidos

  • Los Cedros son actualmente segundos del Grupo H

El Líbano es un país asiático mediterráneo caracterizado por su diversidad geográfica, cuyo principal exponente son las altas cordilleras orientales y occidentales, que se extienden en líneas paralelas prácticamente de un extremo a otro del territorio.

Pero tiene otra “montaña” imponente: el brillante arquero Mahdi Khalil, que demostró ser una fortaleza inexpugnable a la hora de proteger hábilmente su meta e impidió a atacantes de gran calidad marcar en los tres últimos partidos de su selección en la fase de clasificación de la AFC para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™.

Este guardameta de casi dos metros de estatura (1,96 cm) habla en exclusiva con FIFA.com de la campaña clasificatoria de los suyos. Los Cedros son actualmente segundos del Grupo H, con siete puntos, empatados con la República de Corea, que ejercerá de anfitriona del resto de los encuentros de la liguilla.

El jugador, de 29 años, describe la competición preliminar como “difícil”, porque “hay una selección potente, como la surcoreana, y equipos muy sofisticados, por ejemplo Turkmenistán”.

Al preguntársele por el secreto de su excepcional desempeño en los clasificatorios —apenas ha recibido un gol en cuatro choques—, afirma, entre risas: “No hay ningún secreto, en realidad. Es sencillo, pongo mucho empeño en los entrenamientos y me esfuerzo por conseguir resultados positivos. Es una bendición de Dios y espero seguir haciéndolo bien tanto en el club como en la selección”.

Una experiencia creciente

Khalil comenzó su carrera futbolística a los doce años en tierras africanas, en Sierra Leona, antes de irse cedido a Suecia, donde pasó dos etapas profesionales. En 2013 se trasladó al Líbano para incorporarse al Safa SC, con el que ganó dos veces la liga libanesa, para luego seguir triunfando en el Al-Ahed, con el que se adjudicaría otros dos campeonatos nacionales.

Khalil participó en la clasificación del Líbano para la Copa Asiática de 2019 y ese mismo año ganó con el Al-Ahed el primer título de la Copa de la AFC que lograba un club libanés, además de ser elegido mejor jugador del torneo. Eso suscitaría el interés del Zob Ahan iraní, en el que recaló en calidad de cedido a principios del año pasado.

El portero, apodado “la Montaña”, cuenta lo siguiente de las experiencias que han ido enriqueciendo su carrera: “Ganar la Copa de la AFC con el Al-Ahed me ayudó a mejorar en cuanto a desempeño. Y también fui elegido mejor jugador gracias a la ayuda de los compañeros, que tuvieron una actuación brillante y contribuyeron a ese éxito”.

“En todos los partidos que juego, con el club o con la selección, adquiero nuevas experiencias, pero para mí lo más importante como futbolista es estar alerta física y psicológicamente, para dar lo mejor en cada partido”.

Acerca de su trayectoria en Irán, señala: “El comienzo de mi experiencia fue bueno, jugar contra grandes equipos de allí me dio mucha experiencia. Maduré mucho, y eso se reflejó en mi rendimiento. Pero la pandemia de COVID-19 y la muerte de mi padre me afectaron psicológica y emocionalmente. La situación se trastocó y la experiencia terminó de manera abrupta”, confiesa.

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Duelos complicados por delante

Khalil será una de las principales bazas de su seleccionador, Jamal Taha, para los tres próximos partidos del Líbano en la competición preliminar, contra Sri Lanka (5 de junio), Turkmenistán (9 de junio) y la República de Corea (13 de junio).

“Nos quedan tres partidos de la fase de clasificación, dos de ellos muy exigentes. Tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos para tratar de sumar los nueve puntos y conservar las opciones de pasar a la siguiente ronda”, dice el guardameta, que fue padre por primera vez la semana pasada.

“No creo que sea una misión imposible, pero tampoco fácil, habrá que pelear hasta el último minuto. Si confiamos por completo en nosotros y en nuestras capacidades podremos conseguir los objetivos y acercarnos al Mundial”.

Un reto personal

El último compromiso del Líbano será ante la selección anfitriona de la liguilla, la República de Corea, un adversario que tiene un plantel de primera categoría, con Son Heung-min, del Tottenham Hotspur, como punta de lanza. Khalil ya se ha medido con Son, que fue incapaz de perforar su meta en un partido disputado en el Estadio de la Ciudad Deportiva de Beirut el 14 de noviembre de 2019.

“Ya he jugado dos veces contra Corea del Sur. Tuve un buen rendimiento, creo que esos dos partidos fueron los mejores de mi carrera futbolística”, apunta Khalil.

“Los coreanos tienen muchos jugadores del máximo nivel, en mi caso eso supone un incentivo para hacer una buena actuación y demostrar mis habilidades. Jugar contra estrellas que compiten en las principales ligas europeas es un reto personal”, concluye.

Esta gran confianza que exhibe Khalil da a los libaneses fe en sus posibilidades de alcanzar la tercera y decisiva ronda de clasificación para Catar 2022. Al fin y al cabo, saben que tienen detrás la protección de una “montaña” casi imposible de superar.

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