jueves 26 enero 2017, 00:00

Shin Taeyong, el "padre" que quiere triunfar con Rep. de Corea

El tiempo no corre precisamente a favor de Shin Taeyong, que fue nombrado seleccionador del combinado Sub-20 de la República de Corea el pasado noviembre. A falta de apenas cuatro meses para que arranque en su país natal la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA, Shin y sus chicos se encuentran inmersos en plenos preparativos en Portugal, donde están llevando a cabo una larga concentración con varios partidos amistosos incluidos.

Antes estuvieron dos semanas en Jeju, la isla de mayor tamao de la República de Corea, a finales del año pasado. El futuro inmediato también muetsra trabajo a destajo. De hecho, el técnico y sus pupilos se perderán sus tradicionales vacaciones del Año nuevo lunar, que comienza este fin de semana, y optarán por sudar la camiseta en los entrenamientos.

Shin es un hombre acostumbrado a estar en el ojo del huracán. A lo largo de su legendaria carrera de 13 temporadas como jugador, Shin acumuló 401 partidos, marcó 99 goles y firmó 68 asistencias, cifras que le permitieron levantar seis títulos de la K-League con el Ilhwa Chunma. A finales del 2008, inició su etapa en los banquillos en el Seongnam, sucesor del club en el que tantos éxitos cosechó como jugador. Más tarde, una vez concluida la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™, fue el encargado de tomar las riendas de la selección absoluta de la República de Corea como técnico interino. En febrero del año siguiente, pasó a dirigir el entramado sub-23 de los Guerreros Taeguk, a los que guió hasta los cuartos de final del Torneo Olímpico de Fútbol Masculino Río 2016.

Por tanto, Shin Taeyong afronta esta nueva situación con tranquilidad. "En la vida, todo el mundo pasa por momentos malos", declaró el mes pasado a FIFA.com en Seogwipo. "Habría preferido asumir el cargo desde el principio, pero llegar a mitad de este ciclo también era importante. Cuando te llaman en una época complicada y la gente piensa: ‘No tenemos mucho tiempo, pero con este tipo podríamos conseguirlo’, es algo que considero positivo".

La primera misión de Shin consistió en elegir 35 jugadores de los que empleó su predecesor, Ahn Iksoo, para la concentración de Jeju. En Portugal ya son sólo 25. "Por supuesto que duele. Cuando afecta a futbolistas con los que has compartido penas y alegrías, decidir quién viene y quién no viene es algo que genera frustración entre algunos. Pero yo intento inculcarles buenas dosis de confianza".

"Logré bastantes cosas con mi club, pero la razón por la que nunca jugué bien con la selección fue porque sentía la presión de los futbolistas más veteranos. Eso impidió que llegara a jugar tal y como yo quería. Si hubiera jugado igual que en mi equipo, tal vez la selección hubiera conseguido mejores resultados, pero nunca pude hacerlo. De ahí que ahora entrene a mis futbolistas de manera que puedan desplegar todo su talento en la cancha y jueguen con confianza.

Un padre de barrio Shin conoce bien el estilo espartano de entrenamientos de Park Jonghwan, el entrenador que guió a los surcoreanos hasta las semifinales de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA México 1983 y dirigió al Ilhwa Chunma en sus días de gloria. No obstante, y a pesar de haber sido el capitán y de haber abanderado el fútbol de Park, su filosofía de entrenamiento no tiene nada que ver con la de su antiguo técnico.

"En nuestra época, el estilo de fútbol variaba enormemente de un entrenador a otro y eso era difícil para nosotros. Jugábamos al fútbol con mucho control. Pero, si queremos que los jugadores evolucionen, debemos identificar las cualidades de cada uno de ellos. En lugar de decirles: ‘Haz esto o haz lo otro’, creo que el entrenador ha de esbozar la idea de lo que quiere conseguir y dejar que los futbolistas la hagan realidad. Y no debe hacerse en un ambiente represivo, sino en un entorno que forme a los jugadores”.

Durante su etapa al frente del combinado sub-23, la filosofía de entrenamiento de Shin pasó a conocerse como “liderazgo fraternal”. Es más, Shin oye a menudo cómo sus jugadores actuales lo comparan con un “ajusshi (padre) de barrio”.

Shin, que prefiere un fútbol ofensivo pero que no sabe qué podrá mostrar realmente con el tiempo de trabajo del que dispone, sí trazó objetivos de resultados: "Dado que seremos los anfitriones de este Mundial, creo que deberíamos llegar por lo menos a cuartos, o incluso más allá”.

Si quiere alcanzar ese objetivo, Shin Taeyong necesitará el apoyo incondicional de la afición local, como explica en la recta final de nuestra entrevista. “Me gustaría contar con el apoyo del máximo número de hinchas posible. Creo que nuestros muchachos lograrán mejores resultados y tendrán más fuerzas si los aficionados acuden en masa a los estadios, tal y como hicieron en el Mundial de 2002. La afición da alas a los jugadores. Por eso le digo a todo el mundo: ‘Si nos das tu apoyo y nos animas, conseguiremos triunfos aún mayores’".