sábado 01 mayo 2021, 08:24

Estuardo de León, por la historia

  • Guatemala será el anfitrión del clasificatorio de Concacaf

  • Se disputará entre el 3 y 9 de mayo

  • “Vamos a pelear la final”, Estuardo de León, seleccionador de Guatemala

Cuando Estuardo de León era joven, la dura vida del barrio en la Zona 18 de Guatemala le dio a elegir entre dos caminos. Uno, el más fácil, trataba sobre drogas, violencia y dinero fácil; dinero que, por cierto, le hacía falta.

La segunda opción era un proyecto de vida mucho más incierto, a largo plazo y sin dinero de por medio. Y ese fue el que eligió. “El fútbol me ayudó de gran manera a salir adelante. Mi barrio era un lugar, como tantos en el mundo, donde era más fácil entrar a las drogas y a la delincuencia, que tener una carrera en cualquier deporte. Yo, por suerte, tenía la bendición de vivir a tres cuadras de las canchas de fútbol”, comenta en una plática exclusiva con FIFA.com.

Las ganas de destacar en el mundo del fútsal lo llevó a hacer grandes sacrificios para poder representar a Guatemala en la cancha. “En 1998 aparecen unas canchas privadas de fútsal y en el año 2000 el Profe. Ferretti me llama para participar en las pruebas que iba a haber de cara al Mundial que nosotros íbamos a organizar”.

“Sin embargo, yo dejé de jugar como un mes porque estaban viendo a demasiados jugadores y yo estaba estudiando una licenciatura en deportes, entonces quería salir a tiempo de la carrera y dejé de entrenar. Pero me junté con el Profe. Ferretti y él me mencionó que sí tenía grandes posibilidades de quedarme y ahí fue cuando me empecé a enamorar profundamente de este juego”.

Pero ahí no se detuvieron los sacrificios. “Yo siempre trabajé mientras jugaba. En el año 2000 los entrenamientos eran en la noche, entonces yo trabajaba dando clases de 7 de la mañana a 3 de la tarde y de ahí me iba a la cancha para esperar el entrenamiento. Mi rutina siempre fue estudiar, trabajar y entrenar”.

“El 2008 fue de mucho sacrificio. Hacía gimnasio de 5 a 6 de la mañana. De ahí a un colegio de 7 am a 1 pm y luego a otro colegio a entrenar niños pequeños de 2 a 4 pm. También ya empezaba a entrenar a un equipo de fútsal en la categoría de ascenso de 5:30 pm a 7:30 pm y, finalmente, de 8 a 10 de la noche me tocaba el entrenamiento con la selección. Y así fue durante todo el 2008, el único año donde logramos pasar de ronda en el Mundial”.

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Entonces se convirtió en un habitual jugador y capitán de una selección que muy rápido empezó a llamar la atención. De nunca haber participado en una Copa, desde aquel Mundial en casa solo se han perdido una edición y llevan tres al hilo estando presentes.

“Creo que fue una evolución bastante rápida y muy buena. Tuvimos la oportunidad de tener dos grandes entrenadores en el camino. En el 2000 teníamos a Fernando Ferretti, un entrenador brasileño con mucha historia en este deporte y nos dejó mucho aprendizaje”.

“En el 2003 llegó Venancio López, un entrenador español con mucho recorrido y participación en el fútsal mundial. Esto ayudó también; aunado a las participaciones internacionales que tenemos con fogueo de alto nivel con selecciones como Brasil, España y clubes de sus respectivas ligas…”.

Su presente, el banquillo técnico

Ahora ya no juega, pero su vínculo y amor con el fútsal es irrompible. Y el siguiente paso natural era hacerse cargo de una selección que conoce muy bien de cara al clasificatorio rumbo a la Copa Mundial de la FIFA de Fústal Lituania 2021, que Guatemala organizará.

“Veo a Guatemala bastante bien. Como ha pasado en los últimos clasificatorios, veo a mis muchachos con posibilidades de participar en un Mundial más y también con posibilidades de poder estar en la gran final del clasificatorio y poderla pelear”.

En su primera gran aventura con seleccionador pondrá toda su experiencia al servicio de sus jugadores:

“En su momento como jugador tuve la oportunidad de cometer muchos errores, errores que hoy puedo leerlos con anticipación y se los puedo transmitir a los jugadores. También brinda conocimiento para prevenir ciertas situaciones que se pueden ir dando en un partido y encaminar el juego a donde nosotros queramos”.

Todo está listo para buscar el boleto y querer hacer historia. Ya son dos seleccionadores los que han marcado al fútsal guatemalteco, ahora Estuardo de León quiere también dejar su nombre en las páginas del fútbol de Guatemala. Aunque eso sí, busca ser el primero forjado en las canchas, las calles y los barrios de Guatemala, con la bandera de su país bien tatuada en el alma.

“Me entusiasma quedar en la memoria. Estamos para eso y nos preparamos también. Hay que caminar el camino. Veremos en el torneo, pero estamos para intentar hacer historia. Tratar de pelear por este clasificatorio e intentar hacer un mejor Mundial de los que se han hecho hasta el momento y pasar a la siguiente ronda. Entusiasma mucho el poder poner tu granito de arena para el deporte guatemalteco”.