La localidad costera de Bibione (Italia) albergó la competición clasificatoria europea para la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA de este año. Nada menos que 27 selecciones nacionales pugnaron por las cuatro plazas en juego para la cita mundial, que se celebrará en la ciudad italiana de Rávena del 1 al 11 de septiembre de 2011.

La nutrida y bulliciosa afición que asistió al certamen fue testigo de excepción de 57 partidos oficiales, al término de los cuales, Ucrania se alzó con la corona continental. Así, el combinado ucraniano participará en la Copa Mundial junto al resto de las representantes europeas, Portugal, Suiza y Rusia, que también brillaron con luz propia. Los casi 82.000 espectadores que acudieron al estadio de Bibione disfrutaron de grandes dosis de emoción y suspense a lo largo de los ocho días que duró el torneo. Sobre la arena italiana se vivió el mejor fútbol playa, con tensión a raudales, vibrantes jugadas y paradas espectaculares.

Tras una fase de grupos tremendamente igualada y reñida, 16 de los 27 equipos participantes progresaron a la ronda eliminatoria. Los apasionantes octavos de final echaron por tierra las aspiraciones de Estonia, Holanda, Grecia, Francia, Azerbaiyán, Turquía y la debutante Moldavia, mientras que España, Rusia, Ucrania, Hungría, Suiza, Portugal, Rumanía y Polonia se mantuvieron en liza. Tras los cuartos, el grupo de supervivientes se redujo a Ucrania, Rusia, Suiza y Portugal.

Por la gloria Con el billete para Rávena 2011 en el bolsillo, ninguna de las cuatro aspirantes se durmió en los laureles, y todas ellas, sin excepción, lucharon con uñas y dientes para conquistar el título europeo. Ucrania tuvo que recurrir a una emocionantísima tanda de penales para vencer a Suiza en semifinales. Portugal, por su parte, derrotó a Rusia por 6-5, gracias en gran medida al buen hacer de sus dos rutilantes figuras, Belchior y Madjer.

En la final, Ucrania no dio ni la más mínima opción a los lusos, y desde los primeros compases del choque impuso su ley con un 3-0 en el marcador. La situación se presentaba muy cuesta arriba para Portugal, que a pesar de todo intentó con ahínco la remontada. Pero no pudo ser. Cuando sonó el pitido final, Madjer y compañía apenas habían logrado reducir distancias (4-2). En el partido por la tercera plaza, Rusia derrotó a Suiza (2-5) y confirmó que es una potencia en ciernes del fútbol playa.

En el capítulo de distinciones personales, los portugueses Madjer y Paulo Graça se adjudicaron el galardón al máximo goleador y al mejor guardameta respectivamente. Entretanto, el capitán ruso Ilya Leonov repitió como mejor jugador del certamen, un premio que ya había conseguido en la última edición del torneo de clasificación europeo para la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA, disputado en Castellón (España).