Una escena que se graba indeleblemente en la memoria es ver a los pescadores de Ecuador jugar al fútbol en las playas del país que baña el Océano Pacífico. Después de las largas noches de trabajo duro pescando y desafiando a los elementos, la flota de artesanos pone rumbo a sus pueblos y puertos de origen a lo largo de los mil kilómetros aproximadamente de costa que posee Ecuador. Desembarcan con sus capturas de lubinas, doradas y lenguados frescos que luego serán servidos como parte de exquisitos menús por todo el país.
Una vez que los pescadores concluyen su trabajo y fondean sus botes en las playas, llega la hora de jugar al fútbol, aprovechando los extensos arenales como canchas naturales. Se plantan un par de marcadores en la arena que hacen las veces de postes, se pone el balón en el centro y comienza el partido. Por asombroso que parezca, hay miles de pescadores que practican el mismo ritual a lo largo de la costa de Ecuador día tras día.
En el país andino se organizan competiciones de fútbol playa a lo largo de todo el año, que se disputan en las principales ciudades del litoral. Pero hay algo importante que falta. Todos juegan conforme a reglas particulares, muy alejadas de las normas y reglamentos establecidos por la FIFA para el fútbol playa. Así pues, la Asociación Ecuatoriana de Fútbol, dándose cuenta de que era necesario arreglar este asunto, solicitó la presencia de instructores de la FIFA para corregir y homologar el fútbol playa ecuatoriano durante un curso de entrenamiento organizado entre el 16 y el 20 de agosto en Guayaquil.
Imagínese lo que podremos hacer y lo lejos que podremos llegar una vez hayamos organizado el fútbol playa en el país.
El Secretario General de la Asociación Ecuatoriana de Fútbol, Francisco Acosta, comentó: "Éramos conscientes de que mucha gente juega al fútbol en las lindas playas de nuestro país, y de que había llegado la hora de incluir esa práctica dentro de la jurisdicción de la Federación y del paraguas de la FIFA. Ésta es una gran oportunidad para muchos de los jugadores jóvenes que viven en las regiones costeras de Ecuador. El año pasado tan sólo un gol agónico nos impidió clasificarnos para la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA en Dubai. Imagínese lo que podremos hacer y lo lejos que podremos llegar una vez hayamos organizado el fútbol playa en el país".
A través del curso de fútbol playa de la FIFA, la Asociación Ecuatoriana de Fútbol ha establecido determinados objetivos a corto y medio plazo. El primero es celebrar un campeonato de fútbol playa en la nación conforme a las reglas de la FIFA. Ecuador también se ha puesto a la cola de los países que desean hospedar el campeonato sudamericano de la disciplina, previsto para diciembre de 2011. El lugar que ha elegido para su candidatura es la localidad de Manta.
Los ecuatorianos pueden presumir de contar con un árbitro de la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA, Gonzalo Villavicencio, que participó en la última prueba reina en Dubai. También poseen una cancha reglamentaria de fútbol playa en la ciudad de Guayaquil, que en el pasado se ha dedicado principalmente al voleibol playa, pero que en el futuro será destinada a albergar seminarios y cursos de enseñanza para divulgar la práctica del fútbol playa.
Dos instructores de la FIFA, el costarricense Bolívar Montero y el argentino Héctor Petrasso, llegaron a Guayaquil con ganas de intercambiar experiencias y enseñar el primer curso de fútbol playa de la FIFA que se ha impartido en Ecuador. El programa del curso cubrió todos los temas importantes para permitir a los participantes entender la historia, el reglamento, los aspectos técnicos, el rol de los arqueros, las tácticas, los sistemas, las jugadas a balón parado y la organización de eventos. Todo esto, naturalmente, se desarrolló aparte de las clases para árbitros que se ofrecieron simultáneamente en las aulas y en el campo de Guayaquil.
Los participantes provenían de las provincias costeras de El Oro, Esmeraldas, Santa Helena, Los Ríos y Guayas, con la intención de adquirir los conocimientos y las técnicas que pudieran llevarse a casa y transmitir a los jugadores, entrenadores y árbitros de sus respectivos lugares. Toda esta valiosa información servirá para promover la popularidad del fútbol playa dentro del país, en conformidad con la filosofía del Presidente de la FIFA, Joseph Blatter, de cultivar el deporte rey.