Tori Penso tenía 10 años cuando su madre la dejó jugar al fútbol por primera vez. La negativa no tenía nada que ver con una cuestión de género. "Sencillamente, no quería que tuviera golpes y moretones en las piernas. Pero yo veía a mis dos hermanos patear el balón y solo me importaba hacer lo mismo", confiesa risueñamente a FIFA.com una de las árbitras estadounidenses que estará en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia & Nueva Zelanda 2023.

Sus primeros silbatazos también tuvieron que ver con su familia. "Mis hermanos arbitraban en ligas locales en Stuart, Florida, donde nací y crecí. A los 14 le dije a mamá que quería empezar a ganar mi propio dinero, y me respondió: 'Puedes hacerlo afuera o adentro del campo de juego donde pasas tanto tiempo'. Así empecé a dirigir partidos por plata, ya fueran de niños o de niñas".

En ese mismo 1999, la selección estadounidense que se consagró campeona del mundo en suelo propio causó un profundo impacto en Penso. "Unos de mis recuerdos favoritos es el festejo de Brandi Chastain tras anotar el penal del título. Fue la primera que vez que vi a una mujer como una atleta. Resultó inspirador y cambió mi perspectiva sobre el tema".

Así, a los 18, no solo compró su primer auto gracias "al trabajo de árbitra", sino que sus condiciones le valieron una invitación al campamento de arbitraje organizado por el Programa de Desarrollo Olímpico en Texas. "Era la primera vez que salía de Florida, y aún sigo en contacto con mucha gente que conocí allí. Pero, sobre todo, empecé a apreciar al arbitrar como el arte que es para mí ahora", cuenta Penso, hoy de 36.

En ese entonces, jugaba al fútbol mientras cursaba Marketing en la Universidad, pero el arbitraje no aparecía en su horizonte de posibilidades. "No había árbitras dedicadas a tiempo completo en Estados Unidos, así que no lo veía todavía como una carrera. Pero sí entendía que era para mí algo más que un trabajo temporal, y que quizás me permitiría conocer mejor mi país y, por qué no, el mundo".

En el camino al momento que decidió a cambiar su trabajo en una agencia de publicidad por el arbitraje, Tori conoció a Chris Penso, también árbitro, con quien se casó y tuvo tres niñas. De hecho, cuenta, la gota que rebalsó el vaso llegó durante el Mundial de Francia 2019, con su hija menor todavía en brazos.

"Sabía que no podía mantener ambas actividades al mejor nivel, y vi que empezaba a tener oportunidades a nivel profesional en el arbitraje, entonces tomé la decisión, con apoyo de la familia, para ver hasta dónde me llevaba. Y me ha dado más de lo que podía imaginar", dice Penso.

¿Qué tuvo que ver el Mundial de Francia? "Conocer las historias de tantas mujeres dentro de las canchas, algunas de las cuales eran madres, fue inspirador. Y pensé: 'Quizás en cuatro años yo pueda estar ahí'. Por eso cuando miro para atrás aún me cuesta creerlo".

Los hitos empezaron a sucederse en su nueva carrera: en septiembre de 2020, fue la primera árbitra en dirigir un partido de la MLS en más de 20 años. "Era un 'objetivo a largo plazo' para mí cinco años atrás. Haberlo logrado, y no solo una vez, fue magnífico. Ahora soy árbitro principal de la PRO [Organización de Árbitros Profesionales] en la MLS. Así que seguimos trabajando y poniéndonos a prueba".

En 2021 continuó haciendo historia, pero a nivel Concacaf: además de ser la primera en dirigir y en liderar una terna toda femenina en sendos partidos de competiciones masculinas de clubes, en junio se convirtió en la primera mujer en arbitrar un duelo eliminatorio para una Copa Mundial de la FIFA. "Estoy orgullosa: si miramos al mundo, es asombroso lo que están consiguiendo las mujeres", dice con humildad.

En 2022, dirigió cinco juegos de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA de Costa Rica, incluyendo una de las semifinales. Sumando logros, es lógico que Penso sea hoy una inspiración para otras, incluyendo sus tres hijas. ¿Alguna amaga con continuar el legado familiar?

"Durante la última Copa She Believes, las tres llenaron un poster en el que debían completar la frase 'Yo creo que...": la de 8 años escribió que sería futbolista profesional; la de 6, que jugará al fútbol y no lo dejará; y la de 5, que sería árbitra. ¡Contarán con todo nuestro apoyo, claro!", dice entre risas.

En estos días, Penso dividide su tiempo entre sus obligaciones y la preparación para el inminente Mundial Femenino. Como siempre, comparte, "hay discusiones sanas en casa sobre arbitraje con Chris, quien además es Oficial de Video Arbitraje de la FIFA, lo que me ayuda a sumar otra perspectiva a la hora de conducir los juegos".

Reconoce que la ansiedad existe, pero se focaliza en "trabajar en los detalles y mejorar todos los días un 1% para llegar de la mejor forma posible". En breve, deberá pensar en las maletas, y hay algo que no faltará: "Una foto de mi familia que me acompaña a todos lados. Sino no fuera por ellos, jamás hubiera hecho realidad todo esto".