Durante la rueda de prensa previa al inicio de la Copa Mundial de la FIFA, el presidente de la Comisión de Árbitros de la FIFA, Pierluigi Collina, ya avisaba de que había que compensar el tiempo perdido debido a los diferentes incidentes específicos que ocurrían durante un partido.

El objetivo era aumentar el tiempo real de juego, y con los encuentros analizados hasta la fecha, se puede confirmar que se han dado los pasos correctos para lograrlo.

"El asunto de los partidos que duran bastante poco, incluso menos de 50 minutos de tiempo real, es algo que viene de lejos. La gente quiere ver fútbol, quiere ver más fútbol. A nosotros, como FIFA, junto con la IFAB, se nos ha pedido durante años que hagamos algo", destaca Collina.

Esta batalla no es nueva para el presidente de la Comisión de Árbitros de la FIFA, que ya desde la Copa Mundial de la FIFA de 2018 trabaja con este objetivo entre sus prioridades. "Ya en Rusia hicimos algo en este sentido. Pedimos a los árbitros que calcularan con más precisión el tiempo de descuento que se daría al final de cada tiempo", resalta.

Es por eso que el llamado FIFA TEAM ONE, el que forman los 129 oficiales de partidos en Catar, tiene clara la premisa. "Le hemos dado a nuestros árbitros algunos incidentes específicos que deben ser consideradas de forma precisa, en particular el tiempo dedicado a las lesiones de los jugadores. Esto ya estaba calculado, pero hemos visto que hay muchas lesiones que necesitan más de un minuto para que se traten", nos cuenta Collina, aprovechando para explicar un poco más el sentido de esta nueva norma.

Las sustituciones, que ahora pueden llegar a diez en un partido en lugar de las anteriores seis, las lesiones, las revisiones del VAR o el tiempo que se pierde celebrando un gol son otros de los caballos de batalla a la hora de ampliar el tiempo de juego real y que ese tiempo sea compensado.

Un buen ejemplo general de todas estas incidencias se dio durante el partido de la primera jornada del Grupo B entre Inglaterra y la RI de Irán, con un añadido que llegó hasta los 23 minutos entre ambos periodos.

"Tuvimos al portero de la [RI de] Irán que se lesionó y fue tratado durante unos 11 minutos en total y un jugador inglés con una lesión que duró tres minutos. Por eso 14 de los 23 minutos fueron para estas dos lesiones específicas. Y hay que recordar que se marcaron ocho goles, con sus celebraciones, más un retraso en la reanudación del juego debido a una comprobación del VAR y una revisión en el terreno de juego. Muchos incidentes que causaron que se diera esa cantidad tan grande de tiempo añadido", nos cuenta.

La aplicación de estas nuevas recomendaciones ha supuesto que el tiempo real de juego en las jornadas disputadas sea de casi una hora de partido, un considerable aumento. Destacando el Francia – Australia, que se fue a 67 minutos y medio de juego real, pero que se explica en que la media del tiempo de descuento que se añade en los partidos haya aumentado hasta los diez minutos.

"Si nos remontamos a Rusia, la media era de seis minutos y medio. Allí hubo seis sustituciones frente a las diez actuales [en la Copa Mundial 2022], y si lo adaptamos con las cuatro sustituciones añadidas, podemos suponer un minuto más… Así que pasamos de 7:30 en Rusia a los 10 de aquí en Catar, lo cual no es un cambio dramático, pero nos ofrece la posibilidad de tener hasta ahora una media de casi 59 minutos de tiempo real de juego. Nos hace estar bastante contentos con el resultado", destaca Collina.

"Diría que es positivo, sobre todo pensando en el público, de los espectadores en el estadio. Entre la gente que conocí no hubo ninguna reacción negativa. Creo que es importante ofrecer a los espectadores en el estadio, y a los que lo ven por televisión, un buen espectáculo y un buen entretenimiento", concluye.