Son, el que soñaba jugar contra Alemania

Cuando Son Heungmin saltó al campo en el minuto 70 del partido contra Fiyi, República de Corea ya ganaba por 4-0. El exjugador del Bayer Leverkusen, que desde el verano de 2015 milita en el Tottenham Hotspur inglés, sólo necesitó dos minutos para anotar el quinto gol del combinado surcoreano. El partido acabó con un contundente 8-0 a favor de los asiáticos.

El domingo, República de Corea se medirá a Alemania en un duelo correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos.FIFA.com ha dialogado en exclusiva con Son acerca de lo especial que este partido resulta para él, así como de antiguos compañeros y de la lucha por las medallas.

 ¿Qué le pareció la actuación de su equipo en la primera jornada?En la primera parte tuvimos algún problema para superar la defensa del rival, que salió a parapetarse atrás con todos sus jugadores. Era muy difícil marcar goles. Por suerte, logramos abrir la lata antes del descanso. A partir de entonces ya tuvimos más espacios y generamos más ocasiones. En cualquier caso, no estoy totalmente satisfecho con la actuación del equipo, porque sé que podemos jugar mejor.

República de Corea se medirá a Alemania en la segunda jornada. Dado que jugó usted varios años en la Bundesliga, ¿tiene este duelo un significado especial?Sí, se trata de un partido especial para mí. Conozco a muchos jugadores, como Julian Brandt y Lars Bender. Jugamos juntos en el pasado y me hace mucha ilusión. De hecho, llegar a enfrentarme a Alemania con mi selección era uno de mis sueños.

De cara al partido del domingo, ¿hasta qué punto le puede resultar útil la experiencia que adquirió durante su etapa en Alemania?Esa es una pregunta difícil de responder. Los jugadores alemanes tienen mucha calidad, y la mayoría de ellos juegan en una gran liga como es la Bundesliga. Yo también pasé por la liga alemana y, lógicamente, adquirí una experiencia valiosa durante esa etapa. Tengo que hablar con mis compañeros sobre las cosas que podemos mejorar y ayudarlos.

Usted jugó varios años en el Hamburgo, y Horst Hrubesch, el actual seleccionador de Alemania, es un ídolo histórico de ese club. ¿Lo saludará?Sí, claro, ¿por qué no iba a hacerlo? Es una leyenda en el Hamburgo. En ese club pasé años muy buenos que nunca olvidaré, como tampoco olvidaré a la afición. Y es que Hamburgo es mi segunda casa.

¿Qué importancia tiene su entrenador Uli Stielike, que es alemán, para su evolución?Tiene mucha importancia. Queríamos un entrenador europeo a toda costa. Pensé que sería bueno tener un técnico que hablase alemán. Desde la llegada de Uli Stielike hemos mejorado mucho, tanto en el aspecto táctico como en términos generales. Tanto en lo colectivo como en lo individual, Stielike es muy importante para que República de Corea siga creciendo.

Usted tuvo una actuación brillante en la Copa de Asia, por lo que las expectativas serán también elevadas. ¿Cómo gestiona la presión?No me supone un problema. Se habla más de mí porque he hecho buenos partidos con mi club y porque he conseguido logros importantes en la Bundesliga y en la Liga de Campeones. La única pena es que no he ganado títulos. Está claro que hay muchas esperanzas depositadas en mí, pero lo llevo bien. Cuando estoy bajo presión rindo más. Me gusta.

¿Cómo describiría su papel en el equipo? ¿Se considera un líder?Supongo que sí. No soy el más veterano del plantel, pero sí uno de los de más edad. Tengo que unir a los chicos, marcarles el camino y, en definitiva, asegurarme de que todo va bien (ríe). Soy el jugador con más experiencia.

Ya para terminar, ¿qué significa para usted tener la oportunidad de participar en unos Juegos Olímpicos?Es algo muy especial. Quería estar aquí a toda costa, porque ya he jugado un Mundial y dos Copas de Asia, así que me faltaba una cita olímpica. Para mí era un sueño tener a Shin Taeyong como seleccionador, puesto que lo conocí cuando era muy joven. Hemos hablado mucho al respecto y él también tenía muchas ganas de contar conmigo en su equipo. Quiero llegar lejos en estas Olimpiadas, porque no he venido a pasarlo bien. Sé que no será fácil, pero queremos conquistar una medalla.