lunes 07 febrero 2022, 18:00

Rony: “Edmundo me impactó mucho”

  • El Palmeiras ganó la Copa Libertadores 2021 con seis goles de Rony en diez partidos

  • El jugador, de 26 años, cree que el club de São Paulo puede ganar EAU 2021

  • Nos habla de su dura infancia y de lo que aprendió de Edmundo

Ronielson tenía entonces seis años. Aquel recuerdo es uno de los primeros que conserva. Y sin duda es el que más le ha cambiado la vida.

Se despertaba al amanecer, después de dormir en una precaria cama de madera desprovista de colchón, en una zona pobre de Pará. Él, sus dos hermanos y sus dos hermanas tenían que levantarse muy temprano para trabajar de rodillas, quitando malas hierbas y plantando semillas en un campo polvoriento. Con ello ganaban un poco de dinero para comprar el pan que les permitía paliar el hambre.

Un día, se paró un coche. El hermano de Rony se subió a él. Regresó unas horas más tarde lleno de sudor y con las cicatrices que le había dejado jugar un partido de fútbol en un campo lleno de baches... y unos cuantos billetes en el bolsillo, que sirvieron para comprar a los cinco hermanos tostadas, un lujo que los extasió. “Qué bien”, pensó Rony. “Es estupendo que mi hermano haya podido ir en un coche. Mucho mejor que que le pagasen por jugar al fútbol”.

Rony decidió en ese momento que quería ser futbolista profesional. Tuvo que oír que, al ser de Magalhães Barata, debía ser realista. Pero la realidad es que ahora está representando al Palmeiras en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA EAU 2021™. Rony fantaseó en 2002 con cumplir aquel sueño y ahora, en 2022, a los 26 años, tiene otro: poder contarle en el futuro a su hijo, que se llama como él, que es campeón del mundo.

FIFA: ¿Cómo fue su infancia en Pará? Rony: Muy difícil. Tuve una vida muy dura. Éramos pobres. Le aseguro que no fue fácil llegar hasta donde estoy hoy partiendo de donde partí. No tengo palabras para expresar el orgullo que es representar a Vila Quadros, a Magalhães Barata, al estado de Pará. Me siento muy agradecido y muy honrado de tener tantos seguidores de allí. Espero conseguir que se sientan orgullosos ofreciendo un gran desempeño en este Mundial de Clubes, representando al estado de Pará. El estado de Pará es enorme, como la afición del Palmeiras. Representarlos a los dos es un gran honor para mí, me hace sentir orgullosísimo. Hablando de ser del Palmeiras, a usted se lo inculcaron de niño… Toda mi familia es del Palmeiras. Fue estupendo, porque el Palmeiras tenía muchísimos jugadores increíbles en aquella época, y en los últimos años también. Uno de los que más me impactaron fue Edmundo. Escribió una bonita historia en el Palmeiras. Era un jugador sensacional y marcó muchos goles con el equipo. Yo hablo mucho con él, contesta a los mensajes que le mando. Me ha ayudado mucho.

¿Qué falló en el último Mundial de Clubes? Lo del año pasado fue totalmente distinto. El calendario de partidos fue una locura. Llegamos a Catar sin tiempo para entrenarnos. Nos sentimos como si estuviéramos todo el tiempo dentro de las habitaciones, atrapados. La zona horaria es completamente diferente, no nos dio tiempo a adaptarnos, no podíamos dormir bien. Procuramos hacerlo lo mejor posible, pero no logramos los resultados que queríamos. Pero aun así fue una gran experiencia, aprendimos de ella y ahora tenemos la oportunidad de compensarlo. ¿Qué le pareció la despedida que les brindaron los hinchas del Palmeiras? La familia del Palmeiras organizó una fiesta fantástica para despedirnos rumbo a Abu Dabi. Vinieron muchísimos aficionados. Eso marca la diferencia dentro de la cancha. No se puede explicar el incentivo que nos da para poder ser campeones. Estoy seguro de que con la energía positiva de todos y cada uno de ellos vamos a poder alcanzar el objetivo de ser campeones del mundo.

¿Qué se siente al regresar al Mundial de Clubes? Estoy muy agradecido de estar aquí. Es un sueño. Son pocos quienes consiguen ir dos veces a un campeonato del mundo. Me siento muy feliz. Doy gracias a Dios por esta oportunidad que me ha dado. Lo que siento es totalmente distinto a la primera vez que estuve. Voy a disfrutarlo al máximo, porque estas cosas no pasan todos los días. Voy a entregarme para que el Palmeiras pueda ser campeón del mundo. No solo por el Palmeiras y por mí mismo, por tener este título increíble en mi historial, sino también por mis hijos. Sería increíble decirle a mi hijo en el futuro que su padre es campeón del mundo. ¿Se ha marcado otros objetivos en el torneo? Uno sueña, claro. Uno sueña con marcar un gol en el Mundial de Clubes, con marcar el gol de la victoria en el partido, con ser elegido mejor jugador del partido. Pero lo que realmente importa es hacer todo lo posible para que el Palmeiras se proclame campeón.

Están haciendo que los jóvenes hagan algún rito de iniciación delante de todo el plantel en Abu Dabi, ¿no? (Risas) Sí, estamos de broma. Cada vez que llega un jugador nuevo, le hacemos cantar y bailar delante de todos. Y no se lo vamos a perdonar a nadie por estar aquí. Yo lo hice cuando llegué al Palmeiras, ¡así que ellos también van a tener que hacerlo! También es positivo para nosotros, así desconectamos y nos reímos con los jóvenes.

Por último, ¿qué opinión le merece Abel Ferreira? No hay palabras para describir lo buen entrenador que es. Nos da mucha confianza. Trabajar con él es todo un privilegio. Lo deja todo muy bien preparado, se ocupa de todos los pequeños detalles para hacérnoslo fácil a los jugadores. Es un gran hombre, un hombre de carácter, y un entrenador increíble.