"Antes de convertirse en mi profesión, el fútbol solo era un pasatiempo, la agricultura era mi actividad principal. Solo podía jugar al fútbol cuando terminábamos el trabajo de la granja. ¡Mi único objetivo era tener una granja!".

Estas palabras transmitidas por la prensa nigeriana son las del lateral del Oporto y de las Súper Águilas Zaidu Sanusi, originario del estado de Kebbi. Pero bien las podrían haber pronunciado miles de jóvenes de esta misma región del noroeste de Nigeria, con 4,4 millones de habitantes y situada en la frontera con Níger y Benín. Un lugar donde el fútbol solo es secundario por obligación, pero, como demuestra Zaidu Sanusi, talento no falta.

Por eso no es casualidad que Birnin Kebbi, capital del estado, fuera elegida en 2020 para albergar la construcción de un terreno de juego. Su césped artificial está a disposición de jóvenes, chicas y chicos de la región, como también lo estará pronto el de Ugborodo, más al sur, aún en obras. Estos ambiciosos proyectos, llevados a cabo por la Federación Nigeriana de Fútbol (FNF), han contado con el apoyo financiero de la FIFA, a través de su Programa Forward, por importe de 2 millones de dólares.

Porque el crecimiento del fútbol a nivel mundial es el principal objetivo de esta iniciativa, que acaba de emprender su tercer ciclo. Y si Forward 3.0 permite al organismo rector del fútbol mundial redoblar sus esfuerzos y sentar bases más sólidas para favorecer este crecimiento, fomentar la construcción de infraestructuras sigue siendo un impulso para todo el proceso.

"La meta es simplemente desarrollar el fútbol en esta región. De los siete estados que conforman la región del noroeste [NDRL: en Nigeria hay 36 estados], Kebbi es el que cuenta con más equipos de aficionados. Paradójicamente, también es sin duda el que dispone de menos infraestructuras para la práctica del fútbol", explicó Alhadji Abubakar Ladan, representante de la Federación Nigeriana de Fútbol para el estado de Kebbi. "La FNF es consciente de los esfuerzos desplegados para desarrollar el fútbol aquí, pero estos esfuerzos se ven obstaculizados por la falta de instalaciones. Esta cancha artificial es un empujón, un impulso".

En todo caso, no ha hecho falta más para motivar y colmar a los y las jóvenes futbolistas locales. Allí han anidado ya las Súper Halconas y las Súper Águilas del futuro. Pequeños partidos amistosos, grandes encuentros oficiales y sesiones de entrenamiento se suceden en un terreno de juego único en su especie, rodeado de una tribuna que casi siempre está repleta de entusiastas.

"Para nosotros, el fútbol se limitaba a un deporte de calle. Así que solo podemos estar contentos de poder jugar en esta preciosa cancha", apuntó Zeynup Dauda, adolescente de Birnin Kebbi. "Este deporte significa mucho para mí. Tiendo a aburrirme un poco en casa, pero cuando estoy sobre una cancha, es algo mágico: se me olvida todo. Mi gran sueño es jugar en un gran equipo, en un gran estadio, sobre una gran cancha. Quiero jugar en todo el mundo. ¡Quiero jugar por todo el país!".

Zaidu Sanusi ha mostrado el camino a toda la región. Nada es imposible. Hay puentes que conducen de las calles a los terrenos de juego, de las granjas a los más grandes estadios del mundo... de los sueños a la realidad.