martes 20 diciembre 2016, 18:35

Rosario, el fiel escudero de Fernando Santos

Todo capitán necesita a su mano derecha. Todo general necesita a su lugarteniente. Todo líder necesita un segundo a su lado. También en el fútbol. Cuando encuentran a la persona adecuada, la conservan. El seleccionador de Portugal, Fernando Santos, así lo ha hecho durante gran parte de su carrera.

El técnico campeón de la UEFA EURO 2016, candidato al Premio The Best al entrenador de la FIFA 2016 de fútbol masculino, se ha preocupado de tener muy cerca a Jorge Rosario ya desde sus primeros pasos en los banquillos, hace un cuarto de siglo.

Jorge Rosario, quizás un nombre desconocido para mucha gente, ha sido entrenador asistente durante gran parte de este tiempo, además de incorporarse a última hora al cuerpo técnico del combinado portugués para la Eurocopa en calidad de ojeador. Y su contribución a la trayectoria de Santos no puede pasarse por alto. Aunque no sea dado a las entrevistas, ha aceptado hablar para FIFA.com de la amistad que los une y de cómo Santos se ha convertido en uno de los mejores entrenadores del mundo y un verdadero héroe nacional.

Después de encontrarse con él en los terrenos de juego de Portugal en los 80, un joven Santos, durante su primer trabajo como técnico, invitó al entonces veterano centrocampista a acompañarlo en el Estoril, conjunto de la segunda división. “Era un equipo muy joven”, recuerda Rosario. “Yo siempre era el jugador más experimentado del plantel, e intentaba ser la voz del entrenador dentro del campo”.

“Fue una primera temporada asombrosa, acabamos ascendiendo en el último minuto. Era un equipo muy joven, repleto de talento, y nos sentimos muy orgullosos de lo que conseguimos”.

Aquella campaña de 1990/91 permitió a Santos alcanzar por primera vez la división de honor, y desde entonces no ha dejado de entrenar en la élite. Al cabo de otras dos temporadas, Rosario se marchó al Alverca, aunque su separación no duraría mucho, y pronto se sucedieron nuevos éxitos. “Me dijo: ‘cuando juegues tu último partido, ven conmigo al Estrela da Amadora para ser mi ayudante”, dice Rosario. “Y llevo con él desde entonces, en distintos puestos, en todos los títulos que ha ganado”.

El primer gran trofeo llegó en el Porto, la conquista del Penta, el quinto título consecutivo del club, la primera vez que Santos dirigía a un grande. En opinión de Rosario, apenas hay diferencias entre el hombre que alzó aquel título en 1999 y el que se proclamó campeón este año en el Estadio de Francia, aunque considera que el deporte ha cambiado a su alrededor. “Básicamente, sigue siendo la misma persona sencilla, pero el contexto es muy distinto. El fútbol de hoy en día no puede compararse con el de hace 25 años”, analiza el excentrocampista, quien recalca que Santos sí ha mejorado como entrenador en este tiempo.

También considera que la mentalidad abierta del seleccionador y su deseo de mejorar le han permitido crecer en este deporte. “Se enfada un poco cuando pierde”, admite, no obstante. “Es un líder nato. Podría decirse, en broma, que él es el general y nosotros, el cuerpo técnico y los jugadores, sus oficiales y soldados. Dentro de la cancha nunca pierde la calma y, por encima de todas sus demás cualidades, es una buena persona”.

Odisea griega Esas cualidades se vieron sometidas a una exigente prueba cuando, después de tres buenos años en el Porto, se atrevieron a dejar Portugal, donde habían adquirido una posición confortable, para dirigir al AEK Atenas griego. Hubo dificultades, pero la aventura les reportó éxito y fama, y la amistad que los unía se fortaleció todavía más.

“En Grecia, lo más difícil fue adaptarse al idioma. Aprender griego es complicado”, reconoce Rosario. “Tuvimos una relación más estrecha porque yo pasaba mucho tiempo con él y su esposa, sobre todo en el primer año. Como siempre, se portaron muy bien conmigo”.

“Los griegos te adoran o te detestan, y, en el caso de Fernando Santos, no tardó en convertirse en un rey. Era muy querido en Grecia, fuese cual fuese su club. Y cuando a uno lo tratan con cariño y respeto, todo se vuelve más fácil”.

Rosario recuerda con entusiasmo una ocasión en la que ese trato regio que se brindaba a Santos se manifestó de forma espectacular. “Me encanta una anécdota que se produjo en Grecia cuando estábamos en el AEK. Fernando tuvo algunos desencuentros con el presidente del club, y dijo que iba a marcharse. Después nos fuimos a casa y nos quedamos dos días encerrados, porque nevaba mucho”.

“Estando allí, salí a dar un paseo por la tarde al campo de entrenamiento. Los muros eran muy altos, pero me fijé en que había una persona en silla de ruedas. Salí y detrás de las puertas vi que había más de 3.000 aficionados coreando el nombre de Fernando. Decían que el presidente podía irse, pero que Fernando tenía que quedarse. Volví a casa y le dije: ‘Fernando, tenemos unos problemillas fuera, es mejor que vayas y lo veas…’. Después de eso, nos quedamos en el AEK”.

Tras esa etapa en el AEK, pasaron por Panathinaikos y PAOK, además de Benfica y Sporting de Lisboa, al volver a Portugal, antes de separarse cuando Santos se hizo cargo de la selección griega, después de ser elegido mejor entrenador de la década en Grecia. A sus órdenes, los helenos obtendrían la mejor clasificación de su historia en la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™, alcanzando los octavos de final.

Volvieron a reunirse este verano, después de que Rosario siguiese trabajando como entrenador asistente en la Primeira Liga portuguesa, algo que el ayudante destaca especialmente. “Siempre le estaré agradecido a Fernando por haberme dado esta oportunidad”, dice acerca de su triunfo en Francia. “Somos profesionales, y separamos la amistad del fútbol, pero poder trabajar con él en la Eurocopa 2016 fue la mayor alegría de mi carrera, ¡y ya llevo bastantes años en esto!”.

Todas las miradas están ahora puestas en torneos como la Copa FIFA Confederaciones Rusia 2017 y el Mundial del año siguiente, con Rosario ya en su puesto habitual de asistente de la selección. Pero el amigo de Santos desde hace más de dos decenios no tiene ninguna duda de que los logros del estratega portugués este año deben ser reconocidos en los The Best FIFA Football Awards™ el 9 de enero, en Zúrich.

“ es merecidísima”, insiste Rosario. “Ganar la Eurocopa contra Francia en París fue algo de ensueño. Somos un país pequeño, y tuvimos que enfrentarnos a los mejores. Y, como David contra Goliat, ganamos, y Fernando Santos también debe ganar este trofeo. Nadie ha sido mejor que él en 2016”.