lunes 27 septiembre 2021, 13:00

Oladghobad sigue aprendiendo, pero ya quiere ganar

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  • Moslem Oladghobad disputa su primer Mundial con la RI de Irán

  • Brilla por su talento individual en un bloque colectivo bien engrasado

  • Sitúa a su selección entre las favoritas con Argentina, Brasil y España

“La mayoría de los jugadores que estaban en la cancha ese día siguen estando en el equipo hoy. Hablamos de ello regularmente; nos acordamos de hasta qué punto fue doloroso”, confesaba hace unos días a confesaba hace unos días a confesaba hace unos días a , capitán de la RI de Irán, en relación a la cruel derrota ante Rusia en las semifinales de la Copa Mundial de Futsal de la FIFA Colombia 2016. 

Moslem Oladghobad, por su parte, vivió esa decepción desde la distancia, ya que es uno de los escasos iraníes del combinado actual que está estrenándose en una cita mundialista con motivo de Lituania 2021.

Sin embargo, el jugador más joven de la plantilla –aunque ya tenga 25 años– ya ha hecho suyo el objetivo de todas las figuras veteranas de la selección Melli. “Esta vez, nuestro objetivo es llegar a la final y ganar el campeonato”, anuncia unas horas antes de enfrentarse a Kazajstán en cuartos de final. 

Frente a la mejor defensa del campeonato, Irán propondrá un ataque que brilló intensamente en los octavos de final, con 9 goles marcados –y multitud de ocasiones– frente a Uzbekistán. Pero al mismo tiempo, los iraníes también recibieron 8… Y Oladghobad lo sabe: los rivales no perdonarán semejante fragilidad defensiva una segunda vez.

“Es absolutamente necesario trabajar en nuestra defensa, y debemos mejorar en las fases posteriores”, admite el ala del Kerap Alvand FSC. “Fue una situación concreta que no supimos gestionar bien. Cuando tenemos varios goles de ventaja, no debemos perder la concentración, y es crucial que sigamos trabajando en la faceta defensiva”, avisa.  

No inferiores a nadie

Una victoria que se presumía fácil con un primer tanto tempranero, y con una ventaja que subió a los cuatro goles en el segundo periodo (8-4), finalmente se obtuvo sufriendo hasta el pitido final, lo que tal vez explique las celebraciones comedidas en las filas iraníes.

Pero ese no es el único motivo: “Uzbekistán es una selección muy buena y estábamos orgullosos y aliviados por haberla vencido, pero nuestras expectativas son más altas”, anuncia Oladghobad, que sitúa a Irán entre las candidatas al título, aunque muchos solo vean en ella a una simple tapada.

“Nos consideramos como una de las mejores selecciones, y como una de las favoritas del campeonato. Es cierto que Argentina, Brasil y España son selecciones muy buenas, pero no nos sentimos inferiores”. 

Sobre todo, el Team Melli posee, según su joven ala, un argumento de peso con el que plantar cara a esos combinados que disponen de los mejores jugadores del planeta.

“Yo no soy más que una pieza de un equipo que tiene el juego colectivo como principal arma”, subraya Moslem, seguramente el jugador más dotado técnicamente de los campeones de Asia. “Prefiero que seamos eficaces en equipo a que destaque un talento individual. Y este equipo tiene muchísimo talento, y por eso es eficaz”. 

Moslem Oladghobad of Iran (1)

Elegir el momento adecuado

Pero si bien la RI de Irán es una maquinaria colectiva perfectamente engrasada –aunque privada por lesión de su mejor jugador, Hossein Tayebi, desde el principio del campeonato–, a veces una individualidad destaca sobre el resto; como el propio Oladghobad, que causó sensación contra Uzbekistán por su velocidad, su calidad en el regate, su conducción del balón y su eficacia ante la portería contraria.  

“Es cierto que tener un talento individual es una baza, y los demás jugadores y el entrenador me piden que utilice esas cualidades técnicas”, admite.

“Pero siempre es una cuestión de oportunismo. Hay que elegir el momento adecuado para hacerlo”, precisa este admirador de Lionel Messi en el fútbol y de Ferrão en el futsal; que insiste en que los jugadores más experimentados le animan a aprovecharse de sus cualidades. “Son ejemplos; siempre han tenido una actitud muy indulgente conmigo. Aceptan los errores, me animan y siempre aprendo de ellos”. 

La única experiencia que espera no aprender nunca de sus compañeros mayores es la de la derrota antes de haber levantado el trofeo…