A Cristiano Ronaldo no le faltan precisamente récords de goles, y a Bevis Mugabi nunca le pasó por la cabeza que fuese a batir ninguno de ellos. Sin embargo, este defensa ugandés se convirtió en una especie de sensación de las redes sociales a principios de este año, cuando un colosal salto suyo para rematar de un testarazo con su club, el Motherwell escocés, eclipsó la marca establecida por la famosa acción de CR7 que desafió las leyes de la física contra el Sampdoria.

“Imagino que es algo que podré enseñar a mis hijos en el futuro”, afirma Mugabi en declaraciones a FIFA.com. “Para ser sincero, no tuve ni idea de cuánto había saltado hasta uno o dos días después, cuando mi Twitter e Instagram empezaron a volverse locos. Así me enteré de que había batido el récord de Ronaldo. Y estuvo muy bien”. 

“Siempre he saltado bastante alto, pero nunca le había llamado mucho la atención a nadie. Ahora, cuando subo a las jugadas a balón parado, creo que los defensas rivales me vigilan más, sin duda”. 

Además de esta mayor atención por parte de los zagueros contrarios, Mugabi recibió también algo que no quería, algunos ataques a través de Internet, en forma de mensajes directos de admiradores de Cristiano enojados. La pregunta es: ¿se ha convertido su salto récord en una maldición, más que en una bendición? 

“En cierto modo, sí. Cuando marqué el gol y mi Twitter se volvió loco, me dio la impresión de que era excesivo”, admite. “Aún sigo recibiendo notificaciones”. 

“Al final acabé desactivándolas en Twitter e Instagram, porque se volvió un poco estúpido. Pero entiendo el revuelo que se causó, porque Cristiano Ronaldo es una superestrella mundial, una leyenda que seguirá viva durante años y años, y que mencionen tu nombre junto al suyo no deja de ser algo especial”.

Que los nombres de ambos coincidan en una noticia es una cosa. Pero el objetivo declarado de Mugabi es estar en la misma cancha que él, en el mismo torneo que todos aspiran a disputar. 

Su esperanza es que, si Ronaldo alcanza su quinta Copa Mundial de la FIFA™ el año que viene en Catar, las Grullas de Uganda sean uno de los equipos que se interpongan entre el astro portugués y la gloria. 

“No veo por qué no deberíamos aspirar a la clasificación”, afirma. “Mi opinión es que no debemos poner límites a nuestros objetivos ni ambiciones. Y no creo que ir al Mundial sea algo poco realista para nosotros”. 

“Con los jóvenes que vienen pidiendo paso, no veo ninguna razón por la que no podamos estar entre los aspirantes a ir a Catar”. Y habida cuenta de los logros de la selección desde que Mugabi —central nacido en Inglaterra que pudo optar a ir con las Grullas por sus padres ugandeses— fue convocado por primera vez, en 2018, esa fe es comprensible. 

El punto álgido de la carrera como internacional de este jugador de 26 años sigue siendo la edición de 2019 de la Copa Africana de Naciones, un torneo en el que, hasta hace poco, Uganda llevaba más de tres décadas y media sin siquiera participar. “Justo antes del torneo, sobre todo por cómo nos habíamos preparado, tuve la corazonada de que íbamos a sorprender a muchas de las selecciones que había allí. Y eso es exactamente lo que hicimos”, recuerda sonriendo. “Al final llegamos a octavos, después de superar una liguilla complicadísima, en la que estaban Egipto, el Congo y Zimbabue”.

“La selección está teniendo una progresión estupenda. Antes la clasificación para la Copa Africana de Naciones era algo que no se recordaba, ahora la expectativa es que estemos allí. Y también queremos ir al Mundial. Tengo la impresión de que es el siguiente paso para este equipo, y nuestro próximo reto es alcanzar ese nivel”.

¿El mejor jugador ugandés actual? Miya Farouk. ¿El mejor jugador ugandés de todos los tiempos? Denis Onyango. ¿El mejor jugador africano actual? Mo Salah. ¿El mejor jugador africano de todos los tiempos? Didier Drogba. ¿El mejor jugador del mundo actual? Cristiano Ronaldo. ¿El mejor jugador de todos los tiempos? Pelé. ¿La mejor selección nacional de África? Marruecos. ¿Cuál es su principal cualidad? Soy fuerte y potente, así que seguramente defender en el uno contra uno.