sábado 14 mayo 2016, 08:40

Marozsán, siempre a tope

Dzsenifer Marozsán es una de las futbolistas alemanas más talentosas de la actualidad. Disputó su primer partido de Bundesliga con apenas 15 años, y a día de hoy continúa siendo la jugadora más joven en haber debutado en la primera división alemana. Marozsán, que ya tiene 24 años, también brilló en las distintas categorías inferiores de la selección germana. En la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Nueva Zelanda 2008, la centrocampista maravilló a propios y extraños con su velocidad y su chispa con el balón en los pies. Dos años después jugó la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA en Alemania, su primer gran torneo, que coronó con la consecución del título. En la edición de 2012 también formó parte de la expedición alemana que viajó a Japón, pero en aquella ocasión no obtuvo la recompensa final.

¿Cuáles son sus mejores recuerdos de estos dos torneos? "Lógicamente, el Mundial que ganamos en Alemania en 2010", asegura Marozsán en su entrevista exclusiva con FIFA.com. "Fue el momento más especial. En Japón también lo hicimos muy bien, pero caímos en la final, donde concedimos el único gol en contra de todo el certamen. Nos dio mucha rabia, pero guardo recuerdos muy bonitos de ambos Mundiales. Me divertí muchísimo y los recuerdos siempre serán positivos", añade.

Ya en la antesala de la cita planetaria que se disputó en el país del sol naciente, Marozsán, que la próxima temporada vestirá los colores del Olympique de Lyon, estaba considerada una de las estrellas del entramado germano merced a su exquisita técnica. Y ella confirmó su estatus ejerciendo de motor del equipo: marcó el tempo de los partidos, dio asistencias decisivas a sus compañeras y ofreció pinceladas de su genialidad. Aunque, finalmente, todos sus esfuerzos no fueron suficientes para lograr el título con la Mannschaft, Marozsán dejó su impronta en el torneo y fue distinguida con el Balón de Oro adidas a la mejor jugadora.

De la sub-20 a la absoluta "Estos premios siempre son un honor y un reconocimiento al equipo entero. Todas jugamos un Mundial magnífico en Japón, y el hecho de que me lo dieran me enorgullece", explica la centrocampista de 1,71 m de estatura sobre el significado de aquel galardón. "Pero hubiera preferido levantar el trofeo de campeonas del mundo".

El talento rebosante de la joven Marozsán no pasó desapercibido para Silvia Neid. Es más, tres meses después de su triunfo mundialista en Alemania 2010, la seleccionadora la convocó para jugar con el entramado absoluto, con el que debutó el 28 de octubre de ese mismo año contra Australia. Para Marozsán, nacida en Budapest, fue la consecuencia lógica a su trayectoria.

"Es el camino que una ha de recorrer para llegar a la selección absoluta. Me alegro mucho de haber pasado por todas las categorías inferiores de Alemania, desde la sub-15 hasta la sub-20. El hecho de haber llegado a la absoluta se lo debo a todo el trabajo realizado en los combinados juveniles", afirma. Además, Marozsán, ganadora con el 1. FFC Frankfurt de dos Copas de Alemania (2011 y 2014) y de una Liga de Campeones Femenina de la UEFA (2015),  está convencida de que participar en una Copa Mundial Femenina Sub-20 puede servir de trampolín para iniciar una carrera en el fútbol.

La experiencia de los torneos, importante para el desarrollo "La competencia internacional en estas citas es enormemente importante para la evolución de las jugadoras. Además, en estos torneos adquieres muchísima experiencia, porque no tienen nada que ver con una temporada de liga, por ejemplo. Juegas muchos partidos en muy poco tiempo", señala. "Esta experiencia que te dan los torneos puede ser de suma importancia cuando, por ejemplo, das por fin el salto a la absoluta. El transcurso de un Mundial femenino absoluto es idéntico, pero el nivel es notablemente más alto, aunque el ritmo de juego sea el mismo".

La campeona de Europa con Alemania en 2013 sabe muy bien de lo que habla. Y aunque se perdió la Copa Mundial Femenina de 2011 por una lesión en la rodilla derecha, Marozsán jugó cinco partidos en la cita planetaria disputada el año pasado en Canadá. Solamente se perdió el primer encuentro de la fase de grupos contra Costa de Marfil y el choque por el tercer puesto.

Teniendo en cuenta lo lejos que ha llegado Marozsán a pesar de su juventud, no es de extrañar que sea un ejemplo para muchas futbolistas, a las que les gustaría seguir sus pasos. "A mí, personalmente, siempre me ha ayudado mucho el hecho de divertirme. Eso es lo más importante. No has de perder nunca de vista tus metas, has de ir siempre a tope, creer en ti y no rendirte nunca. Yo siempre he ido paso a paso, sin adelantar acontecimientos, y con esa actitud se pueden conseguir muchas cosas", aconseja finalmente a todas aquellas jóvenes que estén iniciándose en el fútbol.