domingo 11 septiembre 2016, 09:18

Paciencia, la palabra clave de Tailandia

Lertchai Issarasuwipakorn ha visto sucederse partidos, entrenadores y esquemas tácticos. Este defensor ha progresado a la misma velocidad que el fútsal en Tailandia, puesto que ya participó en la campaña de 2004. Doce años más tarde, con su 1,78 m de estatura, volvió a ser uno de los puntales de la selección tailandesa en su entrada en liza en la Copa Mundial de Fútsal de la FIFA Colombia 2016, pese al 4-6 frente a Rusia.

Su función era repartirse el trabajo con los demás hombres de la defensa, no con todo el equipo. Sin embargo, en un duelo con mucho en juego y ante un adversario temible, los asiáticos quedaron atenazados, y muchas veces se limitaron a replegarse para resistir la presión del rival. Como consecuencia, Rusia dominaba el choque y el marcador.

El espíritu de sacrificio defensivo de los tailandeses no era del agrado de su seleccionador, Miguel Conde. “En el descanso, el entrenador estaba muy enfadado. Cambió nuestro enfoque. Nos faltaba pegada arriba. Desde su llegaba, había insistido mucho en la importancia de presionar al contrario, no sólo de mantener el arco a cero. En la primera parte dejamos a los rusos desplegar su juego demasiado”, corrobora el jugador más alto y experimentado de Tailandia este sábado 10 de septiembre.

Sin una exhibición técnica de su gran estrella, Suphawut Thueanklang, los tailandeses hubieran dejado que Rusia se escapase en el primer periodo. Pero el seleccionador encontró las palabras y, sobre todo, el tono adecuado para ajustar el tiro de sus hombres en la segunda parte. El efecto fue inmediato. Justo al regreso de los vestuarios, a los nueve segundos, llegó el empate (3-3). “Sirvió para espolearnos. Nos dimos cuenta de que había que hacer varios ajustes tácticos”, señala el jugador del Chonburi Blue Wave Futsal Club, titular junto a cuatro compañeros de equipo.

Rusia, uno de los favoritos del torneo, no esperaba esa reacción, y tuvo que volver a empezar de cero. Tailandia plantaba cara al fin a una potencia mundial, para gran orgullo de Issarasuwipakorn. “Desde que debuté, hemos ido avanzando, con paso lento pero seguro. En cada torneo hemos ido subiendo peldaños, hasta alcanzar los octavos de final en casa en 2012. Y ahora queremos continuar nuestra progresión en Colombia, sencillamente”.

Cuestión de detalles Con una nueva liga nacional, nuevas estructuras y nuevos entrenadores experimentados procedentes del extranjero, Tailandia se ha consolidado como una de las puntas de lanza del fútsal asiático en estos diez últimos años. Y sueña con hacer lo mismo en los torneos de selecciones.

“No nos falta mucho, como acabamos de ver contra Rusia. Ante este tipo de rivales, antes a veces estábamos totalmente desbordados. Hoy, como se ha visto, se ha decidido por detalles”. Con una dosis de suerte y de experiencia, Rusia volvió a adelantarse y terminó imponiéndose 6-4, aunque le resultó difícil.

“Tuvimos que hacer los ajustes necesarios en el segundo tiempo. Lo conseguimos, pero, después, el balón simplemente no botó como queríamos”, señala Issarasuwipakorn, con la calma de quienes ya lo han vivido todo. Pero hay algo que no parece ir a cambiar. En el plantel no existen jerarquías, ni mucho menos privilegios para los veteranos.

“Todo el mundo parte en pie de igualdad. El seleccionador es el único que tiene suficiente influencia sobre el equipo como para imponer su punto de vista. Yo tengo experiencia y debo compartirla, pero prefiero no ordenar nada a los demás, aunque siempre estoy encantado de dar consejos cuando me los piden”, asegura, con gran modestia.

Y, aunque el argumento de la autoridad no prevalezca, la voluntad de hablar para afinar el tiro es permanente. Cuba, su próximo adversario, el 13 de septiembre, ya lo sabe. “Nos comunicamos mucho. Lo que intentamos, sobre todo, es adaptarnos para resolver los problemas, como vimos contra Rusia, con el cambio de rumbo que se hizo. Faltó muy poco”, insiste, como si quisiese convencerse de que a la próxima irá la vencida…