viernes 04 septiembre 2020, 19:13

El Rey Escorpión, 25 años después

  • René Higuita ejecutó su famoso escorpión hace exactamente 25 años

  • Ese atrevido despeje fue típico del arquero apodado ‘el Loco’

  • “Es una jugada que sirvió para darme a conocer a mí y a Colombia”

La larga historia del fútbol está repleta de paradas magníficas y casi milagrosas. Sin embargo, ninguna de ellas es tan inmediatamente reconocible (o tan identificable con un solo portero) como la intervención bajo palos de la que fue testigo Wembley hace exactamente 25 años.

Incluso sin la ayuda de imágenes de vídeo, difícilmente habrá algún aficionado al fútbol vivo que no pueda evocar vívidamente a René Higuita lanzándose de cabeza y renunciando a la más simple de las atajadas para despejar el balón con ambos pies desde detrás de su torso.

Como imborrable sello característico de un solo futbolista, aquel ‘escorpión’ de Higuita es el equivalente para un guardameta del regate al que dio nombre Johan Cruyff. Y a decir verdad, fue aún más atrevido –y, desde luego, más inesperado– que el deslumbrante cambio de dirección del magistral holandés.

Aquel momento iluminó un amistoso sin goles en el estadio nacional de Inglaterra que, de lo contrario, habría quedado muy deslucido. El entonces seleccionador de los Tres Leones, Terry Venables, fue uno de los muchos que pensaron que no habían “visto nunca nada semejante antes”.

Y había un buen motivo para ello, como el propio ‘Loco’ se apresuró a señalar: “Es de ese tipo de cosas que sólo puede hacer una persona”, declaró Higuita tras el encuentro.

Más tarde, el extravagante arquero colombiano explicó los orígenes de la jugada que contribuyó a consolidar su nombre en la mitología futbolística. “Los niños siempre han sido mi fuente de inspiración”, manifestó. “Yo siempre los veía en la calle o en el campo probando chilenas, y un día me dije que estaría bien hacerlas pero al revés. Y ese día, en Inglaterra, se me presentó el balón que llevaba cinco años esperando”.

“Es una jugada que sirvió para darme a conocer a mí y a Colombia. A los seres humanos se les recuerda por sus grandes obras y ésta lo fue”, precisó.

Naturalmente, por extraordinaria que fuese la jugada, el escorpión por sí solo no sirve para definir la espectacular carrera de Higuita. Al fin y al cabo, el de Medellín fue un auténtico pionero, un goleador frecuente que era lo bastante talentoso y valiente para regatear y sacar el balón jugado desde atrás, en una época determinada por la regla del pase atrás y los guardametas conservadores en los que primaba la seguridad.

“Yo veía el balón como a un juguete, ese regalo de Navidad que le traen a uno en diciembre y usted no lo quiere soltar”, declaró a FIFA.com en 2018. “¡Y si lo suelta pelea por él! Yo no quería pelear por el balón; quería tener mi balón. Y quería que mi equipo tuviera ese balón. Así interpreté el fútbol, así cambiaron las normas”.

“Recuerdo ir de pequeño al estadio y ver a buenos arqueros que, cuando llegaban al balón antes que el delantero, lo tiraban al lateral. Eran arqueros excelentes bajo los tres palos, y yo pensaba: ‘¿no pueden jugar con los pies?’. Si el balón no sale está en juego y, mientras esté en juego, el equipo tiene la posibilidad de ir y marcar. ¿Para qué se lo vamos a dar al rival entonces?”.

Dicha lógica, de la que algunos se mofaban en el apogeo de Higuita, forma parte ahora de la sabiduría futbolística convencional. Pero aunque el Rey Escorpión de Colombia allanase el camino a los porteros progresistas que juegan el balón hoy en día, cuesta imaginar que alguno de los cancerberos actuales tenga el descaro necesario para intentar el numerito con el que el Loco causó sensación en Wembley.

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