miércoles 19 septiembre 2018, 07:00

Deschamps-Zidane: amigos, ex compañeros y ahora rivales

  • Deschamps y Zidane fueron campeones del mundo en 1998

  • Marcello Lippi les entrenó a ambos en la Juventus

  • Analizamos con el italiano puntos en común y diferencias

Marsella, Burdeos, Turín y la camiseta azul de Francia: las trayectorias de Didier Deschamps y Zinédine Zidane ya tienen varias etapas en común antes de que sus caminos vuelvan a cruzarse el próximo 24 de septiembre en Londres, con motivo de la ceremonia de los premios The Best FIFA Football Awards.

Trayectorias cruzadas

Cuando Deschamps se incorporó al Olympique de Marsella en 1989, Zidane, cuatro años menor y nacido en la ciudad mediterránea, estaba regularmente en las gradas para admirar a su ídolo, Enzo Francescoli.

Luego, Dédé, que pasó por el Girondins de Burdeos en la temporada 1990/91, precedió a Zizou por un año en el conjunto bordelés. También en la Juventus, donde recaló en 1994, el vasco fue seguido por el marsellés. La diferencia es que esta vez, Deschamps todavía estaba allí.

Comenzó entonces una aventura en común y una complementariedad que fue mejorando a diario, viniendo a completar las escasas concentraciones de la selección de Francia para trabajar su sociedad sobre el terreno de juego.

Zidane y Deschamps juntos:

  • 1 Copa Mundial de la FIFA (1998)

  • 1 Eurocopa (2000)

  • 2 ligas italianas (1996, 1997)

  • 1 Supercopa de Europa (1996)

  • 1 Copa Intercontinental (1996)

  • 1 Supercopa de Italia (1997)

  • 1 Copa Intertoto de la UEFA (1999)

  • 2 finales de Liga de Campeones de la UEFA (1997, 1998)

Sombra y luz

A pesar del talento individual de ambos y de su importancia con la camiseta bleue o bianconera, probablemente uno no habría ganado tanto sin el otro, y viceversa. La sabiduría táctica de Deschamps se ponía al servicio de la genialidad técnica de Zidane, y el trabajo en la sombra del medio centro recuperador permitía arrojar luz sobre la labor del cerebro.

“Yo nunca iba a ser un jugador tan talentoso como Zinedine Zidane o Alessandro Del Piero. Por tanto, lo compensé trabajando muchísimo y ayudando a mi equipo de la mejor forma que podía”, admite Deschamps.

“He encontrado la mejor táctica para no tener nunca problemas sobre el terreno de juego: en cuanto recupero el balón, se lo doy a Zidane. A continuación, estoy tranquilo…”, habría confesado un día el propio Deschamps a su entrenador en Turín, Marcello Lippi.

La opinión de Lippi

Y hablando de Lippi, FIFA.com ha interrogado al técnico italiano sobre sus dos antiguos jugadores, convertidos en entrenadores de éxito, y hoy candidatos finales al premio The Best al Entrenador de la FIFA de Fútbol Masculino

Sobre Deschamps:

- Didier ya era un entrenador cuando todavía era jugador. Sobre el césped era un líder, un punto de referencia para todos sus compañeros, pero también para mí. Tenía a menudo conversaciones técnico-tácticas con él.

  • Conoció la derrota en la final de la Eurocopa 2016 antes de la victoria en el Mundial de 2018. El hombre obtiene lo mejor a partir de las dificultades, y las derrotas a veces son el origen de las victorias más grandes.

- Didier tenía un equipo en el que ningún jugador estuvo por encima de los demás durante todo el campeonato. Pero con jugadores de un nivel general equivalente, consiguió dotar a su equipo de una organización muy buena y de un gran deseo de cooperar todos juntos en pos de la victoria.

Sobre Zidane:

- Didier ya tenía la mentalidad de un entrenador, pero Zizou esperó unos años antes de decidir lo que haría con su futuro. Pero decidiese lo que decidiese, yo estaba seguro de que conocería el éxito.

  • Los grandes jugadores no siempre consiguen llegar a ser grandes entrenadores. Pero Zizou lo ha logrado. La humildad es sinónimo de gran inteligencia, y esa cualidad siempre ha acompañado a Zidane en su carrera.

- Ya forma parte de los mejores entrenadores, y estoy seguro de que va a seguir ganando. Lo único que necesita es ser capaz de comprender lo que es necesario para seguir ganando, y convertirlo en una costumbre.

Dos métodos, un resultado

Deschamps y Zidane tienen puntos en común, que han sido determinantes para ganar respectivamente la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™ y una tercera Liga de Campeones de la UEFA consecutiva:

  • La cultura de la victoria y la sabiduría táctica heredadas de su estancia en Italia y –los dos lo admiten– inspiradas por Marcello Lippi

  • Un aura y un carisma excepcionales que les confiere su gloriosa carrera de jugador, marcada sobre todo por el título mundial de 1998.

¿Diferencias?

El campeón mundial en 2018 ha asegurado durante toda su carrera de entrenador que basa su juego en la posesión de balón, pero siempre ha sabido adaptarse a las cualidades de sus jugadores.

“No vamos a priorizar la posesión por la posesión; eso no conlleva necesariamente mayor eficacia. Obtenemos un mejor rendimiento en el ataque rápido que en el ataque posicional”, admitía justo antes del comienzo de Rusia 2018. Unas semanas más tarde, alzaba el trofeo mundial por segunda vez en su vida…

El ex entrenador del Real Madrid, por su parte, siempre se ha apoyado en una mezcla de intensidad física, herencia de sus años turineses a las órdenes de Lippi, y de posesión de balón, un estilo aprendido al lado de Carlo Ancelotti.

“Mi concepción es intentar jugar como sea, desde atrás, saliendo rápidamente, jugar en campo contrario y manteniendo la posesión del balón”, anunciaba cuando asumió el cargo en 2016. Unos principios que le han valido para conquistar tres Ligas de Campeones consecutivas…