domingo 13 marzo 2016, 08:58

Bremer, talento y ambición

Pauline Bremer está que se sale. Aunque sea una expresión muy manida y, a menudo, utilizada precipitadamente, en el caso de la futbolista alemana su uso sí es acertado. ¿Los motivos? En el año 2014 ganó con la selección de su país la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA, y un año después participó con el combinado absoluto germano en la Copa Mundial Femenina de la FIFA en Canadá.

Acto seguido, la jugadora de 19 años viajó directamente de Norteamérica a Francia para sumarse a las filas del poderoso Olympique de Lyon. En septiembre de 2015 marcó sus tres primeros goles con la selección absoluta en su primer encuentro como titular, con Hungría como rival, y en su nuevo club tampoco tardó en estrenar su cuenta goleadora. Por si fuera poco, la delantera tiene marcadas en rojo dos grandes citas en su agenda de este año: en primer lugar, confía en participar en el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino de Río de Janeiro que se celebrará en el mes de agosto, mientras que en noviembre podría disputar su segunda Copa Mundial Sub-20.

"Me hace mucha ilusión viajar a los Juegos Olímpicos. Lo daré todo por estar allí. He hablado con algunas compañeras francesas y me han dicho que ir a unos Juegos es algo muy especial, por todo lo que supone compartir unas semanas con el resto de disciplinas", cuenta Bremer en su entrevista exclusiva con FIFA.com. "Ir por la villa olímpica y encontrarte con los demás atletas tiene que ser algo maravilloso. Es toda una aventura para cualquier deportista". La artillera germana preferiría incluso colgarse el oro en Río a conquistar su segundo Mundial.

Además, su aventura personal en la Ligue 1 marcha también sobre ruedas. Bremer, una de las futbolistas alemanas con mayor talento en la actualidad, se mudó al sureste de Francia nada más terminar la selectividad y, aunque pasó algún tiempo en el dique seco por culpa de unas inoportunas lesiones que le impidieron viajar a la última SheBelieves Cup, la goleadora se siente muy a gusto en su nuevo hogar. Prueba de ello es que hace unos días prolongó su contrato con las lionesas hasta el 2018.

"Hasta ahora, las impresiones son muy positivas. Me he adaptado bien y el idioma no me supone ningún problema, porque en el colegio estudié francés muchos años. Entrenar día a día con tantas estrellas, a ese ritmo y a ese nivel, me hace mejorar. De todos modos, también me veo volviendo algún día a Alemania, porque la Bundesliga es uno de los mejores campeonatos del planeta. Aunque jugar en Estados Unidos también me atrae. Estoy abierta a cualquier opción", reconoce.

Un paso hacia adelante Silvia Neid, seleccionadora de Alemania, también vio con buenos ojos que Bremer emigrara al extranjero. "En Lyon ha dado otro paso más hacia adelante. Ha mejorado sobre todo en el apartado técnico", señala.

Y es que la vida de Bremer ha transcurrido siempre junto a un balón. Ha pasado por todas las categorías inferiores de la selección alemana, y el 1. FFC Turbine Potsdam no tardó en fijarse en ella. Así comenzó el imparable ascenso de la delantera. A los pocos meses debutó con el primer equipo en la Bundesliga, y en el año 2012 participó en la Copa Mundial Sub-17 disputada en Azerbaiyán. No obstante, el fútbol no lo es todo para Bremer, simpatizante del Werder Bremen y admiradora del juego de Toni Kroos, centrocampista del Real Madrid y campeón del mundo con Alemania. "Me gusta filosofar sobre la vida y las personas", indica.

En cualquier caso, el fútbol continuará siendo su máxima prioridad. Al fin y al cabo, tiene todas las puertas abiertas en estos momentos: primero, para acudir a los Juegos Olímpicos junto a la playa de Copacabana y, poco después, para cumplir su sueño de defender el título mundialista en Oceanía. "La Copa Mundial Sub-20 será muy emocionante. Quiero ver mundo, todo lo que pueda, y Papúa Nueva Guinea es una zona en la que nunca he estado. Sería muy interesante viajar allí. Lógicamente, haber jugado ya un Mundial es una ventaja. He disputado algunos torneos en categorías inferiores y una siempre aprende algo nuevo. Puedo ejercer de tutora de aquellas jugadoras que no tienen tanta experiencia".

"Cuando una llega como campeona del mundo, lo que quiere es revalidar el título. Pero en estas categorías es complicado, porque las selecciones cambian constantemente. Nosotras somos Alemania, una de las favoritas, y siempre tenemos opciones de ganar. Queremos ser campeonas del mundo", dice para concluir.

Si esta delantera de 1,70 m de estatura logra cumplir todos sus objetivos a final de año, la expresión “está que se sale” se le quedará corta y habrá que inventar una nueva. Pero todavía falta mucho para eso...