Efecto Zidane

El aficionado madridista arrancó el año de mal humor. Eliminado de la Copa del Rey por alineación indebida y tercero en el ecuador de la Liga, ni la clasificación para octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA servía de bálsamo. No le gustaba lo que veía en el campo, ni lo que percibía del ambiente del vestuario.

Pero llegó mayo y el equipo no sólo le ha peleado el título de Liga al FC Barcelona hasta la última jornada, sino que disputará la final de la Champions en Milán ante el Atlético de Madrid. Y el aficionado madridista se siente ahora plenamente conectado con el mismo grupo de jugadores al que desahuciaba en enero. ¿Qué ha cambiado?

Un solo hombre. Zinedine Zidane. Si los rojiblancos practican el ‘Cholismo’ casi como religión después de que Diego Pablo Simeone haya llevado al club a una de sus etapas más gloriosas, los merengues se encomiendan al ‘efecto Zizou’ para reconciliarse con el éxito.

El mítico exjugador francés relevaba en el banquillo a Rafa Benítez el 4 de enero, y sin hacer grandes cambios, lo ha cambiado todo. “Entrenar con él es una experiencia fantástica. Es un excelente profesional, trabaja muy bien. Fue jugador y tiene mucha sensibilidad con nosotros. Entiende nuestro punto de vista”, decía Cristiano Ronaldo a FIFA.comya en aquellas primeras semanas.

Ahí ha estado una de las claves del renacer del vestuario. Los jugadores han resintonizado con su entrenador. El carisma de Zidane ha purificado un vestuario desconectado de su antiguo técnico. Simplificó en lo táctico, confió en la profesionalidad de sus futbolistas y dejó fluir el talento Los jugadores se sintieron escuchados, más protagonistas y recobraron la ambición.

Incluso, Simeone, su rival en el banquillo el próximo 28 de mayo, reconoce los méritos del francés. "Su trabajo ha sido fabuloso. Ha entrado al club de la mejor manera posible y tiene un estilo más concreto. Aprovecha la velocidad de sus tres delanteros (Ronaldo, Benzema y Bale) y le ha dado una mayor tranquilidad al Real Madrid. Llegar a la final de la Champions ha sido un paso muy importante en cuanto a su trabajo”.

Y eso que el ‘efecto Zizou’ no tuvo efecto inmediato. En su primer mes, la distancia respecto al líder de la liga, el Barça, se amplió hasta los 12 puntos y el juego todavía generaba dudas. Pero Zidane capeó lo peor del temporal, convirtió el Bernabéu en un fortín y guió el barco a aguas serenas.

Uno de los nuestros “Él sabe lo que es jugar con presión, en este club y en la selección. Conoce bien a los jugadores. Es poco hablador, pero sabe qué tiene que decir. Y tú no tienes dudas sobre lo que dice porque él ya lo ha vivido todo”, nos explica Marcelo.

Ha completado su escasa experiencia en la banca, apenas un año como asistente de Carlo Ancelotti en la 2013/14 y una temporada al mando del Castilla en la Segunda B, con sus 20 años de servicios en el césped.

“Era uno de los jugadores en los que me fijaba cuando era niño. Fue uno de los mejores futbolistas de su generación. Ahora, cualquier consejo que me da en el entrenamiento es un tesoro que me ayuda a mejorar”. Las palabras de Luka Modric a FIFA.componen de relieve que la leyenda de Zidane ha reforzado su liderazgo en un vestuario plagado de estrellas.

A Modric, el ídolo se le convirtió en entrenador. A Sergio Ramos, el compañero se le convirtió en jefe. “Siempre hay tiempo para compartir alguna anécdota de cuando éramos compañeros, pero ahora él es el jefe. Nuestra principal preocupación es llevar al campo sus ideas”, nos decía hace unos meses el hoy capitán blanco y héroe de 'la décima'.

¿Y cuáles son esas ideas? El propio Zizou nos las explicaba hace un año. “Siempre me ha gustado el fútbol ofensivo, tratando de mantener un equilibrio defensivo, pero siempre con la preocupación de divertirse jugando. El fútbol debe ser ante todo un placer para quienes lo practican y para quienes lo ven. Yo no me convertí en entrenador para que la gente se aburra, quiero que mi equipo juegue bien. Eso se consigue con un estilo rápido, que llegue al campo rival lo antes posible”.

Así afrontará el Madrid el examen final de este curso. Zidane va por la matrícula de honor, pues ya tiene el aprobado de los aficionados y de sus pupilos, que quieren seguir aprendiendo de él.

“Lo que más deseo es que tenga un futuro de entrenador tan feliz como el que tuvo de jugador”, ha dicho Cristiano. Ese deseo podría empezar a materializarse en Milán. Zidane: goleador en la conquista de la novena Copa de Europa del Real Madrid, asistente en la décima… ¿entrenador de la undécima?