miércoles 12 enero 2011, 14:01

Lilly: "Había llegado la hora"

Cuando Estados Unidos llegue a Alemania en junio para disputar la Copa Mundial Femenina de la FIFA (del 26 de junio al 17 de julio), lo hará sin una de las estrellas más deslumbrantes que ha dado la historia de nuestro deporte. Kristine Lilly, participante en las cinco ediciones de la prueba reina del fútbol femenino, y campeona en dos de ellas, en 1991 y 1999, anunció la semana pasada su retirada de los terrenos de juego a la edad de 39 años. Lilly ha amasado la increíble cifra de 352 partidos internacionales, un récord en el fútbol femenino, pero también para el masculino, y ha marcado 130 goles a lo largo de su carrera. Su marcha se dejará sentir no sólo en Estados Unidos, sino en el mundo entero.

Lilly, casada con un bombero de Boston y madre de una niña pequeña, desea dedicarse enteramente a su familia y a la maternidad, con la misma tenacidad que la llevó a imponer su autoridad en el centro del campo de la selección estadounidense a lo largo de sus 24 años de carrera. La “dama de hierro” del fútbol femenino, dos veces campeona olímpica, ha concedido una entrevista en exclusiva a FIFA.com, en la que nos habla de la fase final que muy pronto se celebrará en Alemania, del legado de la selección nacional femenina de Estados Unidos y de su gratitud por una vida entregada al fútbol.

¿Por qué ha decidido poner fin a una carrera de tres décadas en la selección femenina de Estados Unidos?Ha sido una de esas decisiones que tomas cuando crees que te ha llegado la hora de hacerlo. A la gente la ha extrañado que quiera retirarme justo ahora que faltan sólo seis meses para el Mundial de Alemania, pero la verdad es que me he dado cuenta de que había llegado la hora de dejarlo. Seguramente podría jugar sin problemas, porque me siento muy bien físicamente, pero se me hace un poco cuesta arriba. Me puse de plazo hasta finales de año, para estar totalmente descansada y descartar la fatiga como origen de mi decisión. Y sigo convencida de que estoy haciendo lo correcto.

Desde su primera convocatoria en 1987, cuando todavía estudiaba secundaria, hasta su último partido con la selección, en noviembre de 2010, ha disfrutado de una perspectiva extraordinaria de la evolución del fútbol femenino. ¿Cuánto ha cambiado el juego durante los años que usted lleva en él?Cuando empecé, nadie sabía nada de la selección femenina de Estados Unidos, y ahora incluso tenemos una liga profesional en mi país, por la tele se retransmiten partidos de la liga universitaria femenina y el fútbol en general ha adquirido relevancia. Aunque hay que seguir luchando por atraer más atención y respeto, nuestro deporte ha mejorado en todo el mundo.

¿Se ha perdido algo por el camino con esta evolución del juego?Quizá esa noción de sacrificio y de exigencia en el trabajo con la que nosotras crecimos ya no sea tan intensa. Actualmente, a las jugadoras se les hace saber que son buenas demasiado pronto y, si bien puede que sea cierto, sería mejor que no les quitaran el hambre y las ganas de pelear por llegar.

¿Diría entonces que las jugadoras lo tienen ahora demasiado fácil para ascender por las diversas categorías en Estados Unidos?No, yo no diría eso. El fútbol, a su más alto nivel, ya no es fácil. Lo que quiero decir es que no están peleando en cuerpo y alma, como nosotras peleábamos. El equipo, el fútbol, la selección… nosotras nos sacrificábamos y trabajábamos sin descanso por todos esos valores. Dicho esto, las jóvenes de hoy en día están jugando más al fútbol de lo que nosotras jugamos jamás y, en este sentido, también a ellas les costará lo suyo. Cuando te pones la camiseta de Estados Unidos, tienes que luchar.

Usted ha jugado en las cinco ediciones de la Copa Mundial Femenina de la FIFA disputadas hasta el momento (y ha ganado dos). ¿Cree que le podrá la emoción cuando se inaugure la fase final de Alemania en junio?No creo que pase un mal rato, porque personalmente me siento infinitamente bien ahora. No obstante, sé lo maravilloso que es formar parte de tu equipo en un Mundial. Espero que las jugadoras lo tengan bien presente durante los preparativos y una vez allí. Entre otras cosas, porque las alemanas van a salir a luchar con todo lo que tienen.

Alemania ha ganado las dos últimas Copas Mundiales. ¿Cree que ha tomado ya el relevo de la selección de Estados Unidos como mejor equipo de fútbol femenino del mundo?Estoy convencida de que la selección de Estados Unidos sigue siendo la mejor, y siempre lo estaré. Como grupo, tenemos el convencimiento y la mentalidad de que podemos ganarlo todo. No basta con decir que eres la mejor, tienes que salir a demostrarlo cada vez que saltas al terreno de juego. El Mundial de Alemania se convertirá para nosotras en una prueba de fuego.

¿Se arrepiente de algo?Hay un momento que ojalá hubiera sido diferente, y su recuerdo me asalta muy a menudo: el partido por la medalla de oro olímpica en Australia en 2000. Habríamos tenido que irnos al descanso con una ventaja de 4-0 contra Noruega, pero el balón no quiso entrar. Me cuesta creer que se pueda jugar mejor contra un rival de la talla de las noruegas, pero acabamos perdiendo. Eso no lo olvido.

Usted ha jugado con y contra algunas de las grandes estrellas del fútbol femenino. ¿A cuál destacaría de entre todas ellas?Me resulta imposible elegir a una sola. Están Mia , Akers, Julie y Carla Overbeck, todas ellas compañeras y futbolistas increíbles, pero también líderes excepcionales. He jugado contra Maren Meinert en la selección nacional y con ella en el Boston. Marta es sencillamente fenomenal con el balón, y también la noruega Hege Riise.

Hablando de Marta, acaba de proclamarse por quinto año consecutivo Jugadora Mundial de la FIFA este fin de semana. A usted misma la superó por el título en 2006. ¿Ha llevado Marta el fútbol femenino a nuevas cotas de calidad?Marta destaca individualmente, pero Brasil no ha ganado nada todavía. Estados Unidos ha triunfado como equipo, y también Alemania. Ahí está la gran diferencia. Lo que Marta puede hacer con el balón en los pies me parece alucinante, pero yo no estoy tan segura de que sea la mejor.

A lo largo de su carrera ha vivido muchos momentos magníficos. ¿Cuál ha sido el mejor?Me parece que formar parte de la selección durante tanto tiempo y jugar con futbolistas y compañeras tan excepcionales es lo mejor de todo. Guardaré siempre el recuerdo de mi primer viaje como un momento muy especial. También fue increíble el triunfo en el Mundial en 1999 y cómo cambió el juego y el fútbol femenino en Estados Unidos y en el mundo entero. Pero, por encima de todo, tan sólo el hecho de haber formado parte de la selección femenina de Estados Unidos representa para mí la mayor satisfacción y alegría de mi carrera.