miércoles 14 mayo 2014, 17:06

Kellond-Knight, en la cresta de la ola

La australiana Elise Kellond-Knight conoce bien los avatares del fútbol. Hace tres años alcanzó "la mejor forma de su carrera", según sus propias palabras, derrochando estilo y garra en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Alemania 2011™. Incluso se ganó una plaza en el once ideal del certamen. Sin embargo, poco después tuvo que someterse a una reconstrucción de rodilla seguida de 12 meses de rehabilitación.

Ahora, en el ecuador de su trayectoria futbolística, ha tenido que adaptarse a su nueva ubicación sobre la cancha. De lateral izquierdo con vocación ofensiva ha pasado a mediocampista de contención. Es decir, es responsable de armar el ataque desde atrás. En el horizonte aguarda una aventura en la liga femenina de Japón, algo inusual para una jugadora australiana. No obstante, su proyecto más inmediato es la Copa Asiática Femenina de la AFC, que comienza esta semana en Vietnam. En la cita continental participarán ocho combinados y servirá como competición preliminar de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2015.

Con la vista en Canadá En Canadá pugnarán un total de 24 selecciones, cinco de ellas de la AFC. Y dado que las Matildas acometerán el torneo de su confederación como vigentes campeonas, albergan serias aspiraciones de viajar al que sería su sexto Mundial consecutivo. Como punto negativo, cabe destacar que su preparación se ha visto afectada por la marcha de la entrenadora de origen holandés Hesterine de Reus, sustituida por Alen Stajcic hace apenas un mes.

Kellond-Knight afirmó que, aun así, el conjunto mantiene el optimismo. "Tenemos mucha confianza y nos hemos adaptado rápido pese a todo lo sucedido", explicó a FIFA.com desde Ciudad Ho Chi Minh. "El ambiente es definitivamente positivo".

Por otra parte, la presión de defender la corona también supone un acicate para ellas. "Cuando se aborda una competición en calidad de campeona, se crean ciertas expectativas de volver a lograrlo. En casa todos esperan resultados. El equipo despierta una atención especial. En las Matildas siempre se da ese impulso oculto, ese punto extra de determinación. Independientemente del entrenador o de la situación, siempre queremos hacerlo bien en la cancha".

Aunque solo tiene 23 años, Kellond-Knight atesora una dilatada experiencia en una formación relativamente joven. Si Alemania 2011 fue su punto álgido, ¿se ha parado a pensar qué deparará Canadá 2015? "Por supuesto. La clasificación es un objetivo realista. Hay cinco plazas y la RDP de Corea no participa, así que muy mal se tienen que dar las cosas para no conseguir el billete. Dicho esto, Jordania y Vietnam son huesos duros de roer".

En las próximas semanas podrá poner a prueba sus dotes en su nueva demarcación contra las afamadas mediocampistas asiáticas. A su modo de ver, desempeñar las funciones de volante de contención es, "muy distinto, tienes que ser muy disciplinada y poseer una mejor compresión del juego".

Odisea japonesa Una vez concluido el certamen, Kellond-Knight hará las maletas con destino a Japón, en concreto al Iga FC Kunoichi de la liga femenina del país. Y no lo hará sola, en esta aventura la acompañará la centrocampista Tameka Butt, su buena amiga y compañera, tanto en el Roar de Brisbane como en la selección. La montañosa localidad suburbana que da nombre al equipo es muy diferente a la ciudad natal de la jugadora, Gold Coast, la capital del surf de Australia.

"Allí el estilo es muy parecido al que a Meeks (Butt) y a mí nos gusta. Muy técnico, muy centrado en la habilidad, más que en los atributos físicos, que es como yo creo que debería ser el fútbol. Y con un poco de suerte, también tendremos una fenomenal experiencia cultural y vital".

"Como actual campeona mundial, obviamente está haciendo bien las cosas, así que ver su nivel supondrá un gran beneficio. Antes que nosotras solo ha habido una jugadora allí, Cheryl Salisbury , así que esperamos allanar el camino para otras australianas y viceversa".

Kellond-Knight estudia farmacia, si bien sus compromisos deportivos han retrasado significativamente su actividad académica. Su pasión, además del fútbol, es el surf. "Creo que todo el mundo en Gold Coast surfea, por lo menos ese es el tópico", aseguró con una sonrisa. "Mi padre me animó a practicarlo, pero no me atraía. Al final me animé cuando tenía alrededor de 16 años. Desde entonces me encanta. Es una excelente manera de relajarse y despeja la mente".