Habían transcurrido apenas diez minutos desde la conclusión de la semifinal olímpica frente a Suecia, Australia acababa de caer por la mínima en un partido muy disputado (1-0) y Sam Kerr había declarado unos segundos antes que las cosas estaban demasiado "recientes" como para pensar en el futuro.

Sin embargo, la futbolista de 27 años no tardó en pensárselo mejor: "Sabemos que somos un equipo muy especial y que podemos lograr cosas importantes. Ahora es el momento de hacerlo. Si nos volvemos a casa con las manos vacías no estaremos contentas. Queremos una medalla y todavía estamos a tiempo de lograr el bronce".

Tras quedarse fuera de la final, Australia tendrá ocasión de luchar por el tercer puesto en el duelo que le enfrentará el jueves a Estados Unidos, que cayó por 1-0 frente a Canadá en la otra semifinal. Con todo, el combinado australiano estuvo muy cerca de poder optar a ser campeona olímpica.

"La derrota resulta especialmente dolorosa, porque lo tuvimos al alcance de la mano y lo dejamos escapar. Creo que dominamos tramos amplios de los dos partidos contra Suecia [en la fase de grupos, Australia cayó por 4-2 frente a las suecas]. En términos generales, el partido estuvo igualado, digamos que al cincuenta por ciento", aseguró la atacante, que se resigna no obstante ante la evidencia de lo que realmente cuenta.

"Al final, lo importante es que la pelota entre. Suecia es un gran equipo y se merece estar en la final. Solo podía ganar uno y cualquiera de los dos podía haber pasado", reconoció.

Eficacia goleadora Kerr, la máxima goleadora todavía en liza en el certamen con cinco dianas en su hoja de servicios, fue una vez más protagonista en el ataque australiano y, además de marcar un gol que resultó anulado, llevó peligro al marco rival con dos remates de cabeza en jugadas que no parecían especialmente prometedoras.

"Está claro que el juego aéreo es mi principal virtud. Quiero mostrar mi mejor versión cada vez que entro en el área. El gol anulado fue probablemente la ocasión más clara que tuve. Siempre deseas tener más oportunidades, y cuando juegas de delantera no te vas contenta si no marcas", explicó la futbolista del Chelsea.

Con todo, queda claro que la selección australiana no tiene prisa por cambiar su estilo de juego. "Hemos de aprovechar las concesiones del rival, y creo que hoy nos dieron espacios en las bandas, pero las cosas no salieron como esperábamos", declaró la dorsal número 2 de Australia. "Sin embargo, nuestra apuesta sí funcionó en el resto del certamen. Estoy segura de que se trata de uno de nuestros puntos fuertes y vamos a continuar insistiendo en ello", añadió con la vista puesta ya en el partido del jueves.

Desafío para EEUU Kerr rechazó cualquier insinuación de que Estados Unidos, un equipo acostumbrado a ganar, pueda afrontar con menor motivación el partido por el tercer puesto, en el que solo estará en juego la medalla de bronce: "Cuando se trata de una medalla, todo es diferente. Estados Unidos siempre ha estado ahí, así que no creo que eso suponga una ventaja para nosotras. Hablamos de un equipo extremadamente bueno y con jugadoras increíbles".

"¡Nos hace mucha ilusión poder luchar por una medalla! Estaré lista para medirme a Estados Unidos. Sabremos desempeñar nuestro papel de equipo que no parte como favorito, como siempre hemos hecho", concluye.