jueves 15 noviembre 2018, 03:05

Sharon Ramírez, lista para la próxima montaña rusa

  • La temeraria volante colombiana habló FIFA.com

  • Tras el 0-3 con Canadá, ya piensa en España

  • Una historia y dos compañeras hablan de ella

Sharon Ramírez tenía 14 años y temía a las montañas rusas. ¿Cómo lo superó? “Subiéndome a una. La primera vez fue difícil, pero volví a hacerlo unas seis veces más. Es cuestión de fuerza interior. Son cosas que debes enfrentar para superar el miedo”.

En la charla con FIFA.com, queda claro que la mediocampista central de Colombia juega como vive: desde sus 149 centímetros, mete, marca, pide la pelota y distribuye, todo entre futbolistas que casi siempre la superan en tamaño. “Al principio también da un poco de miedo, pero uno les va cogiendo la maña para quitarles el balón. La clave es ser inteligente”.

Es cierto que el debut en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA estuvo lejos del esperado, y que el 0-3 ante Canadá duele. “Son partidos donde hay que concretar: ellas lo hicieron y nosotras no. Nos faltó suerte por los dos tiros en los palos, pero el fútbol es así”, dice recién salida del vestuario del estadio Charrúa.

La caída complica el panorama, sobre todo porque el próximo rival es España: la campeona de Europa goleó a la República de Corea en su debut y se afirma como candidata al título. Pero Sharon, como siempre, no le teme al desafío. “No podemos quedarnos detenidas en esta derrota. Debemos dejar la tristeza atrás y pensar en España. Y no importa que haya ganado: vamos a ir por ese partido”.

Ramírez, a tres toques

  • Nació en Bogotá y tiene 17 años

  • Jugó primera edición de la Liga Profesional Femenina de Colombia en 2017

  • Con la selección, ganó los Juegos Bolivarianos 2017 y disputó en 2018 los Torneos Sudamericanos Sub-17 y Sub-20

Dicen sobre Sharon…

Es pequeña, pero tiene mucha técnica, es una bárbara en el medio. No le importa si son más grandes o más pequeñas, siempre va con todo. Contras las altas tiene ventaja por su agilidad. Es difícil marcarla porque siempre está moviéndose. Y si tiene que pegar, pega”. Andrea Pérez, zaguera central.

A pesar de ser chiquitica, es una máquina, que da todo para el equipo. Tiene una maña de hacer un jale y arrancar para el otro lado que dificulta frenarla. Es muy fuerte y no teme en encararte, no importa cuán grande seas”. Kelly Caicedo, zaguera central.

¿Sabías que…?

Ramírez comenzó a jugar a los 11 años. “Mirábamos los ‘Supercampeones’ con mi hermano mayor e íbamos a patear la pelota al sótano de casa. Eran tremendos mano a mano. Me pegaba duro, pero fue él el que me enseñó a jugar al fútbol”.