viernes 14 agosto 2020, 08:55

Goater: "Bermudas puede dar mucha batalla"

  • La leyenda de Bermudas participará del sorteo preliminar de la CONCACAF

  • Habla de cuando disputaba los clasificatorios mundialistas en su región

  • “Contamos con jugadores inteligentes que quieren crecer y evolucionar”

Shaun Goater recuerda ir en motocicleta con su madre a un partido de fútbol bajo la lluvia de Bermudas. Al girar una curva, la rueda trasera se salió y los dos cayeron al suelo. Tras comprobar que su hijo estaba bien, le apremió: “¡Rápido, vuelve a montar!”.

Su madre jugaba en un equipo llamado Cosmos, en honor al famoso club de Nueva York, y era una mediocampista todoterreno. “Estoy seguro de que ahora diría: 'Oye, ¡que yo era la mejor de ese centro del campo!'", comenta Shaun entre risas.

Goater, un rematador nato, se enamoró del fútbol gracias a ella y protagonizó una carrera brillante. A nivel internacional, aupó a Bermudas a cotas inéditas y marcó nada menos que 32 goles en 36 partidos, todo un récord.

Pero daba igual cuántos goles marcara Goater en un partido, porque, aun siendo niño, su madre siempre le decía: “Mete uno más. Mete uno más”. Si marcaba cinco goles, le reprochaba: “No has metido seis”. Esa fue la mentalidad de la que Goater hizo gala a lo largo de una carrera que le llevó a jugar en el Rotherham y el Manchester City, entre otros.

Su profesionalidad, sus profundos conocimientos y su servicio al fútbol han calado hondo en el país insular. De hecho, el 21 de junio de 2000 se declaró oficialmente el Día de Shaun Goater en Bermudas, si bien el aludido se apresura en aclarar y subrayar que solo fue aquel año.

Durante la pandemia, Goater ha empleado gran parte de su tiempo en tutorizar a través de Zoom a chicos cuyo deseo es convertirse en futbolistas profesionales.

Es lógico, por tanto, que vaya a participar en el sorteo preliminar de la CONCACAF para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™ como Leyenda de la FIFA y como alguien que cambió para siempre el fútbol en Bermudas. Con el sorteo a la vuelta de la esquina, FIFA.com charló con Goater para hablar del panorama en el clasificatorio mundialista de la CONCACAF y revivir algunos de sus mejores recuerdos.

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¿Lo ilusiona participar del sorteo? ¿Qué hitos espera que se alcancen rumbo a Catar 2022?

Estoy entusiasmado. Aunque no habrá público in situ, la gente seguirá el sorteo desde sus casas por televisión y en otras plataformas. Me hace muchísima ilusión.

Como internacional con Bermudas, ¿cómo era jugar un clasificatorio mundialista?

En aquella época, la selección nacional no tenía los conocimientos ni la formación que tiene ahora en cuanto a la comida y la nutrición se refiere. En mi club, a nivel profesional, ya habíamos empezado a comer bien: comíamos pasta y platos así antes de los partidos. Cuando iba a Bermudas a jugar un partido, lo que había para comer eran hamburguesas con queso, ¡era para partirse de risa!

Crecí con la mayoría de los integrantes del equipo. Habíamos sido compañeros o rivales, y nos conocíamos muy bien, porque Bermudas es un país diminuto. Y yo no me atrevía a cuestionarles, porque sé que me habrían dicho: ‘¡Ahora, de un día para otro, nos dejas de lado!’. Me acabé pidiendo un sándwich de pollo, porque pensé que sería un poco más sano que una hamburguesa con queso. ¡Los tíos se pedían hamburguesas con queso completas y patatas fritas de guarnición! [ríe] Fue una grandísima experiencia y al final ganamos el partido. De modo que, si el entrenador hubiera dicho algo, ¡habría sido que comiéramos más hamburguesas con queso antes de los partidos!

En aquel entonces, solamente dos compañeros míos y yo éramos profesionales. Por tanto, la mayoría mandaba sobre el resto. No íbamos a llegar a nosotros y decir lo que tenían que hacer los otros 18, ¿no? Los jugadores de Bermudas nos recibían diciendo: “Aquí, antes de los partidos comemos hamburguesas con queso, colega”. Mientras luego estuvieran contentos con su rendimiento en la cancha, lo demás daba igual.

¿Cuáles son sus mejores recuerdos de cuando jugaba los clasificatorios mundialistas?

Me acuerdo de jugar en El Salvador. Hacía mucho calor y la humedad era tremenda. Todos me veían como el referente que debía guiar al resto. Jugué un partido a 35°C como si estuviera en Inglaterra, y es imposible hacerlo a la misma velocidad. ¡Llegué completamente muerto al descanso! Nick Jones, nuestro preparador físico, mojó en agua fría algunas prendas para refrescarnos. Acabamos perdiendo el partido. En la segunda mitad tuvimos sombra y jugué bien, pero, en el descanso, pensaba que no iba a poder volver al terreno de juego. Podría haberme ido directamente a dormir en ese momento.

También recuerdo jugar en Haití y ver a la gente subida a los árboles y cosas así para poder ver el partido. Había 20.000 espectadores y ganamos 1-0. Fue otro encuentro difícil, con mucha humedad. Canadá, en cambio, es un lugar frío para los bermudeños. No se nos dio mal, pero caímos por 4-2 después de ir perdiendo por 2-0. Para mí, lo más divertido y también lo más curioso es que, pese a ser una isla de solo 60.000 habitantes, ¡dimos una gran batalla!

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Para aquellos aficionados que no conozcan tanto el panorama de la CONCACAF, ¿cómo lo describiría? ¿Qué lo distingue?

Seguramente, mucha gente pensará en selecciones como México, Estados Unidos, Canadá, Trinidad y Tobago, Jamaica y Panamá, por ejemplo. Después, hay otro grupo clamando por intentar alcanzar su nivel y competir. El objetivo y el reto de Bermudas debería ser liderar ese grupo. Siempre existe la esperanza de dar la campanada y hacer historia. Si no es en esta campaña mundialista, en la próxima. Pero Bermudas puede que, de algún modo u otro, lo acabe consiguiendo.

¿Qué sabe de la composición actual de la selección y hasta dónde cree que podría llegar?

Ahora somos más fuertes, porque contamos con más profesionales que juegan en Inglaterra, ya sea en la League Two o a nivel semiprofesional. Nahki Wells, del Bristol City, es el principal abanderado. Kyle Lightbourne, el actual seleccionador nacional, fue futbolista profesional junto conmigo y David Bascome, que jugó profesionalmente al fútbol indoor en Estados Unidos. Después, estuvimos como diez años sin tener ningún futbolista profesional.

Ahora estamos en una buena posición y estamos empezando a producir muchos más jugadores profesionales. Bermudas jugó hace poco contra México y solo perdimos por un gol en los últimos minutos. Contamos con jugadores inteligentes que quieren evolucionar y acabar jugando a nivel profesional en Inglaterra o Estados Unidos.

¿Qué le parece el formato del clasificatorio mundialista que anunció CONCACAF?

No tengo palabras para describir lo bueno que es, porque ofrece un número constante de partidos para que los seleccionadores y los jugadores puedan prepararse. En años anteriores, había veces que la selección solamente jugaba un partido en doce meses. Para países como Bermudas, Barbados o Islas Caimán, por ejemplo, el hecho de poder enfrentarse a rivales más fuertes, siempre que hayan invertido en sus técnicos para ser mejores, les permite mirar al futuro con optimismo.

Usted es actualmente el entrenador juvenil del Macclesfield Town. ¿Qué es con lo que más disfruta como técnico y educador?

Lo que más me gusta es estar sentado al otro lado del entrenador rival y que el partido se convierta en una batalla táctica. Quiero evidenciar tus debilidades y, si tienes mejores jugadores que yo, tendré que buscar la manera de anularlos y acabar superándote. ¿Cómo puedo ganar un partido contra Estados Unidos o México?

La gente piensa que es prácticamente imposible, pero eso es lo que me gusta a mí, ya sea con un estilo ofensivo en el que los carrileros suben a atacar o diciendo: ‘Mejor marcamos al hombre. No somos lo suficientemente buenos, así que pondremos el autobús', por así decirlo. Pero hay que tener una estrategia y un plan para poder conseguir un buen resultado. Me encanta barajar distintas maneras de lograrlo.

¿Por qué el fútbol es más que un juego?

Basta con echar un vistazo a la situación actual en el mundo para ver lo importante que es que vuelvan a jugarse partidos de fútbol, porque dan a la gente una sensación de felicidad, alegría, normalidad y evasión. Y eso es exactamente lo que hace este deporte, incluso cuando todo era normal. Si estás pasando por un momento difícil, juegas al fútbol y se te olvida.

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