El delantero uruguayo Washington Sebastián Abreu anunció su retiro del fútbol profesional, que llevará a cabo este viernes 11 con la camiseta de Sudamérica de su país. El Loco deja la actividad a los 44 años, luego de una carrera de 24 temporadas, y con un récord Guiness a nivel clubes.

Así y todo, el planeta fútbol lo recordará sobre todo por un momento en particular: el penal 'a lo Panenka' que decidió la serie ante Ghana por los cuartos de final de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, ese instante que justifico plenamente el apodo que lo acompañó toda su vida.

"Aquel penal me catapultó al mundo", suele recordar Abreu cada vez que es consultado al respecto. Y no es para menos: ejecutar con tanta frialdad un remate así de importante, con la clasificación a una semifinal mundialista en juego, no solo es para locos, sino también para elegidos.

Varias cosas dignas de recordar sucedieron en el proceso que dejó al Loco de cara a la historia. Para empezar, fuera de Uruguay, pocos recuerden que Abreu marcó el tanto de la clasificación celeste para Sudáfrica 2010, ante Costa Rica en el duelo de vuelta por la repesca internacional.

“Antes del partido con Ghana, me preguntaron qué venía después de haber hecho el gol de la clasificación al Mundial, contra Costa Rica. Le dije ‘no sé ni cuándo, ni cómo, ni por qué, pero hay algo grande que me espera", dijo el ex centro atacante charrúa, que usó el número 13 a pesar de su vinculación con la mala suerte.

Es más, en la antesala de ese partido con los africanos, Abreu solo había jugado un puñados de minutos en el Mundial, ante Francia en el estreno. Como si fuera poco, en el entrenamiento previo al juego erró los tres penales que ensayó.

"Uno lo pateé a la derecha y dio en el palo. El otro, a la izquierda y me lo atajaron. Y el tercero lo piqué, pero se fue por arriba. Me iba preocupado y me dice Eguen: 'Papote, arriba que mañana capaz que vamos a penales,'. Yo le contesté: 'Tranquilo, papote, que mañana clasificamos con el sello de la casa'".

Bastante de lo que pasó después es conocido: el partido terminó 1-1, fueron al alargue y en la última jugada, Luis Suárez evitó el triunfo rival al desviar sobre la línea una pelota con la mano. A Suárez lo expulsaron, pero Asamoah Gyan remató desviado y le dio otra vida a Uruguay.

Ahí se suma otro detalle que agiganta la anécdota. "En la lista original estaba tercero para patear, pero le pedí al Maestro que me dejara último. Y durante toda la tanda, vi que el arquero se jugaba antes. Siempre sentí que iba a picarlo. ¡Salió todo bien por suerte!", suele rememorar el divertido El Loco.

Abreu, que debutó con la selección en julio de 1996, jugó último partido con la Celeste el 15 de agosto de 2012, un amistoso internacional ante Francia que terminó 0-0. Si bien recién ahora ha decido dejar la actividad profesional, aquel penal ante Ghana marcó marcó un antes y un después en su carrera.