“A veces la felicidad tarda en llegar, por eso no podemos dejar de soñar”, gritaron el domingo Jean Pierre y Carlos Vagner –Pito y Ferrão–, amigos de la infancia, al mismo tiempo que tocaban las panderetas para las cámaras de televisión. La letra se había escrito ex profeso para ambos, que habían estado soñando incansablemente con este momento y llevaban muchísimo tiempo esperándolo. Las sonrisas de pura alegría que exhibían dejaban bien claro que eso era precisamente lo que había ocurrido. Pero tocar en una banda de pagode no era más que la guinda de un gran éxito: alcanzar con Brasil las semifinales de la Copa Mundial de Futsal de la FIFA Lituania 2021™. Pito y Ferrão habían fantaseado en las canchas de su ciudad natal, Chapecó, con la idea de disputar el torneo y, a sus 29 y 30 años respectivamente, por fin lo han conseguido. También recuerdan haber visto de jóvenes a Rivaldo, Ronaldinho, Ronaldo y compañía cantando Deixa a Vida Me Levar, de Zeca Pagodinho, en su trayectoria rumbo a la conquista del título. Y ahora ansían poder seguir interpretando el Tá Escrito (“Está escrito”) en los vestuarios lituanos. Ese éxito de Grupo Revelação termina con la frase “Ya llegará tu momento”. ¿Llegará el domingo la hora de estos amigos de la infancia?

Pito nos habla de esas aspiraciones, del duelo estelar de semifinales contra Argentina, de su amistad con Ferrão y mucho más.

Tuvo que esperar hasta los 29 años para jugar un Mundial de futsal. ¿Llegó a pensar que nunca lo lograría? Para ser sincero, siempre había sido una quimera. De joven ni me acerqué a lograrlo. Pero de repente experimenté una gran mejora y me propuse participar en el Mundial. Mi familia me animó mucho. Son muy pocos los jugadores que tienen el increíble privilegio de jugar un Mundial. En el caso de la selección brasileña es aún más difícil, porque hay muchísimos grandes jugadores. Pero he trabajado mucho para poder llegar hasta aquí, muchísimo. Estoy disfrutando cada momento. Es una experiencia única, increíble. Mi familia está muy orgullosa, sobre todo mi madre y mi abuela. Eso me da una energía muy buena. ¿Puede hablarnos del sensacional gol que marcó contra Japón? Lo principal es que fue un gol decisivo. El partido estaba siendo muy reñido y nos permitió respirar un poco. Japón era un rival muy difícil, ya lo había demostrado contra España. En ese momento simplemente pensé que nos había servido para conseguir una victoria muy trabajada, pero cuando lo vi después me alegré mucho. Fue un auténtico gol de futsal. Marlon me vio y me mandó un pase magnífico. Solo tuve que preocuparme de controlarlo con el pecho y de dar el siguiente toque.

¿Cómo fueron las celebraciones en el vestuario tras la victoria sobre Marruecos en cuartos de final? Fueron increíbles. Saber que nos habíamos metido entre las cuatro mejores selecciones del mundo fue pura euforia, una sensación increíble. Cuando llegamos al vestuario, Matheuzinho, nuestro chef, ya estaba allí con los instrumentos. Djony toca el banjo. Siempre nos hace arrancar a todos. Fueron unos momentos increíbles, con un ambiente indescriptible, pero no duraron demasiado, porque pronto empezamos a concentrarnos en el partido de Argentina. En los dos países hay mucha gente que cree que, aun sin ser una final, es el partido más importante de la historia del futsal… Podría serlo. El Brasil-Argentina siempre es un duelo de rivalidad tremendo, tanto en el futsal como en el fútbol. Un partido de esta magnitud siempre levanta pasiones. Pero hay en juego un puesto en la final del Mundial, así que es más todavía que un partido enorme.

¿Qué opina de esta selección argentina? Es muy buena. Tiene unos jugadores muy rápidos, que hacen un marcaje muy intenso. Ya jugamos contra ellos en los clasificatorios y perdimos en la final. Hemos estado trabajando bastante para corregir los errores que cometimos en esa final y poder llevarnos la victoria esta vez. Estamos muy bien preparados para salir a representar a Brasil de la mejor manera posible. Estoy totalmente convencido de que vamos a ganar. Usted y Ferrão son de la misma ciudad, tienen prácticamente la misma edad y usted acaba de fichar por el Barcelona, donde juega él. ¿Qué nos cuenta de su amistad? Conozco a Ferrão desde que teníamos seis o siete años. Empezamos jugando juntos, pero en aquella época en Chapecó había dos equipos y él se fue al rival. Siempre nos hemos llevado muy bien. Nuestras familias hacen buenas migas, siempre están en contacto.

Él se fue de Chapecó siendo mucho más joven que yo, para hacer carrera, y gracias a Dios le fue muy bien. Yo me marché más tarde, pero aquí estamos, juntos en la Seleção. Creo que lo tenemos todo para ser un gran tándem. Quiero que empiece aquí, con el título del Mundial, y luego iremos a por los títulos en Barcelona.

¿Qué opinión le merece Ferrão como jugador? Es fantástico. No llegan las palabras para hacer justicia a lo que ha hecho estos dos últimos años. Su elección como mejor jugador del mundo estuvo más que justificada. Y lo que ha hecho [con el Barcelona] lo está haciendo aquí con la Seleção. Llegó precedido por una gran reputación y está respondiendo con creces a las expectativas. Encabeza la tabla de anotadores y estoy seguro de que va a terminar como máximo goleador, ojalá se proclame también campeón. Douglas Júnior nos ha dicho que lo considera a usted el mejor jugador del mundo y que está siendo el mejor de este torneo… Estoy muy agradecido. Es un gran honor recibir un reconocimiento así, de un gran jugador como él. He hecho un gran esfuerzo para venir aquí en mi mejor estado de forma y ayudar a Brasil a ser campeón. Eso es lo que más deseo.