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Todo cambia cerca de las seis de la tarde. Hasta ese momento, el italiano Gabriele Gori es un topógrafo que trabaja en las calles de su natal Viareggio. Pero cuando la noche se empieza a asomar, cambia los pantalones largos por los cortos y entra en acción el otro Gabriele: el goleador de la selección Azzurra de fútbol playa.

Sobre la arena también luce su afinada mente. Movimientos bien pensados, ubicación y capacidad para encontrar rápidamente debilidades en las defensas rivales. Aunque, eso sí, con la camisa de Italia alza la voz con frecuencia para organizar a los suyos.

"Creo que en el trabajo soy tranquilo... ¡en apariencia!", confiesa entre risas a FIFA.com. "Pero también fuera de la cancha me pasa lo que adentro: cuando hay problemas o dificultades, saco todo lo que hay dentro de mí para poder resolverlo; es mi forma de ser”.

Líder en todas sus facetas, Gabri ha puesto en pausa su trabajo de escritorio para concentrarse de lleno en la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Bahamas 2017. Anclada al Grupo A de la competición, Italia debutará el próximo 27 de abril ante Nigeria.

“No puedo negar que tal vez de entre los cuatro equipos que estamos en el Grupo, nosotros, por lo que hemos hecho en la historia beach soccer, partimos con una cabeza de ventaja en la búsqueda de un lugar en la siguiente ronda. Pero es verdad que los juegos de un Mundial son siempre otra historia y los demás darán mucho de sí para poder vencernos y mandarnos temprano a casa”, reflexiona el atacante de 29 años.

Por la gloria más grande Por eso la Azzurra no puede ni debe subestimar a ningún lugar si quiere abrirse paso a la final, una película que ha sido rodada en infinidad de ocasiones en la cabeza de Gori.** **

“Me ha pasado por la cabeza muchas veces: llegar a la final y resolver el juego. Esto es mi sueño pero también es el de todos mis compañeros. Pero sí, me encantaría marcar un gol en una final de Copa Mundial; es una meta que tengo”.

Del 1 al 10, ¿cuánta es la emoción por estar en Bahamas? “Podría decir 10, pero me quedo con 9. El 10 me lo guardo para decirlo cuando vayamos a jugar la final, porque no hay mayor privilegio que ese. Buscaremos hacerlo mejor que la Copa Mundial pasada, donde llegamos a semifinales y tuvimos la mala fortuna de perder en penales ante Tahití. Ahora tenemos un poco más de experiencia y esperamos llegar al partido más importante del torneo”.