Si mencionamos el apellido Barsham a cualquier catarí, nos hablará sin duda de la estrella mundial del atletismo Mutaz Barsham, medallista de oro en salto de altura masculino en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin embargo, desde este sábado la familia tiene un motivo más para sentirse orgullosa de sus hijos deportistas: el hermano menor de Mutaz, Meshaal, se erigió en líder del país organizador rumbo a la victoria sobre Egipto en el partido por el tercer puesto de la Copa Árabe de la FIFA Catar 2021™.

Se trataba de la primera actuación del guardameta en el torneo, ya que su seleccionador, Félix Sánchez, había apostado por Saad Alsheeb como titular en el certamen, para luego alinear a Yousof Hassan bajo palos en el último partido de los Al Annabi en el Grupo A, contra Irak.

Barsham, de 23 años, no dejó escapar esa oportunidad en el Estadio 974, al neutralizar más de una ocasión de los Faraones en la segunda parte. La prórroga concluyó con empate a ceros, de modo que el choque llegó a la tanda de penales, en la que Barsham volvió a demostrar su valía deteniendo el lanzamiento de Mohamed Sherif y dando así una victoria por 5-4 a los Al Annabi.

En declaraciones a FIFA.com tras el partido, Barsham afirmó: “Era mi primer partido del torneo y estaba preparado para jugar, como los demás porteros. Llevábamos mucho tiempo preparándonos para estos grandes partidos. Hoy la suerte ha estado de mi parte. Detuve bastantes tiros y luego paré el último penal”.

Barsham, que debutó como internacional ante Costa Rica en un amistoso en noviembre de 2020, recibió los elogios de su entrenador por su significativa contribución al tercer puesto logrado por los anfitriones.

“Hoy ha hecho un gran partido, gracias a él y al resto de los jugadores hemos conseguido el tercer puesto”, afirmó el técnico español.

Barsham tuvo mucho que agradecer a su compañero Bassam al Rawi, que se dedicó a hablar con él antes de los lanzamientos desde los once metros y le dio algunos valiosos consejos. Al Rawi reveló a FIFA.com lo que había dicho al espigado arquero: “Le dije que eligiera un ángulo y que no dudara ni cambiara de opinión cuando el rival disparase”.

“También me recomendó que no saliera de la línea de meta, porque entonces habría que repetir el tiro”, agregó Barsham. 

El héroe del momento no dejó de sonreír mientras sostenía el premio al mejor jugador del partido y bromeó diciendo que el secreto de su extraordinario desempeño eran sus genes deportivos.