lunes 20 abril 2020, 01:58

Zhao y el remoto sueño que se hizo realidad

  • De pequeño, declaró que su sueño era jugar una Copa Mundial

  • Lo hizo realidad en 2002, la única participación china hasta ahora

  • Zhao cree que, con Li Tie al frente, RP China puede llegar muy alto

La historia del exinternacional chino Zhao Junzhe, que hizo realidad su sueño de la infancia, es de lo más inspiradora.

En 1992, Zhao, que por entonces tenía doce años y jugaba en las categorías inferiores del Liaoning, declaró abiertamente sus intenciones ante los medios de comunicación: "Me esforzaré mucho para tratar de llevar a China a un Mundial".

Pese a su talento, aquello no parecía mucho más que el típico sueño de cualquier niño que juega al fútbol. Por si fuera poco, el país más poblado del planeta no había logrado clasificarse para ninguna de las tres ediciones anteriores de la Copa Mundial de la FIFA™ y, para muchos, el combinado nacional aún estaba muy lejos de aspirar a su primera participación mundialista.

Como si de una premonición se tratara, el sueño de aquel niño acabó haciéndose realidad. Zhao representó a la RP China en su primera Copa Mundial, la de Corea y Japón en 2002. Cabe destacar, además, que fue titular contra Brasil y estrelló un balón contra la madera en el choque contra los de Luiz Felipe Scolari, que acabaron ciñéndose la corona. Fue lo más cerca que estuvo la selección china de estrenar su casillero en la prueba reina.

"Nuestra generación creció con la ambición de jugar un Mundial", cuenta Zhao, director general del Shijiazhuang Yongchang FC, a FIFA.com. "Siendo aún niños, ya éramos conscientes de nuestro deber de 'conquistar Asia e ir a por el mundo'. Para nosotros era más que un eslogan. Era una misión, un sueño".

Dificultades iniciales

Natural de Shenyang, Zhao empezó a jugar al fútbol en 1985, año en el que la RP China vio truncadas sus esperanzas de clasificarse para México 1986 tras una dramática derrota ante Hong Kong.

Su mentor era nada menos que Zhang Yin, un afamado entrenador juvenil conocido por haber formado a varios internacionales chinos. "Zhang montó un equipo juvenil y mi padre, un gran aficionado al fútbol, quería que jugara con ellos", cuenta.

La brillante carrera de Zhao empezó allí, si bien sus primeros pasos no estuvieron exentos de dificultades. "Vivíamos lejos de donde entrenaba el equipo, y cada mañana, antes del amanecer, mi padre tardaba más de una hora en bicicleta en llevarme hasta allí. En invierno, el frío era muy intenso".

"Lo acababan de despedir y, para ayudarme, abrió un puestecito en el mercado de pescado. Me demostraba una y otra vez que el esfuerzo era fundamental. Tenía muchas esperanzas puestas en mí".

Y lo cierto es que Zhao no solo cumplió, sino que superó las expectativas de su padre. En los años posteriores, se convirtió en una de las grandes promesas del país. Fue convocado por primera vez por la selección nacional en 1998, cuando aún no había cumplido los 20, y sobresalió en los Juegos Asiáticos de ese año, edición en la que la RP China se colgó el bronce.

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En la lista de la Copa Mundial

Zhao siguió progresando con paso firme: ayudó a que el Liaoning regresara a la primera división en 1998 y, tres años más tarde, con apenas 22, se convirtió en el capitán más joven de la historia del club.

Después de que la selección china de Bora Milutinovic —entrenador que había participado en cuatro ediciones de la Copa Mundial de la FIFA— sellara su histórico billete mundialista, Zhao fue convocado pese a no haber disputado el clasificatorio.

"Me hizo mucha ilusión", señala Zhao. "Volver a la selección significaba estar muy cerca de cumplir mi sueño de jugar un Mundial".

"Creo que mis actuaciones en el campeonato nacional propiciaron que ‘Milu’ contara conmigo. Además, nuestros rivales en la Copa Mundial eran muy superiores, y seguramente le hacía falta un pivote defensivo como yo para ayudar a la defensa".

Sin embargo, el debut de la RP China en la Copa Mundial no fue el esperado: encajó nueve goles y no marcó ninguno en las derrotas ante Costa Rica (0-2), Brasil (4-0) y Turquía (3-0). Zhao considera que su falta de experiencia les pasó factura.

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"Muchos de nosotros estábamos nerviosos en la cancha. Al fin y al cabo, era nuestro estreno en un Mundial. Los rivales eran de primerísimo nivel, pero nuestra actuación no fue tan mala como sugieren los resultados. Y podríamos haber jugado mejor si hubiéramos tenido otra oportunidad".

"La selección china de 2002 era buena. Empatamos sin goles contra la República de Corea de Guus Hiddink en un amistoso de preparación, y teníamos a varios internacionales que jugaban en el extranjero. Cuando Hiddink dirigió al combinado chino sub-23 hace dos años, me dijo: ‘Zhao, en 2002 teníais un equipo excelente’".

Tras la Copa Mundial, Zhao siguió progresando en el combinado nacional a las órdenes de Arie Haan. Fue el segundo capitán de la RP China en la Copa Asiática de la AFC en 2004, torneo en el que los suyos fueron subcampeones, y sus actuaciones le valieron el premio al mejor jugador del año de la Federación China de Fútbol.

Expectativas para Catar 2022

No obstante, la RP China no ha vuelto a disputar una Copa Mundial desde la edición de Corea/Japón 2002. El equipo no lo está pasando bien en la segunda fase del clasificatorio asiático para Catar 2022: encuadrado en el Grupo A, ocho puntos le separan del líder, Siria. A pesar de su modesta fase de clasificación, Zhao confía en que el nuevo seleccionador, Li Tie —otro veterano de Corea/Japón 2002—, reavive las esperanzas.

"Li Tie tiene credenciales suficientes para dirigir al equipo", asegura sobre el exjugador del Everton. "Fue determinante en la clasificación para Corea y Japón en 2002, así como en el Mundial. Sabe perfectamente lo que hay que tener para triunfar. Y, desde su regreso a los banquillos, ha cosechado muchos éxitos. Creo que, con él al mando, el equipo puede jugar bien".