Whitmore, del césped mundialista a la pista dura

Theodore Whitmore es un hombre tranquilo. El emblemático jamaicano resta importancia a sus éxitos con modestia, pero se comporta con la confianza serena del que ha hecho y ha visto mucho. Se puede afirmar con seguridad que el hoy seleccionador de fútbol sala de Jamaica será el único hombre en el inminente Campeonato de Futsal del Caribe que sabe lo que es frecuentar las cimas más altas del mundo del fútbol.

“Se puede aportar algo a un deporte, a cualquier deporte, con lo que has visto compitiendo a un nivel alto”, declaró el ex centrocampista de 43 años a FIFA.com en vísperas del certamen caribeño, donde Jamaica se medirá en La Habana a la anfitriona Cuba, a Guadalupe y a Sint Maarten. “Me gusta salir ahí, a la cancha de entrenamiento, y liarla. Cuando los chicos ven que todavía tienes maneras, que es más que simple palabrería, obtienes respeto”, comenta quien deberá seguir los partidos desde el banquillo.

Eternamente Francia Whitmore impone un gran respeto en el mundillo del fútbol jamaicano. Su nombre tiene peso, y goza de reconocimiento por toda la isla. Tappa, un hábil pasador en su época de jugador, acumuló más de 100 internacionalidades con los Reggae Boyz, una selección a la que pasó a entrenar durante 4 años. Jugó en Inglaterra con el Hull City, pero su leyenda se cimentó de verdad en 1998.

En la única presencia de Jamaica en un Mundial, se enfrentó a figuras míticas como Davor Suker, Gabriel Batistuta, Ariel Ortega y Hidetoshi Nakata. Cuando se midió a Japón en Lyon, el nombre de Whitmore subió al luminoso en el estadio Gerland. Él marcó los dos tantos del triunfo por 2-1; la única victoria de Jamaica en una fase final mundialista.

Ante unos logros tan elevados, uno podría pensar que un pabellón cubierto llamado “Kid Chocolate” en honor a ese ídolo del boxeo cubano, y utilizado principalmente para voleibol y tenis de mesa, representa un cierto bajón en su trayectoria. Error… “Me enamoré del fútbol sala”, rectifica Whitmore, con un súbito arranque de emoción en su voz tranquila. “La primera vez que vi la disciplina, me enganchó. Los mejores jugadores del mundo, muchos de los que ves en el Mundial, proceden en sus orígenes del futsal”.

El fútbol sala, una modalidad bajo techo del fútbol, se juega sobre una superficie dura con un balón de un peso ligero y equipos de cinco. Se centra en la técnica y la rapidez; y a Whitmore le va como anillo al dedo. Pese a su 1,88m de altura y su corpulencia, jugaba con una elegancia inusual. Su apodo, Tappa, que emplean todos los que le conocen, surgió de su sutil toque de balón (del inglés “tap”) en las pachangas que jugaba en su ciudad natal, Montego Bay. “Las personas mayores que iban por la calle me veían y exclamaban: ¡mira ese chico de ahí cómo toca el balón!’”, recordó riendo. “Así que era Tappa, y con eso me quedé”.

“En el fútbol sala tienes que aprovechar los pequeños espacios”, resaltó Whitmore antes de marcharse a La Habana, donde Jamaica competirá por primera vez en un clasificatorio regional para un Mundial de fútbol sala, el Campeoanto de Futsal Clasificatorio de la Unión Caribeña de Fútbol. Allí, lasdos primeras selecciones pasarán a disputar en Costa Rica la fase de clasificación de la CONCACAF para la Copa Mundial de Futsal de la FIFA Colombia 2016, mientras que la tercera buscará un lugar allí ante el tercero del Campeonato Clasificatorio de la Unión Centroamericana de Fútbol. “En Jamaica dependemos demasiado de la fuerza física, la velocidad y los balones largos. Pero todo eso sirve de muy poco en el fútbol sala”.

Primeros pasos en la pista dura El futsal se encuentra en una fase primitiva en Jamaica. Sin embargo, en un país que produce constantemente jugadores de alta capacidad técnica, las perspectivas de futuro podrían ser ideales. Whitmore prevé ligas de futsal organizadas, y jugadores dedicados expresamente a la disciplina. Pero todo eso en un futuro… De momento, se lleva a La Habana a 16 futbolistas, todos procedentes de las ligas locales, y que sea lo que Dios quiera.

“El fútbol sala en Jamaica está en pañales ahora mismo”, afirmó el seleccionador jamaicano, que ha convocado a un puñado de jugadores, como Fabian Taylor y Kemeel Wolfe, que han sido internacionales con la absoluta de fútbol. “Ya veremos si somos capaces de adaptarnos al ritmo del juego. Entonces sabremos si vamos por el buen camino”.

Los jamaicanos intentarán compensar su inexperiencia en fútbol sala con entusiasmo y talento en bruto. “Es un deporte de balón completamente nuevo aquí, y quiero que crezca”, aseveró Whitmore. Y al preguntarle si, a sus 43 años, podría saltar del banquillo y pisar la cancha de la Sala Polivalente ‘Kid Chocolate’, la vieja gloria se mostró evasiva. “No, no. Sólo estoy ahí para entrenar”

Pero su nombre aparece en la lista oficial del equipo también como jugador. “Básicamente, sólo voy allí a entrenar”, repite pero concluye con un : “Creo…”.