Stratigakis, capitana y alma de Canadá

El término estrategia se refiere a un plan general que se ha concebido con el fin de alcanzar un objetivo. En el caso de Sarah Stratigakis, el arte de mover los hilos de un equipo y llevar a la práctica los planteamientos tácticos desarrollados por el cuerpo técnico es algo que le viene prácticamente dado desde la cuna, a través de su apellido. “Sarah es el alma de este combinado. Cuando ella tiene el balón en los pies, el equipo crea peligro”, declara la seleccionadora Beverly Priestman en alusión a su capitana.

La dorsal ocho de Canadá es una pieza clave en el juego del conjunto norteamericano. Tras el estreno de las canadienses en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Jordania 2016, FIFA.com dialogó en zona mixta con esta joven que demuestra gran serenidad y madurez a pesar de su edad. Stratigakis evidencia una enorme seguridad en sí misma no sólo sobre el terreno de juego, sino también fuera de él y ante un micrófono.

“Esperamos que, con su experiencia, Sara continúe siendo una jugadora muy valiosa para nosotras en este certamen”, asegura Priestman. Pero ¿de dónde viene esta madurez si nuestra protagonista tiene sólo 17 años? ¿Cómo es posible que la entrenadora hable de experiencia cuando se trata de una jugadora tan joven?

“Sarah es un ejemplo perfecto de lo que supone el nuevo enfoque que hemos adoptado en el trabajo con la cantera. Queremos modelar a las jugadoras con la idea de que pueden llegar a la selección absoluta”, revela John Herdman, seleccionador del combinado absoluto de Canadá y máximo responsable de la cantera del país norteamericano. Por eso mismo ha venido hasta Jordania para ver a las chicas. “Tiene la capacidad de saber cuándo hay que pasar la pelota y cuándo es mejor conducirla. Además, dispone de las habilidades técnicas necesarias para llevar a cabo ambas suertes futbolísticas de forma plenamente satisfactoria. Es por eso que ya entrena con la selección absoluta”, explica.

En 2014, cuando tenía 15 años, la centrocampista ya participó en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA que se celebró en Costa Rica. Con 16 primaveras, Stratigakis tuvo minutos con la selección sub-23 en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y jugó al lado de internacionales absolutas como Ashley Lawrence y Kadeisha Buchanan. Y, si las cosas marchan según lo previsto, la joven futbolista entrará con 17 años en la lista del combinado que representará a su país en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Papúa Nueva Guinea 2016. Por si fuera poco, Stratigakis ya entrena con la absoluta. En vista de todo esto, parece claro que el uso de la palabra experiencia está totalmente justificado.

Nervios de acero “Trato de actuar como una líder y de asumir responsabilidades. Para mí es muy importante que el equipo esté lo más unido posible”, declara esta centrocampista diestra de 1,61 metros de estatura en relación con su rol de capitana. En el primer compromiso de su equipo en Jordania 2016, la joven futbolista ya dio muestras de su capacidad de liderazgo y de sus nervios de acero. En un “partido caótico”, como describió Beverly Priestman el duelo frente a Camerún disputado en Irbid, Canadá se adelantó en los primeros minutos, pero las africanas remontaron y se llegó al cuarto de hora final del choque con el conjunto norteamericano 2-1 abajo en el marcador y tratando en vano de nivelar la contienda. Fue entonces cuando la árbitra señaló un penal a favor de las canadienses.

“Estábamos perdiendo y la cosa no pintaba bien, así que pensé que aquello podía ser un punto de inflexión”, nos contaba Stratigakis. En un momento así, a muchas jugadoras les habrían temblado las piernas, pero ése no es el caso de la capitana de Canadá. “Quería ayudar al equipo y sabía que mis compañeras estaban conmigo. Era evidente que, si queríamos darle la vuelta al partido, había que marcar el penal, así que me fui directa a por la pelota y me ofrecí a tirarlo”, explica. Dicho y hecho. Con un magistral lanzamiento, Stratigakis clavó el esférico por la escuadra derecha de la portería camerunesa y puso el 2-2. Poco después, con los ánimos recobrados gracias al penal de la capitana, llegaría el gol definitivo para la ansiada remontada.

“Este tipo de certámenes son muy importantes para las jugadoras jóvenes, ya que les permiten competir al más alto nivel internacional y adquirir una experiencia muy valiosa”, asegura John Herdman. El partido contra Camerún supuso sin duda una experiencia muy valiosa, que sirvió para que Stratigakis demostrase que es capaz de mantener la calma en un momento de máxima presión. Será muy interesante comprobar todo lo que Sarah Stratigakis nos puede ofrecer tanto en esta cita mundialista como de cara al futuro.