domingo 27 noviembre 2016, 10:00

Saúl, arrancada con coraje y corazón

Será uno de los momentos más esperados de la ceremonia de los The Best FIFA Football Awards™, que se celebrará el 9 de enero de 2017. ¿Quién saldrá al escenario a recoger el Premio Puskás al mejor gol del año? Los aficionados, encargados de votar entre los diez candidatos propuestos, tienen la última palabra.

En sus manos está, por ejemplo, que resulte premiado el espectacular tanto de Saúl Ñíguez al Bayern de Múnich. Un gol con el que el centrocampista del Atlético de Madrid levantó a un estadio entero.

54.000 almas poblaban el Vicente Calderón aquel 27 de abril. Se había colgado el ‘no hay billetes’ y era una noche de las grandes: ida de las semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA. Cánticos, gritos, bufandas al viento… hasta que el tiempo se detuvo por unos instantes en el minuto 10’.

Un despeje de cabeza desde terreno rojiblanco llevó la pelota al centro de la cancha, donde Augusto Fernández y Arturo Vidal pugnaron por ella, y el balón fue nuevamente por los aires hasta que Saúl decidió bajarla al piso.

La controló con la diestra y se giró instintivamente hacia ese lado. Levantó la cabeza y, viendo que no había compañeros cerca, decidió tirar hacia delante. Para entonces Thiago Alcántara marchaba pegado a sus talones, presionando, y Saúl pudo haber abierto a banda, donde corría ya Juanfran ofreciéndose.

Pero el centrocampista descartó la vía fácil. Y mientras en las gradas muchos aficionados se desesperaban pensando ‘pero dásela ya, que la vas a perder’, enfiló hacia el área a toda velocidad. Cerca de la frontal le esperaban Juan Bernat y Xabi Alonso. Aminoró el paso, amagó con la cintura, y se fue por la izquierda, dejando a Bernat con el molde. Alonso, en un intento desesperado por cortarle el paso, se echó al suelo, a lo que Saúl replicó con un toque sutil con su zurda para zafarse.

A la altura del punto de penal se encontró con David Alaba. Pero para entonces el centrocampista ya no veía a nadie, sólo la portería defendida por Manuel Neuer. Sabía adónde quería mandar la pelota, así que quebró con una bicicleta al defensor austriaco para perfilarse hacia su pierna buena, y con interior de la bota izquierda la puso en el segundo palo, inalcanzable.

El golazo dio paso al delirio, a los gritos, al ‘¿pero has visto lo que ha hecho?’… y a los saltos en la banda de un Diego Simeone al que incluso se le cayó el celular al suelo. Más tarde, ya con las pulsaciones bajas y la alegría por el triunfo por 1-0, el técnico rojiblanco definiría el tanto como “un gol de talento puro”.

¿Lo es también para ti? Elige ya tu gol favorito de esta lista de 10 candidatos para ganar el Premio Puskás en la ceremonia de los The Best FIFA Football Awards 2016. Vota ya. Tienes hasta el 2 de diciembre.

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