A partir de este viernes 22 de enero, faltan seis meses exactos para el comienzo del Torneo Olímpico de Fútbol masculino. En esta ocasión, la selección de Francia regresará a la cita olímpica 25 años después de alcanzar los cuartos de final en Atlanta 1996.

¿Cómo explicar una ausencia tan larga? “No sabría decir exactamente por qué, dado que yo no estaba ahí”, responde Sylvain Ripoll, seleccionador sub-21 y sub-23 de Francia desde 2017. “Clasificarse para una competición tan prestigiosa siempre es un objetivo para una federación. Según parece, la suerte no nos ha acompañado en los últimos años. En cualquier caso, estamos muy contentos de volver a ver a la selección de Francia en una gran cita como los Juegos Olímpicos”, se congratula el técnico de 49 años.

“Formo parte de una generación que ha soñado con los Juegos Olímpicos y a la que siempre le brillan los ojos cuando se habla de ellos”, señala Ripoll, que tenía casi 13 años cuando los Bleus se colgaron el oro en Los Ángeles 1984. “Y pienso que ocurre lo mismo con mis jugadores”, añade. “Los JJ.OO. generan tantos recuerdos y grandes momentos que, a la fuerza, simplemente participar en ellos será un honor”.

Pero de momento, todavía es demasiado pronto para mirar hacia Tokio, teniendo en cuenta los compromisos que se perfilan en los próximos meses, tanto para la selección sub-21 como para la absoluta. “Estará la Eurocopa justo antes [11 de junio - 11 de julio] del Torneo Olímpico [22 de julio - 7 de agosto]. Las dos competiciones van a enlazarse. ¡Y antes de eso, estamos clasificados para el Campeonato de Europa sub-21 de 2021, que comienza en marzo en Hungría y que concluirá en el mes de junio! Así que lo mejor es ir afrontando los acontecimientos por orden”.

Por tanto, no es cuestión de que Ripoll haga demasiados planes, ni de que empiece a plantearse los nombres de los tres jugadores mayores de 23 años que tendrá la posibilidad de incluir en su plantilla, como estipula el reglamento del torneo masculino. “La prioridad, y es lógico, siempre la tendrá la selección de Francia absoluta”, explica el técnico francés, quien, en todo caso, aprecia la postura de Kylian Mbappé, que el año pasado proclamó su deseo de ser olímpico. “No podemos sino alegrarnos de tener en Francia un jugador del calibre de Mbappé que piense de esa forma”.

Este insaciable buscador de talentos está siguiendo muy de cerca a algo más de 60 jugadores, de los que una veintena juegan en el extranjero. Ripoll colabora estrechamente con el seleccionador de los campeones mundiales, Didier Deschamps, que siempre está a la búsqueda de caras nuevas para dinamizar su plantilla. “Con Didier hay muchos diálogos sobre el potencial de los jugadores que están en la sub-21 y que pueden aspirar a la absoluta. Incorporarse a la selección absoluta de Francia exige mucha regularidad al máximo nivel, mientras que para los sub-21 la cosa puede ir mucho más rápido”, resume.

“Didier y su cuerpo técnico están muy atentos a los sub-21 y ven muchos partidos. Dialogamos mucho sobre la actitud, el compromiso y el potencial de los jugadores”, explica Ripoll, para quien ver convocado con la absoluta a un sub-21 es siempre un orgullo. Asimismo, habla regularmente con los seleccionadores de las categorías menores para “subir de categoría” a los más precoces.

Si a eso le añadimos la excepción normativa que permite incluir a la generación de 1997 que era seleccionable el verano pasado, el abanico de opciones será especialmente amplio a la hora de elaborar la lista definitiva para la selección olímpica de Francia.

Pero Ripoll ya tiene motivos para estar satisfecho con su plantilla actual. “Es la segunda generación que tengo entre manos desde que llegué hace cuatro años. Más allá de ser talentosa, lo cual viene ocurriendo desde hace muchísimos años en Francia, donde tenemos una cantera enorme, la encuentro muy seria, muy implicada. Por el momento, noto a mis jugadores muy concentrados en sus objetivos. Espero que siga siendo así…”, añade sonriendo el seleccionador, que no tiene como objetivo convocar para Tokio únicamente a los nombres más prestigiosos.

“Hay un montón de criterios que entran en juego para elegir una lista para una competición así. Están las actuaciones, por supuesto, pero la prioridad es crear el mejor grupo posible, lo que no siempre quiere decir que solamente vayamos a llevarnos a los mejores jugadores. Hay que estudiar bien la complementariedad y la complicidad entre los jugadores”, concluye.