miércoles 27 noviembre 2019, 05:13

Nikonorov, de la rutina de la fábrica a la gloria mundialista

  • Hace siete años, Boris Nikonorov trabajaba en una fábrica

  • Lo hacía en condiciones peligrosas y quería encontrar una salida

  • Es el máximo goleador de Rusia en el Mundial de Beach Soccer en Paraguay

Boris Nikonorov vio a Rusia ganar por primera vez la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA en 2011. Acababa de terminar su jornada laboral en una fábrica de Yaroslavl, su ciudad natal. “Era un trabajo muy peligroso y nocivo. En cualquier momento podíamos inhalar ácido sulfhídrico y perder la consciencia. Podía tener consecuencias fatales”.

Ocho años después, Nikonorov es el máximo goleador de Rusia en el Mundial de Beach Soccer Paraguay 2019 con cinco tantos, y comparte cancha con algunos de los ídolos a los que vio proclamarse campeones del mundo desde su móvil, sentado en la puerta de la fábrica.

Uno de esos jugadores es Artur Paporotnyi, que le dio dos asistencias en el triunfo sobre Bielorrusia. Nikonorov acabó firmando una tripleta y contribuyó a que Rusia se clasificara para cuartos de final, donde ya espera Brasil, un coloso de la modalidad.

Jugar junto a sus ídolos

“Hace siete años tuve un sueño”, cuenta Nikonorov a FIFA.com, todavía con la adrenalina propia de quien ha protagonizado otra gran actuación en una Copa Mundial. “Mi sueño se convirtió en una meta, y avancé paso a paso hacia ella. Me di cuenta de que tenía que dejar mi trabajo para alcanzar ese sueño. Sabía que debía entrenar al fútbol playa a diario y poner todo mi empeño”.

Ahora parece casi un sueño ver a Nikonorov jugar una Copa Mundial junto con algunos miembros de aquella selección a la que vio alcanzar la gloria en 2011. Y su papel no es secundario, precisamente: Nikonorov está siendo la estrella de los suyos, como demostró contra Bielorrusia y con el gol de la victoria sobre Senegal en el primer partido de Rusia.

Con el gol entre ceja y ceja

“Soy consciente de que esta oportunidad es única entre un millón, y estoy encantado de aprovecharla. Puedo asegurarles que exprimí hasta la última hora de mi tiempo libre para lograr este objetivo”.

En cualquier caso, Nikonorov no se conforma con los cinco goles que lleva hasta ahora. En el aeropuerto, antes de viajar a Asunción, Paporotnyi le preguntó medio en broma a Nikonorov si se veía capaz de meter siete goles en Paraguay. “¡Claro que sí! Sin problema”, contestó Nikonorov.

Visto lo visto en Asunción, todo hace indicar que la respuesta de Nikonorov iba muy en serio.