Cuando se habla de jugadores que han establecido récords históricos en el fútbol alemán suelen mencionarse grandes nombres como Lothar Mattheus, Gerd Mueller, Uwe Seeler y Franz Beckenbauer, entre otros. Sin embargo, a menudo nos olvidamos de Frank Mill, el futbolista que ha sumado más internacionalidades y más goles con la camiseta de la selección olímpica de Alemania (20 partidos y 10 goles).
Mill, que participó en los Torneos Olímpicos de Fútbol de Los Ángeles 1984 y Seúl 1988, capitaneó al combinado germano que conquistó la medalla de bronce en el certamen que se celebró en la capital surcoreana hace 28 años. “Por supuesto, estos días me acuerdo mucho de aquellos tiempos, sobre todo porque me llaman continuamente para hacerme entrevistas”, explica sonriente el exdelantero cuando FIFA.com le pregunta sobre su pasado.
“Los Juegos Olímpicos son una experiencia única y extraordinaria para cualquiera que participe en ellos. En una cita olímpica se dan cita muchas disciplinas deportivas y multitud de deportistas de lo más variado, desde gigantes de dos metros de estatura hasta competidores de 1,50. Tienes la oportunidad de asistir a numerosas competiciones y de vivir el ambiente de la Villa Olímpica. En mis tiempos vi en vivo a grandes atletas como Ulrike Meyfarth y Carl Lewis, entre otros. Algo así nunca se olvida”, rememora.
En sus casi 20 años de carrera, Mill jugó 387 partidos en la Bundesliga (123 goles) con los colores de Borussia Dortmund, Borussia Moenchengladbach, Rot-Weiß Essen y Fortuna Duesseldorf. La Copa alemana que conquistó en 1989 es el único título de su palmarés, al menos en lo que a fútbol de clubes se refiere, porque, después de conquistar el bronce olímpico en 1988 y la mencionada Copa un año después, el delantero se coronó campeón del mundo en Italia 1990.
No obstante, Franky, como se le conocía afectuosamente, no se siente vencedor de aquel certamen mundialista porque no llegó a disputar minuto alguno. “Sí me siento ganador de la medalla de bronce olímpica, porque en aquella competición jugué y pude aportar mi granito de arena. El sentimiento es diferente cuando tienes la oportunidad de contribuir sobre el césped”, explica.
Mill recuerda con un cariño especial el partido contra RP China correspondiente a la primera jornada del Torneo Olímpico de Fútbol Seúl 1988, en la que Alemania se impuso por 3-0 con dos goles suyos. Uno de ellos resultó posteriormente elegido como mejor tanto del mes en Alemania. “Fue un disparo desde 20 metros y uno de los pocos goles que he marcado desde fuera del área”, recuerda.
Experiencias invalorables El exfutbolista no escapa a otro temas, incluso algunos polémicos. “Personalmente no entiendo a los clubes que se niegan a ceder jugadores", opina sin medias tintas. "Habría sido bueno que futbolistas como Joshua Kimmich o Leroy Sané hubiesen tenido la oportunidad de participar en los Juegos Olímpicos. Como mucho se habrían perdido uno o dos partidos con sus clubes. Habría sido algo viable. Unas Olimpiadas suponen una experiencia irrepetible para un futbolista joven, puesto que no debemos olvidar que han pasado casi 30 años desde la anterior participación de la selección alemana en una cita olímpica”.
En Río 2016, el combinado que esta vez liderarán Matthias Ginter y Lars Bender, volverá a competir por conquistar una medalla, un objetivo que para este exdelantero de 58 años resulta sin duda factible. “Alemania debe estar en cuartos sí o sí, y a partir de ahí creo que tiene muchas opciones de lograr una medalla. La selección germana no debe acobardarse frente a rivales como Brasil, México o Argentina”, asegura.
Mill tiene un consejo sencillo para los futbolistas que representarán a Alemania en la cita brasileña: “Es importante no perder el primer partido. Una victoria en el estreno puede dar alas a los jugadores, como nos ocurrió a nosotros en 1988”.
La selección que entrena el técnico Horst Hrubesch debutará contra México el jueves 4 de agosto. En las dos restantes jornadas del Grupo C, Alemania se enfrentará a República de Corea (7 de agosto) y Fiyi (10 de agosto).
En cuartos de final, la escuadra germana podría cruzarse con Argentina, uno de los equipos más laureados de la historia del Torneo Olímpico de Fútbol. Cuando han pasado sólo dos años desde la victoria de Alemania frente al combinado albiceleste en la final de la Copa Mundial de la FIFA 2014, un enfrentamiento entre ambas selecciones de nuevo en suelo brasileño resultaría sin duda de gran interés.