¿Algún futbolista ha experimentado una transformación tan colosal como la de Michael Delgado? Hace diez días estaba disfrutando de unas vacaciones –de esas que escasamente se conceden a los futbolistas en Brasil– con su esposa Andreza y su hija de 14 meses Eloah, reflexionando con entusiasmo sobre su metamorfosis emocional del infierno al cielo. Michael se crió en una favela plagada de drogas y asesinatos. De niño consideraba que la única forma de salir del hambre y la pobreza era la delincuencia. Con 13 años empezó a frecuentar los antros de droga, para consumirla y venderla. Además, bebía demasiado, se codeaba con pandilleros, cometía robos y llevaba una pistola. Constantemente, aquel muchacho nacido en Poxoréu pensaba en utilizarla para acabar con su propia vida. Si no lo hacía, el destino casi había dictado que la policía lo mandaría al ataúd de un balazo…  A Michael le habían disparado en múltiples ocasiones las fuerzas del orden cuando se daba a la fuga en Goiania. Allí, el narcotraficante con quien compartía un piso fue asesinado. Ese fue un momento de revelación para el joven de 19 años. Encontró a Dios… y al fútbol. 

Cinco años después, cuando Michael comenzó este 2022, había utilizado su carismático don de palabra para alejar de la delincuencia a innumerables jóvenes y, tras superar una depresión provocada por su incapacidad inicial para lidiar con las consecuencias de la fama, se había afianzado como uno de los mejores delanteros de un país rebosante de talentos. Entonces sonó su teléfono. Otra transformación estaba a punto de producirse: en un abrir y cerrar de ojos, ‘el Pequeño Robot’ pasó de estar relajándose sobre la arena a fichar por Al Hilal y a ser inscrito para representar al grande saudí en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA EAU 2021™. En el perfil de Instagram de Michael puede leerse: “LA FAVELA VENCIÓ”; una referencia a su increíble superación de todos los obstáculos que la vida le puso por delante. Ahora, el delantero de 25 años quiere seguir inspirando a unos niveles inconcebibles y guiar a Al Hilal hacia la gloria en Abu Dabi. 

FIFA: Esta última semana ha sido un poco alocada, ¿verdad? Michael: ¡Sigue siendo absolutamente demencial! Si no fuera por el café, que me hace seguir adelante… Hace una semana estaba de vacaciones. Estaba súper feliz, pensando en todas las cosas buenas que me habían pasado, quedándome en la cama hasta muy tarde… [Aquí] hay una diferencia horaria de siete horas. Algunos días son las 4 de la madrugada y aún no he podido conciliar el sueño. Tengo días buenos y días malos. Todo forma parte del proceso de adaptación… Solamente llevo aquí una semana, pero espero poder adaptarme lo antes posible porque quiero ser muy feliz; quiero aportar mucha felicidad a los seguidores del Al Hilal y también a mi familia, que siempre ha luchado por mí y ha estado a mi lado. Estoy muy agradecido a mi familia… y al café [risas].

¿Cómo ocurrió todo tan deprisa? Yo estaba de vacaciones. No sabía nada al respecto. Mi representante me dijo: “Ha surgido esta oportunidad. ¿Te apetece?”. Yo respondí: “Si es bueno para el Flamengo, es bueno para mí y es bueno para Al Hilal, podemos llegar a un acuerdo. No quiero molestar a nadie, ni dejar a nadie enfadado”. Pero las tres partes estuvieron de acuerdo, y yo estoy muy feliz aquí. Espero que mi alegría, sencillez y felicidad se puedan infundir a los demás, porque quiero ayudarlos fuera del campo, pero también sobre el césped.

Hace seis semanas jugó la final de la Copa Libertadores con el Flamengo. ¿Pensaba entonces en disputar la Copa Mundial de Clubes de la FIFA? Sí, pensábamos en ello. Mi sueño era jugar en el Mundial de Clubes. Cuando estaba en el Flamengo, siempre bromeábamos y hablábamos de cómo sería, porque ellos habían estado aquí y yo no. Para mí es una experiencia magnífica y novedosa, e intentaré disfrutarla al máximo.  Al Hilal acaba de conseguir unos cuantos aficionados más, ¿verdad? [Risas] ¡Sin duda! Doy las gracias a todos y cada uno de los hinchas del Flamengo. Lo pasé increíblemente bien en el Flamengo; tenía una relación muy especial con los aficionados. No estoy seguro de si ya lo saben aquí, pero sí: ¡Al Hilal cuenta ahora con otros 40 millones de personas apoyándolo en este Mundial de Clubes! ¿No está mal, eh? [risas]. Ahora quiero escribir una bonita historia entre mí, los hinchas del Al Hilal y el club. 

¿Cuál es el objetivo del Al Hilal en EAU 2021? Llevo aquí poco tiempo. Todo se ha precipitado. El poco tiempo que he tenido, durante el vuelo, por ejemplo, lo he aprovechado para intentar aprender unas pocas palabras en inglés, ¡porque no sabía decir nada! Pero creo que nuestra meta es siempre ganar; porque la grandeza de este club implica que, en todo lo que participa, lo hace queriendo ganar. Donde estaba antes [en el Flamengo], también era así. Espero poder seguir aportando títulos y ayudando al equipo; que ellos estén muy contentos con mis actuaciones y yo esté muy contento con las victorias.  Hace unos pocos años estaba jugando en las divisiones inferiores del estado de Goiás. ¿Cómo se sentirá al jugar en laCopa Mundial de Clubes de la FIFA? Creo que será una experiencia única. Confío de verdad en poder disfrutarla al máximo, en asimilarlo y saborearlo todo. Creo que uno tiene que disfrutar de la vida lo más posible. Es una oportunidad única en la vida, una oportunidad increíble. Siempre he soñado con esto, con jugar en el Mundial de Clubes, y cuesta creer que esté a punto de cumplir este sueño. Soy muy feliz, pero le diré algo: quiero ser más feliz todavía. ¡Hay un trofeo precioso que serviría para ello! [risas].