A lo largo de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2023™ en Indonesia, 24 países participantes habrán disputado un total de 52 partidos en cuatro ciudades, una vez concluida la final del sábado entre Alemania y Francia. Un miembro del Grupo de Estudios Técnicos de la FIFA (GET) habrá seguido en directo y en persona cada momento de cada partido.

Las responsabilidades del GET incluyen identificar y analizar las tendencias técnicas, tácticas y físicas a medida que surgen, designar al Jugador del Partido de cada encuentro y seleccionar a los ganadores del Balón de Oro adidas.

Para la edición de 2023, el GET está formado por cuatro expertos técnicos: el ex internacional suizo Pascal Zuberbühler; la seleccionadora absoluta femenina de Gales, Gemma Grainger; el ex internacional paraguayo Julio González; y el ex internacional senegalés Pape Thiaw.

La Copa Mundial Sub-17 de la FIFA es un torneo bianual, que se convertirá en anual a partir de 2025, diseñado para dar a los jugadores de diecisiete años o menos la oportunidad de disputar una competencia de alto nivel en la escena internacional.

El torneo se celebró por primera vez en 1985, y se ha hecho famoso por formar a futuros futbolistas de talla mundial, mostrando al mundo por primera vez superestrellas como Andrés Iniesta, Ronaldinho y Alessandro Del Piero, por citar a algunos.

Según el TSG, la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA desempeña un papel crucial en el desarrollo y la identificación de jóvenes jugadores.

"El Mundial Sub-17 es un torneo muy importante, ya que sienta las bases para que los jugadores alcancen el máximo nivel", afirma Thiaw, que jugó en la Copa Mundial de la FIFA 2002™.

"En primer lugar, el torneo permite a los jóvenes entrar en competición. Como parte de su desarrollo, prueban los grandes torneos y adquieren experiencia contra varios equipos, lo que les permite crecer más rápido”, agrega.

"En la categoría sub-17 preparamos a los jugadores: se trata del desarrollo del fútbol y de intentar poner en práctica cosas. Con la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA empezamos a añadirle un componente competitivo, para asegurarnos de que puedan expresar su talento a pesar de su juventud", continúa.

Al permitir que experimenten un evento de alto nivel y jueguen contra rivales de nivel internacional, el torneo ofrece a los futbolistas un primer contacto con la vida de un futbolista profesional.

Además, la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA lleva a los jugadores a través de una exigente campaña de clasificación: saca a los jugadores de su zona de confort y les obliga a adaptarse a escenarios desconocidos, incluyendo viajes, alojamiento, culturas diferentes, multitudes visitantes y ajustes de zona horaria.

Todo esto forma parte de la vida cotidiana de los jugadores internacionales absolutos y, al experimentarlo a una edad temprana, les proporciona un impulso vital para su desarrollo.

Julio González, quien disputó una Copa Mundial Sub-20 de la FIFA™ al principio de su carrera, coincide en que el Mundial Sub-17 supone un impulso significativo para el futuro de un futbolista. "En términos de crecimiento y desarrollo de los futbolistas, el torneo es esencial", explica.

"Estos chicos son jugadores sub-17. Muchos ni siquiera han salido antes de sus países para jugar un partido de fútbol, así que vivir esta experiencia, jugando partidos internacionales contra otras selecciones nacionales, les da una experiencia única y maravillosa. No se puede comparar con ningún otro torneo".

Dado que el certamen proporciona tantos beneficios a los jugadores, la noticia de que la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA se convertiría en un torneo anual en 2025 fue acogida con satisfacción en todo el mundo.

"La categoría sub-17 es una edad importante para un joven futbolista que está construyendo su carrera. Después de muchas consultas y estudios, la FIFA tomó la decisión de que debemos celebrar la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA todos los años", declaró Zuberbühler, que jugó en la Copa Mundial de la FIFA 2006™.

En opinión de González, la repercusión de un torneo anual podría ir más allá de los jugadores que formen parte de la plantilla final. "Una Copa Mundial Sub-17 de la FIFA anual podría cambiar por completo el desarrollo del fútbol. Podría marcar una diferencia significativa en todo el mundo, para cada niño que se desarrolle y crezca como jugador".